La Venganza Perfecta
Estar presente dentro de las juntas directivas era algo que de los dos años que llevaba dentro de la empresa no habia presenciado. Cuando ingrese como encargada de diseño de interiores mi padre me habia estipulado que no iba a presenciarlas o participar en ellas hasta que mis capacidades no demostraran algún avance dentro de la empresa.
Por cierta parte, agradecía que mi padre manejara siempre esa parte con nosotras. A Kate le hizo lo mismo y hasta que no demostró que estuviera bien preparada no la dejo hacerse cargo del hotel que maneja. Actualmente, ver a mi hermana mayor y a mi madre apoyando a papa me hacia sentir muy orgullos a de ellas. Otra razón para poder apoyarlos.
Me observe en mi espejo, largo, buscando alguna imperfección en mi traje. Era la primera vez que iba y no podía dejar que nada lo arruinara. Mis manos sudaban mientras seguía alaciando mi saco con nerviosismo. Revise en le reloj la hora, y fue hasta que vi que era hora de salir.
Tomando mis formatos de trabajo, en los cuales pase quince días trabajando, mi bolso y lo demás necesario salir de mi habitación con una sonrisa. Hoy era el día, lo ansiaba con ganas profundas todo esto.
Por fin podía demostrar que de verdad era una West Miller.
Baje las escaleras y toda la casa como siempre estaba en completo silencio, al mismo tiempo Anastasia salía de la cocina y me saco su característica sonrisa, la que siempre me llenaba de calidez.
—¿Mi madre y Kate se han ido?
—Lo han hecho señorita, ¿Esta lista? — No me habia fijado que entre sus manos tenia un pequeño termo con lo que ya conocía, era te de frutos rojos. Siempre que estaba con los nervios Anastasia me daba una dosis de este delicioso te, y ella ,por lo que le habia contado, me esperaba para justo en estos momentos poder superar mi sudor y el temblor en mis manos.
—Estoy muy nerviosa Anastasia. Es la primera vez que mi padre y la demás junta directiva observe mis trabajos, espero impresionarlos.
Anastasia me sonrió mientras tomaba con rapidez el te. Este no estaba tan caliente por lo que me fue fácil digerirlo.
—No tiene por que señorita. Usted también heredo las cualidades y la inteligencia del señor West, así que no dude de usted, los va a impresionar.
Anastasia era lo que mas necesitaba en estos momentos. En las cuestiones mas desoladas que habia tenido con mi madre ella siempre me arropo y me trato como su hija, y claro que ella era como mi segunda madre.
—Esperemos Anastasia— le di el ultimo sorbo a la taza, Anastasia la recibió y de inmediato me coloque de nuevo mi bolsa y sujete con mayor fuerza mi teléfono y las llaves de mi coche. — Bueno me retiro, regresare en un rato.
—Lo va a lograr señorita. Se preparo mucho para esto. Todo saldrá bien.
Con un ultimo adiós salí de la casa hacia la parte izquierda donde estaba la enorme cochera y mi lindo, pequeño coche. Entre en este, deje mi bolsa en el otro asiento y encendí mi coche en lo que me colocaba el cinturón de seguridad. Dando una ultima exhalación emprendí rumbo a la empresa.
Todo va a salir bien Katy… lo harás.
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A pesar de que tenia mas de siete meses desde la ultima vez que estuve aquí me parecía como si fuera la primera vez. La enorme torre que tenia las letras “ H . West Miller” me hacían sentir demasiado estresada. Hasta este punto sabia lo que conllevaba tener un puesto en una cadena de hoteles importante y no solo eso, sino también portar con un apellido que podía definir si de verdad eras una West Miller.
Entrando por el pasillo principal del hotel me di cuenta de que de verdad los cambios que me habían notificado estaban hechos y me enorgullecía bastante. Todo este trabajo era gracias a todos los que estábamos aquí.
Camine hasta donde estaban los elevadores, donde yacían un grupo de empleados que esperaban por el mismo. Todo estaba normal, y parecía que nadie me reconocía, y eso era buena señal. Odiaba la atención por lo que mezclarme como una empleada mas era lo mejor.
El elevador subió hasta el piso 17, uno donde solo yo baje y camine hasta un pasillo largo de color vino, que hacia resaltar la elegancia de este. Llegue hasta el lobby y de ahí el mundo de hombres masculinos, algo grandes ya estaban en la entrada de la sala donde mi padre hacia las reuniones. Era la junta directiva, por lo que los malditos sudores volvieron.
