Amor, Te Odio

Después de la larga espera, Christian Phriston hizo presencia en la industria Volkova, era un pelirrojo con aura autoritaria, era un guapo hombre que aparentaba tener entre 35 y 40 años, pero lo más probable es que su edad sobrepasara ese pequeño número.

Naomi la secretaria de Dylan al verlo quedó enmudecida "Bu... Buen día... Señor ¿En qué puedo servirle?" Musitó, Christian emanó un poder y una embriaguez que la linda Naomi no pudo pasar por alto.

"Vengo a ver a mi sobrino Dylan, dígale que su tío Christian está aquí" Dijo Phriston.

Christian no tenía necesidad de ser tan formal a la hora de visitar a las personas, pero su esposa había insistido en que se comportara lo más humanamente posible y que dejara de asustar a las personas con sus visitas no anunciadas.

El ruso de inmediato admitió su entrada, al verlo se saludaron estrechando un abrazo "¿Es necesario ser tan formal? Te he visto aparecer y desaparecer como una estrella fugaz"

"Digamos que estoy intentando comportarme como lo haría alguien común" Dijo Christian, observando la oficina.

Dylan entrecerró los ojos, no le creía, a ese hombre le gustaba presumir del poder que poseía.

"Bien, bien, me atrapaste, Rachel Insistió que dejara de estar asustando a las personas con mis visitas inesperadas, quería que sacará una cita, esa mujer a veces es tan irritante, pero no podría vivir sin ella ¿Me entiendes?"

Dylan recordó a Sophia, era una loca, pero él no podría vivir sin ella "Te entiendo" Sonrió.

"¡Vaya! El niño gruñón ¿Sonriendo? No lo puedo creer muchacho, estás enamorado y lo mejor es que ella está aquí, a solo a unos pasos" Dijo Christian riendo.

"Deja de meterte en mi mente, necesito tu ayuda"

"Sé lo que quieres, pero necesito que sueltes a Beckham, no tiene que ver en esto"

"Tío, tengo pruebas..."

"Te he dicho que lo dejes libre ¿Confías en mí?" Preguntó Christian.

Dylan asintió con enojo ¿Y Belamy Coten? No me digas..."

"Mata a ese desgraciado si quieres y dame un trago joder, tu padre es todo un señor, igual de cascarrabias, pero más atento" Dijo el hombre mirando las colecciones típicas Colombianas y rusas en un lindo estante.

"Llevaré a Rachel a Colombia, ver tanto color me da asco, pero a esa loca cursi le encantará" Continuó diciendo Christian tomando una pequeña chiva y una marimonda entre sus manos.

Dylan sonrió, su tío parecía ser un demonio, pero ese tenía un corazón de chocolate cuando se trataba de su esposa "Tío, te daré pases libres, para el carnaval de Barranquilla, feria de la leyenda vallenata en Valledupar, feria de las flores en Medellín, feria de Cali y mucho más. En Colombia hay fiesta hasta cuando su equipo de fútbol favorito pierde, te ayudaré con eso, solo si me ayudas a encontrar a Mylan, no quiero ver sufrir a mi madre"

"¿Me estás sobornado? Nadie lo ha hecho, a excepción de Rachel y está con vida ya sabes por qué ¿Crees que no puedo ir a esos lugares sin tu ayuda?" Preguntó Christian con una resonante voz haciendo que el brillo de sus ojos verdes aumentara.

"No te atreverías a lastimarme, mi tía Rachel y Luna nunca te lo perdonarían. Nunca he dudado de que puedas ingresar donde te plazca, pero como un hombre común permíteme dudarlo ¿Qué diría mi tía si se entera de que rechazaste la propuesta de llevarla a conocer la colorida Colombia como un simple hombre?"

"No abuses muchacho, eres atrevido en amenazarme, tienes un punto, pero me la pagarás, recuérdalo"

"¿Entonces? ¿Me ayudarás?" Preguntó Dylan triunfante.

"Te ayudaré humanamente posible, no me hagas preguntas que acaben con tu angustia de inmediato, no seas tramposo"

"Bien, me conformo con esa ayuda" Dijo Dylan, más adelante lo persuadiría para sacarle información importante.

"Oye, oye, no creas que me Persuadirás para sacarme información importante más adelante, recuerda que me la debes por sobornarme y amenazarme. Ese viaje a Colombia debiste dármelo de regalo por el amor que me tienes y le tuenes a toda mi familia" Se victimizó Christian.

"Sé que Alexander es tu favorito, pero sé que soy tu sobrino adoptivo favorito" Dijo Dylan riendo.

"No te creas tanto, dejarás de pensar eso en un instante, solo observa"

"Señor Volkova, la señorita Anderson de finanzas quiere verlo, le dije que estaba ocupado, pero insiste en que es importante" Dijo Naomi a través de la línea.

Dylan frunció el ceño al escuchar las palabras de su tío ¿Acaso sabía que su esposa vendría? "Hazla pasar"

"¡Vaya! Conoceré a la mujer que te calienta todas las noches, ya era hora sobrino ¿Cómo te aguantaste tanto tiempo? Mi primera experiencia la tuve a los 14 años de edad y de ahí me volví un adicto a eso que tienen las mujeres entre sus piernas" Sonrió Christian bebiendo un trago.

