Valentina elabora su venganza, pero cuando logra todo lo que busca aparece alguien que pone todo patas arriba, incluso a ella.
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Cap. 11 Mamá, esa maldita volvió y casi me mata
Ani y Mario estaban descontrolados por lo estúpido que era su hijo, le había dado todas las armas para tenerlo en sus manos
* Franco, te dije que te apartes de esa mujer, tu debiste obedecerme _ Ani dijo con reproche, pero a Valentina no le importa si ellos sabían o no, de todas formas, su hermana había sufrido en manos de todos.
No tardaron en entrar los miembros de la mesa directiva y el secretario del departamento legal leyó la documentación presentada por Luana dejando en claro que es la accionista mayoritaria y tiene la última palabra cada vez que la empresa debe hacer una transacción determinada dejando a Franco a expensas de su voluntad.
Valentina conforme con la situación salió de ahí como una reina poderosa mientras todos la miraban anonadados, Luana había vuelto para arruinar a todos.
Mario Miraval estaban desencajados, ahora si tenían serios problemas y Franco solo cerró los ojos tratando de controlarse, todo está en caos total, Luana había vuelto con un plan de venganza terriblemente despiadado y metódico, apenas lleva unos días de regreso y ya tiene el control de su mansión, de su empresa y hora no entiende cómo va a hacer que ella vuelca a él y lo perdone, esa posibilidad se ve tan lejana que su mente está entrando en desesperación.
Montes entró al lugar para acompañara a Valentina y llevarla a su nueva oficina ya que va a tomar el puesto de CEO de la compañía y a Franco lo ha puesto en la vicepresidencia, ella va hacer de su vida un infierno y lo hará ver como destruye su patrimonio familiar, todo es válido para conseguir arrebatarle a la pequeña Valentina sin saber que hay alguien a quien deberá disputarle la niña pero será más difícil de lidiar que ese hombre estúpido que tiene en frene, la amenaza que se acerca es poderosa y lo peor es que será tan sorpresiva que ni la fuerte y astuta Valentina podrá con la tormenta que se avecina.
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En el aeropuerto internacional, arriba un hombre guapo y con la mirada fría, su porte denota que es un hombre de armas, un militar y su temperamento dice que es un hombre de alto rango o con mucho poder, tiene unos 30 años aproximadamente, es realmente apuesto y llama la atención de las féminas en el lugar.
Un auto de lujo lo espera y un chofer le abre la puerta trasera del auto saludándolo con respeto.
* Mayor Nwockovik, el señor lo espera con ansias _ dijo el chofer con un tinte de cariño mientras el hombre solo lo mira y asiente, ha vuelto después de muchos años para aclarar algo y ajustar cuentas.
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Mientras esto pasa Gloria está llorando desesperada con sus padres, Lina y Cástulo estaban seguros de que su hija Gloria pronto se casaría con Franco, pero la resucitación de Luana era algo que los tenía nerviosos.
* Mamá, esa maldita volvió y casi me mata, esa maldita bastarda se atrevió a golpearme y mandarme al hospital, quiero que la castigue, quiero que le quede claro que no puede tratarme así, yo soy el amor de Franco y ella no es nadie _ decía la mujer entre llantos mientras sus padres enfurecen.
* Mi hija amada, no te preocupes, voy a ir y arreglar cuentas con esa entenada, ella no es nadie para ofender a una verdadera Sheridan, esto no se va a quedar así dijo Lina molesta con el atrevimiento de Luana.
* Hija, yo me encargo de que esa mujer venga a pedirte disculpas de rodillas _ dijo Cástulo con toda seguridad, habían odiado a la hermosa Luana siempre, y más aún por su belleza que supera a la de las mujeres de la familia.
Gloria sonrió dichosa sin saber que sus padres tendrían la lección de su vida, sin saber que la Luana que volvió tiene sed de sangre.
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Mientras esto pasa Valentina hace cambiar cada mueble de la oficina de Franco, no quiere que quede nada donde ese hombre haya estado con su amante, es una ofensa para la memoria de su hermana que todo eso quede de la misma manera.
Franco por otro lado saca sus cosas mientras mira a Valentina con resentimiento, no entiende qué tiene de malo lo que había en su oficina hasta que decidió aplacar su curiosidad.
* Luana, ¿no entiendo lo que te pasa?, ¿Qué tiene de malo los muebles que había?, no te entiendo _ dijo el hombre mientras la miraba detenidamente.
* Franco, jamás me quedaría con esos muebles, quien sabe que cochinadas hiciste con esa puta de gloria en ellos, estoy segura que si pasó una luz ultravioleta todo esto brillaría como discoteca de tanto semen que debe a haber en todo lado _ dijo ella tranquila mientras Franco quiere ahorcarla.
* ¿Acaso estás celosa? _ dijo el hombre con burla.
* JA, ¿celos?, no, eso no, es asco, solo el saber que sus fluidos corporales están desparramados por ahí me hacen querer vomitar, es solo un acto de higiene e inocuidad, me desagradan los lugares cochinos como estos _ dijo ella con indiferencia dejando a Franco indignado.