—¿Señorita West? — a mi lado, una mujer de unos cuarenta años, con su vestimenta negra me hizo girar.
—¿Elena? — esta asintió y me puso muy contenta volver a verla— ¡Por dios! Es un gusto seguir viéndote.
Elena era la secretaria de mi padre, una que desde hace seis años lo acompañaba. Ella era un claro ejemplo de perseverancia dentro de la empresa. Hace siete meses cuando me dieron el puesto Elena se habia acercado a felicitarme, por lo que verla me emocionaba mucho.
—Al contrario; el gusto es mío señorita, justo llega a tiempo. La junta directiva comenzara a pasar, así que adelante.
—Vaya, ¿Tan rápido? — observe mi teléfono y en efecto el tiempo habia corrido tan rápido que entre el conducir, llegar y subir hasta acá me habia comido el tiempo. ¡Mierda! —Bueno en ese caso, entrare.
—Por supuesto—Elena también empezó a caminar a mi lado hasta que llegamos a la enorme sala. Esta tenia los enorme ventanales que daban hacia la ciudad. En medio se encontraba una enorme mesa de madera y alrededor las sillas que nos esperaban para que tomáramos asiento.
Dentro de la sala, Kate y mi madre yacía sentadas en la parte frontal de la mesa, justo cerca del asiento de donde mi padre siempre tomaba asiento. Kate al verme se levanto y camino hasta mi con su elegancia que siempre la caracterizaba.
—Es bueno verte Katy, ¿Lista? — Kate estaba muy tranquila y a comparación mía, yo parecía una novata entre tanto gente de rango importante. — Papa te estaba buscando. Parecía loco hace unos segundos por no verte aun.
—Pero me ha visto en casa. No tendria que preocuparse.
—Lo se— Kate movió su pelo color rojo con elegancia— pero es la primera vez que te ve como parte de la junta directiva. Ansia tus avances.
—Espero y pueda hacerlo sentir orgulloso Kate.
—Lo harás hermanita— Kate me tomo del brazo, como casi siempre lo hacia desde que tengo uso de razón, hasta colocarme en el asiento que estaba a su lado, sin estar cerca de mi madre, la cual solo me dirigió una mirada y siguió con su teléfono.
Justo cuando iba a tomar asiento una mano fuerte pero suave se coloco en mi hombro derecho.
—¿Lista hermosa Katy?
Mi padre, Oliver West mas que ser uno de los hombres mas poderosos y millonarios del país, era el hombre y padre que mas amaba. Se coloco de tras de mi y de inmediato voltee a verlo justo con sus trajes impecables y de color azul marino. Lo veía en casa, no muy habitualmente, porque siempre estaba viajando, pero creo que para ambos no vernos en días era como años. Mucho mas que ahora mi madre y Kate vivían en ciudades diferentes por las mismas razones.
—Hola papa— de inmediato a mi padre, sin importarle quien estuviera me abrazo y me dejo un beso en mi cabeza. Aun recordaba que me trataba como su tesoro mas preciado— me da gusto verte de nuevo.
—Lo se— mi padre se separo y acomodó su traje sin dejar de verme—espere mucho tiempo para tenerte como empleada y parte de esta junta. Quiero ver a mi hija crecer.
—Lo harás papa, estoy lista.
—Esperare hija. — carraspeo un poco y regreso a su semblante como todo un West— de acuerdo, puedo ver que todos estamos aquí, así que por favor tomen asiento.
Todos tomamos asiento. Todos con normalidad mientras a mi me colemia el maldito nervio.
—Bueno como sabrán, los reuní porque hay cuestiones que discutir. Sabemos que con la nueva adquisición de Dubái y con los clientes incrementando y las expansiones aun están en el plan de este año sin embargo, antes de hablar de esto me gustaría conocer los avances que usted me han manejado hasta el día de hoy.
Los hombres robustos daban sus avances con bastante sencillos. Yo por mi parte decidí escribir los puntos mas críticos que ellos mencionaba y que aun estaba trabajando. Era de suma importancia porque mas que administrar las sedes del país, tal vez podía dejarme a cargo de lagunas que poseía en otros países. Fácilmente paso tiempo y no fue hasta que Kate dio sus puntos importantes, a lo que no fue muy complicado ya que ella como lo era, siempre mantenía el control.
