Flores

Después de que les dieran los resultados de los exámenes los chicos celebraron con batidos y comida —Guau, que feliz me siento— —Yo igual, ojalá mis padres pudieran ver esto— —Y lo están haciendo— —Vamos brindemos, por una nueva etapa en nuestras vidas— —¡Salud!, después podremos brindar con alcohol— los chicos rieron y pasaron un momento agradable, unas horas más tarde todos fueron a sus cuartos, al entrar Albert a su cuarto se quedó parado en la entrada, se recostó hacia la puerta y se le salieron las lágrimas —No, no puedo permitirme llorar— dijo mientras se limpiaba las lágrimas y se fue a recostar en su cama, por otro lado, Isabella estaba sentada en el suelo viendo una fotografía de ella y llorando —Haré lo posible para vengar tu muerte— dijo Isabella con una mirada de enojo, días más tarde los chicos fueron al super a comprar todo lo que necesitaban para entrar a la universidad, al llegar a la casa sacaron las bolsas de la cajuela —Esta pesada, ¡cuidado!— —Descuida puedo aguantarlo, deberías hacer ejercicio Albert— le dijo John con una sonrisa de burla —Tal vez debería inscribirme a un tipo de deporte— dijo Albert dudoso, en el primer día de clases Albert está nervioso, ya que era la primera vez que no estaba en el mismo salón de clases juntos a sus amigos y como se imaginaba todos lo quedaban viendo raro esto hizo que se sintiera más nervioso, por otro lado, estaba Aria que era nueva en la ciudad y no conocía a nadie, cuando entro al salón vio a Albert en una esquina solo así que decidió acercarse a él —Hola, soy Aria— esto dejo sorprendido a Albert que con un tono nervioso le respondió —H-hola, yo soy Albert un gusto— los dos sonrieron —¿Me puedo sentar a lado tuyo?— —Si, perdón por la pregunta, pero, ¿De dónde eres? No te he visto por aquí— —Soy italiana, pero cuando era niña nos mudamos a Canadá y hace unas semanas nos mudamos aquí— —Guau, los primeros Carson eran italianos, pero tu nombre no suena italiano— —Jaja, es que lo cambiamos porque a las personas se les hacía difícil pronunciarlo— —¡Ah!, bueno de igual manera “Aria” es bonito— —Gracias— —Buenos días y sean bienvenidos a esta nueva etapa de su vida, vamos a iniciar explicando la materia así que saquen un cuaderno y anoten lo que les parezca importante—, después de que terminaran las clases Albert quería pedirle su número a Aria, pero le dio vergüenza así que mejor se fue Aria vio que Albert se iba y solo lo quedo viendo con una expresión de tristeza, al caminar hacia su casa Albert paso por una escuela de Muay Thai así que decidido entro lo recibieron en la recepción y al pasarle la lista de todo lo que necesitaba dio las gracias y estaba por salir cuando dos chicos que entrenaban salieron de sus clases Albert al verlos reconoció que eran los chicos que estaban en el funeral y se quedó sorprendido así que decidió perseguirlos —Disculpen, ¿tienen un momento? Solo un momento— les dijo Albert agitado de correr al escuchar a Albert los chicos se voltearon y al verlo lo reconocieron —Tu eres el “señorito Albert” tiempo sin verte— le dijo Harper —¿Que desea de nosotros el “señorito”?— —Yo necesito su ayuda, sé que sonara loco, pero para que les pueda explicar, si quieren o pueden ir a mi casa los esperare— les dijo Albert serio, aunque por dentro se moría de nervios, los chicos solo lo quedaron viendo —Bueno, si tenemos tiempo iremos, gracias por la invitación— le dijo Oliver y después se fueron.