"¡Oh abuelo! ¿Todavía lo recuerdas? Según sé, eso pasó hace tanto, pero tanto tiempo" Dijo Dylan irónicamente.

Dylan era un hombre reservado, de poco hablar y pocas bromas, pero su familia y ahora Sophia eran afortunados de conocer todas sus facetas y entre esas su buen sentido de humor.

"Ríe mientras puedas, yerno fallido" Bromeó Christian.

"¡Maldito!" Musitó Dylan al ver entrar a su esposa.

"Sophia adelante, te presento a mi tío Christian Phriston"

Sophia quedó observó al guapo y maduro hombre, muy sexi "¡Wow! Que pelirrojo tan hermoso" Pensó para sí.

Christian soltó una carcajada que resonó por todo el lugar, Dylan supo de inmediato que su esposa había estado teniendo pensamientos pecaminosos con su tío "Un placer señora Volkova, es usted una rubia muy hermosa"

Sophia se puso nerviosa al estrechar la mano del pelirrojo, le pareció que el hombre temeroso esculcó en su interior "El placer es mío" Dijo Sophia espantandonse por sus palabras.

Dylan enarcó una ceja, sabía que eran trucos de su tío "Bien, adiós tío ¿Ya estabas por irte? ¿Cierto? Solo dime como te llamo"

"Solo piensa en mí y estaré contigo" Dijo el pelirrojo mirando a Sophia quien no pudo aguantar una risa nerviosa.

"¡Largo de aquí!" Exclamó Dylan, perdiendo la paciencia.

"Si, si, adiós. Le daré tus saludos a mi hija como te lo prometí, pero ahora que estás casado deberías dejar de pensar en otras mujeres, además mi Lunita está casada, lo sabes" Dijo Christian dejando a Dylan en problemas.

El no había dicho eso, ni siquiera había mencionado saludar a Luna "Tío eres..."

"Me tengo que ir, no es necesario que se vaya señor Phriston" interrumpió Sophia enojada.

"Sophia espera" Dijo Dylan tomándola por el brazo y en eso Christian aprovechó para marcharse.

"Te dije que me vengaría sobrino" Dijo para sí el pelirrojo.

"Bien, hay algunas incoherencias numéricas en las nóminas comparándolas con los meses anteriores, necesitaré entrar a tu base de datos y..."

"Cariño, mi tío bromeaba..."

"Recuerda que aquí no soy tu esposa y puedes saludar a quien se te pegue tu regalada gana" Dijo Sophia zafándose del agarre.

Dylan se sintió impotente, había aprendido que cuando estaba enojada no le permitía acercarse "Bien señorita Anderson, le diré a Justin que le dé todos los permisos para que tome cartas en el asunto"

"Gracias" Dijo Sophia y se marchó.

Al salir de la oficina Sophia fue al baño a lavarse el rostro, sentía que le ardía por el enojo que cargaba "Maldito idiota, esa pelirroja sigue siendo tu perdición" Musitó.

La rubia se dirigió a su oficina y se encontró con Peter Stevens el anterior jefe de finanzas, ahora estaba encargado del área de producción "Hola linda Sophia ¿Volviste?"

"Hola Peter, lo siento estoy ocupada" Dijo la mujer deseando estar sola.

"Te advierto no te creas superior, eras la amante del señor Mylan, pero este jefe no es como el antiguo, este no caerá en tus garras de..."

Sophia abofeteó al hombre "Sal de mi oficina y si me vuelves a insultar hablaré con la jefe de recursos humanos"

"Que rico, me gustan bravas porque cuando están debajo de mi son unas tiernas palomitas" Dijo Peter mordiendo su labio inferior.

Sophia tenía que ser fuerte, era su primer mes, no saldría a ponerle las quejas a su esposo, ella sintió poder con la situación, en ese instante tocaron la puerta.

Justin ingresó con una rosa roja y un chocolate, Peter sonrió negando con la cabeza y se marchó "¿Interrumpí algo?"

"¿Eres tonto o que? ¿Qué haces con eso? ¿Tú no tienes esposa?" Preguntó Sophia.

"¿En serio? ¿Te acuerdas que tengo esposa? Eso me conmovió, cuando puedas recuérdaselo a tu marido, si sigo con estas cargas laborales muy pronto mi esposa se conseguirá un amante y me dejará siendo el cornudo más grande de la historia, tendrán que hacer remodelaciones en esta empresa para que pueda ingresar con mis lindos y ostentosos cuernos" Se desahogó Justin.

Sophia casi soltó una risa "Lo siento __ Risas __ Es que te imaginé con cuernos, lo siento"

"Esto es para ti..."

"Oye, pero me acabas de decir que deseas tiempo con tu esposa y ahora me traes flores y chocolate..."

"No te creas Sophia y si tu esposo te escucha entonces seré un toro muerto. Esto te lo envío él, lo tienes comiendo de tu mano ¿Qué haces para volver locos a los Volkova?"

Sophia se enmudeció, tomó la rosa y el chocolate "Te equivocas, soy como un juguete para un niño, cuando el niño tiene uno nuevo olvida el anterior"

"¡Maldición! Lo siento, lo siento, no he tenido un buen día, mi esposa cumple años hoy" Dijo Justin.

"Ve con ella, llévala a cenar, bailar y cómprale un lindo regalo" Dijo Sophia.