—De acuerdo señorita Kate West— uno de los socios, que yacía sentado justo enfrente de mi acordó junto con los demás sobre las proyecciones de Kate y sus probabilidades de mejora. — agradecemos sus avances, nunca decepciona.
Mi hermana demasiado contenta se acomodo con mayor confianza en su silla mientras mi madre le daba palmadas en su hombro izquierdo.
—Presidente West— el mismo hombre que habia escuchado a Kate hablo hacia mi padre— puedo ver que alguien mas se suma a esta junta directiva, ¿Señorita Katy West Miller? — de inmediato todos los ojos se posaron en mi, y como lo mas tranquila me pude me enderece en mi asiento, ajustando mi saco.
—Un placer encontrarme con todos ustedes.
—Al contrario, para nosotros es un placer por fin tenerla entre nosotros. Si usted me lo permite señor West— el hombre, con nombre de Robert, se dirigió a mi padre— nos gustaría escuchar a la mas joven de su familia..
Mi padre y los demás me observaban, a lo que aclare mi voz y entable todo el trabajo que habia hecho en estos meses.
—Muchas gracias por su voto de voz, por lo que comenzare. En estos meses me he dedicado a supervisar cada una de las sedes que se me fueron estipuladas. Cada una tenia cuestiones que tenían que modificarse o de momento permanente ser sustituidas. Mi objetivo es que los clientes se sientan en confianza no solo con el servicio que les brindamos sino que sus instalaciones sean las adecuadas y que no presenten ningún riesgo de vida, o en otro caso que se generen quejas por daños que podemos solucionar de manera inmediata. En un resumen general y como se puede ver en las paginas 37 hasta la 60 las sedes ubicadas en Miami, Chicago, Nevada y Portland presentaban daños estructurales internos que nuestros clientes percibían en sus estadías, además de que la ultima supervisora no logro el cambio de colores que correspondía a la temporada, por lo que de manera municiona entablamos arreglar en todas las sucursales de manera simultanea los daños marcados en estas paginas con imágenes establecidas eso si, sin dañar la estadía de nuestros clientes.
A mi alrededor todos observaban las paginas mientras esperaba alguien dijera algo pero al no ver respuesta decidí continuar. —Los cambios de colores de temporada que nos caracterizan también se hicieron de manera simultanea en todas la áreas. Actualmente la única que esta en un 98% de ser finalizada es la Portland, la cual como ustedes sabrán, esta siendo remodelada de sus otros factores restantes.
De acuerdo, necesitaba un trago de agua. Seguía observando a mi alrededor. Los socios de papa pasaban las hojas y las examinaban de manera municiosa, incluyendo mi familia. Nadie decía nada, pero no sabia si interpretar el silencio como un punto a favor o en contra. En estos momentos mis meses de trabajo, de investigación en todas estas sedes que mi padre habían puesto a mi cargo, y los días y noches sin dormir tenían que rendir fruto.
—Señorita West, usted ha…
—¿Por qué las sedes de Phoenix y Nueva York no están dentro de tu atención?
A mi lado izquierdo, mi madre me dirigió la palabra desde que habia regresado de España, pero por el tono de voz, no era para alagar mi trabajo.
—No es que no estén dentro de mi atención madre. A mi se me estipularon solo cuatro sedes. Sedes en las que he trabajado lo suficiente para traer los avances necesarios. — Mi voz quería empezar a temblar, pero tome las respiraciones que pude para que esto no pasara.
La sala se convirtió en un lugar lleno de murmullos mientras mi madre y yo por fin nos veíamos a la cara. Ella movía entre su mano derecha una pluma que hacia girar entre sus dedos.
—Pero al parecer no has trabajado en las sedes que mayor atención requieren— Ella quito su mirada de mi y la dirigió hacia toda la sala. — Todos sabes que Phoenix y Nueva York son las sedes que mas grandes que nos sostienen y que por ninguna circunstancia deben de ser descuidadas. Ni por el mas mínimo detalle. ¿O es que me equivoco?
De nuevo los murmullo rondaban a lo que algunos de los hombres asintieron. — No podemos dejar de lado esto, independientemente de tu trabajo en las sedes, no es suficiente— mi madre cerro con fuerza la carpeta y la dejo de lado. Eso era todo por su parte.
—En ese caso señora Miller…— el hombre que interrumpió mi madre ahora no termino de hablar.
—Con todo el debido respeto madre— esta de inmediato me observo, al igual que mi padre que estaba con su ceño fruncido y Kate de la misma manera. — no es un descuido mío. Si desde un principio se me hubiera anunciado que esas sedes estaban a mi cargo, también estarían recibiendo la misma atención que les corresponde a cada una.
—¡Katy! — Kate a mi lado me jalo disimuladamente del brazo y me observo de mala manera.
—No es tu descuido, pero eres la responsable de interiores de nuestros hoteles, ¿Y dices que has hecho un gran trabajo Katy? — mi madre aferraba con mayor fuerza su pluma.
De inmediato sentí mi cuerpo entrar en una temperatura baja y un escalofrió recorrer mi cuerpo. ¿Por qué mi madre me hablaba así? ¿Acaso no veía el esfuerzo que estaba dando por ser una mejor hija?
—Lo he hecho y no quito el dedo del renglón. En este caso, si es tanto de tu molestia mi supuesta falta de atención, puedo asumir las dos sedes que mencionas a mi cargo.
Asombro y mas voces al fondo comentando sobre esto era lo que nos rodeaba. Yo estaba mas sorprendía por todo lo que estaba saliendo de mi boca porque desde nuestros conflictos nunca le habia contestado a mi madre y mucho menos frente a mas gente a nuestro alrededor.
Perdóname mama, pero tengo que defender mi trabajo.
—Con todo respeto señorita West, esas decisiones no las toma usted, sino su padre— El señor Robert ,tratando de tranquilizar la situación enfoco su vista a mi padre, quien ya sabia que estaba colado por el enojo que lo estaba consumiendo en estos momentos.
—En ese caso— hable de nuevo, con las fuerzas que no se de donde salían— padre, ya que escuchaste la sugerencia, ¿Puedes darnos una resolución?
El silencio total nos inundo unos cuantos minutos mientras mi padre tomaba una decisión. ¡Por dios! ¿Por qué mi madre habia hecho tal cosa? ¿Tanto era su desagrado por tenerme dentro de la empresa?
—En base a esto que acaba de ocurrir. — mi padre tomo una gran respiración— las sedes de Phoenix y Nueva York pasaran también a tu cargo Katy, pero con un anuncio— mis brazos temblaban y mis manos se aferraban a mis pantalones — cualquier rasgo de descuido, queja o situación que te incumba se te removerá del cargo de las mismas, ¿De acuerdo?
¿Pero que? ¿Cómo era posible que mi padre me dijera tales cosas? ¡Por dios! ¡ Mi esfuerzo de siete meses se habia ido a la basura solo por mi madre! ¿Por que era así conmigo?
Sabia perfectamente que no era le lugar ni el momento para gritar o reclamar, por lo que reacomode mi postura en lasilla y me encare mi padre.
—Lo acepto, con gusto.
—Perfecto— mi padre reajusto su saco y cerro la carpeta que estaba frente suya— con ese nuevo anuncio damos por terminada la junta de hoy. Les agradezco su atención y su tiempo para venir, pero si nos disculpan tenemos que reajustar este anuncio de manera familiar, por lo que les pido que salgan de la sala. De nuevo muchas gracias.
Los demás socios, con confusión salieron de la sala, poco a poco desocupándola hasta que quedamos nosotros cuatro y Elena, quien no se levanto bajo ninguna circunstancia.
—Elena, por favor déjanos solos, en un momento salgo y respondo las firmas que deje pendiente.
La misma se levanto rápido, pidiendo permiso para retirarse no sin antes dirigirme una mirada de angustia y de tristeza. La puerta se cerro y por fin solo nosotros nos encontrábamos.
Observe, de manera rápida, los rostros de mi familia, pero todos parecían estar avergonzados de esta situación.
—Katy, ¡Por dios! — mi padre se levanto de su silla y comenzó a caminar alrededor de la misma —¡Como te atreves a responderle así a tu madre! ¡Y mucho mas frente a toda la junta directiva! ¡Eso no es parte de nuestro linaje por favor!
¿Por qué todo tenia que ser malo para mi? ¡Por supuesto que no quería hacerlo! Pero no me iba a ser responsable de algo que ni siquiera me correspondía. Yo también trabajo aquí y no puedo dejar que el esfuerzo que me costo sacar los avances me los arruinara.
Kate solo mantenía su airada a su frente mientras que mi madre observaba a mi padre.
—No quise hacerlo y no creo que le haya hablado mal. Mama— de inmediato me volteo a ver y sol pude ver enojo en sus ojos. — no quise hablarte así, pero no puedes hacerme responsable de cuestiones que no me fueron asignadas, tu lo sabes y todos nosotros los sabemos. Esas sedes no estaban a mi cargo y si no es algo hasta que no se me de la orden, la ejecuto.
—¡Katy, por favor no lo complique mas! — Kate de inmediato se levanto y se puso a lado de mis padres— No debiste de responder así, hay otras maneras.
—¿Otras maneras? — de acuerdo, esto estaba colmando mi paciencia— ¿Humillando mi trabajo? ¿Haciéndome ver como la irresponsable de la familia? ¡No pude dormir hasta tener todos los arreglos que mencione, no podía descansar hasta que todas las sedes estuvieran en perfectas condiciones! ¿Y es así que me gano el esfuerzo? ¿Responsabilizándome de algo que ni siquiera estaba bajo mi cargo? ¡ Porque no los comprendo!
—Y no lo harás si sigues con esa actitud— desde que la observe por fin me estaba dando la mirada , totalmente hacia mi— Tu manera de hablarme dejo a tu padre, a tu hermana y a mi como lo malos de la familia, ¡Y eso no se puede repetir! ¿Tanto te gusta llevarnos la contraria Katy? ¿ Te agrada desobedecer nuestras opiniones?
—¡Por su puesto que no! — Me levante de mi silla con fuerza sin importarme que esta misma se estampara contra uno de los enormes ventanales— Al contrario seria para ustedes, ¿Tanto les desagrada mi rumbo de vida? ¡Por dios! No estudie lo que querían pero estoy aquí. ¡Para eso me prepare en mi carrera, para poder también ayudarlos! ¿Y siguen cargando con que no los obedecí? ¿Cuándo podrán dejarlo atrás?
Ninguno de los tres me observaba, no fue hasta que mi madre se levanto y sin decir mas tomo su bolso y salió de la sala de juntas, con Kate pisándole los talones. Conociéndola iba a tranquilizar a mi madre. Y era lo mas sensato. Ninguna de nosotros, por el momento podíamos estar en el mismo lugar.
—Ay dios— no habia sentido que mis manos temblaban y no fue hasta que las recargue en la mesa y me tome unas respiraciones.
—Katy, hija— mi padre mucho mas tranquilo se acerco hasta mi, pero de verdad que en estos momentos no podía dejar que me tranquilizara. — Entiéndenos por favor. No era el momento ni la manera hija.
—Por favor papa, tu tampoco por favor— me coloque frente a el y puede ver que ya se habia bajado el nudo de su corbata. —No lo voy a entender papa. ¡ Casi me amenazas frente a toda la junta! ¡Pusiste en el borde mi trabajo! ¿Y aun así vienes a pedirme que los entienda? Al contrario, ¡Mi madre no debió de decirme de algo que no me correspondía!
—Por favor hija. Tu madre solo quiere lo mejor para ti.
—¡No lo creo! Desde que decidí estudiar otra carrera, aunque fuera a trabajar con ustedes, no me habla, me ignora, ¿Y ahora tengo que soportar su trato en mi trabajo? ¿Tengo que solo responsabilizarme de cosas que no hice solo por ella?
Todo lo que llevaba dentro estaba saliendo, y aunque no quisiera hacerlo frente a estas circunstancias, no podía dejar que esto se me arruinara.
—Lo siento mucho papa, pero no puedo dejar que mi familia me haga esto. ¿Qué mas necesitan que haga? ¡Lo he hecho para que ustedes estén felices! ¿Qué mas quieren de mi?
No lograba captar mi vista y eso era porque mis lagrimas fluían con gran escape. Eran tantas que sabia que eran el resultado de todo el estrés y rechazo que llevaba acumulado. — si no sabes no importa— tome mis cosas y acomode mi bolso— le pediré disculpas a mi mama y no te preocupes, que esas sedes no saldrán de mi vista. Lo tendré bajo control.
—Katy…
—Nos vemos en casa. Regresa con cuidado.
Sin mas, limpiando mis mejillas abandone la sala de juntas, dejando escapar un poco del estrés que cargaba conmigo.
Habia aguantado tantos peros, a mi madre, las actitudes de mi propia sangre, pero en este momento y desde ahora tenia que ver por mi misma. Mis esfuerzos y la esperanza que aun quedaba en mi tenia que fortalecerme para poder salir adelante, si eso implicaba por dar la espalda a mi propia familia.
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