Días más tarde, Albert recibió un correo donde decia que nuevas fábricas estaban fabricando cosas ilegales las estuvo checando por un rato hasta que recibió una notificación de videollamada —Hola, Benjamin, ¿Como la estas pasando?— —Bien, ¿y tú?, aunque algunas veces extrañe Portland— —Si, me imagino, yo estoy bien—, horas después Albert termino la videollamada *Toc toc* —Albert soy Isabella, hay dos chicos que te están buscando— Albert se emocionó de escuchar eso que fue corriendo a abrirles —Hola, bienvenidos— dijo Albert sudado y agitado lo que hizo que los chicos se rieran —Sabemos por qué nos dijiste que viniéramos y aceptamos solo queremos saber qué plan tienes— al escuchar esto Albert sonrió —Pasen, les mostrare todo el plan—.

En la universidad Albert y Aria se habían vuelto más cercanos así que decidido Albert la invito a comer después de clases y Aria acepto. — ¿A dónde quieres ir? Para que mi chofer nos venga a buscar— —No sabía que ya tenías chofer, ya que siempre te ibas caminando o en bus— —Contrate a uno, es una buena persona, ya le avise para que nos venga a buscar— —¿Como has estado estos días? Yo he estado un poco estresada en algunas materias— —Bueno yo casi no ya que tome clases en el verano, pero si necesitas ayuda en alguna materia me puedes decir y yo te explico— —Muchas gracias, ¿qué tal el fin de semana? Digo si no estas ocupado— —Claro, está bien ese día, solo que vivo con unos amigos por si te incomoda estar con muchas personas— —Esta bien, no me incomoda para nada— —Alla viene el chofer— era Harper que había aceptado trabajar de chofer y en cuanto vio a Albert con Aria le hizo una sonrisa burlona —Vamos entra— le dijo Albert a Aria mientras le abría la puerta —¿A dónde va señor?— —Vamos al restaurante que esta por la casa— —Bien señor— mientras los llevaba Harper hacia el restaurante había un silencio incomodo en el auto y Harper solo los miraba de reojo por el retrovisor, al llegar Aria y Albert comieron mientras Harper esperaba en el carro, después llevaron a Aria a su casa —Muchas gracias por la comida y no te olvides de nuestra cita— —Claro que no, nunca olvidaría una cita contigo— Aria sonrió y bajo del auto —Guau, eres malo con el romance— —Ya lo sé, todo lo que recuerdo de romance era el cómo mi papá trataba a mi mamá, pero nunca podre ser como el— le dijo Albert con una expresión tristeza —Desde ahora no solo te enseñare a pelear si no a coquetear— a lo que Albert sonrió.

Meses más tarde Aria invito a Albert a su cumpleaños y aunque Albert no sabía si asistir al final fue —Feliz cumpleaños, espero te guste el regalo— —Muchas gracias por haber venido— Albert y Aria pasaron un día muy especial, comieron y platicaron todo el día, —De nuevo te agradezco por haber venido, ya que estamos de vacaciones no nos veremos por un rato— —Bueno, entonces es tiempo de que te pida tu número— Aria sonrió y le dio su número. Albert debía irse a su casa por lo que se despidió de Aria con un beso en el cachete —De nuevo gracias por invitarme y espero que te guste el regalo— —Gracias a ti por venir y sobre el regalo te lo diré por mensaje— después de eso Albert se fue a su casa.

Seguían pasando los meses y tanto Oliver como Harper se volvían más cercanos a los chicos, así como John se volvía cercano a William cada vez lo invitaba a la casa y Albert también invitaba a Aria, todos estaban felices, pero sabían que si querían estar con ellos debían decirle la verdad de todo lo que estaban planeando, por lo que John en el cumpleaños de William lo invito a su nuevo apartamento por lo que este emocionado acepto, al llegar John lo recibió con una comida hecha por Logan —Adelante pasa, siéntete como en casa— —Gracias, que lindo apartamento, ¿cómo lo pagaste? Se que no tienes trabajo— —Bueno Albert heredo la compañía y me ofreció un puesto— —Que increíble, es bueno tener amigos que se apoyan— —Si, bueno dejemos de hablar de mí, ya que hoy es tu cumpleaños y te compre un regalo, aquí toma felices quince años— —Gracias, no debiste molestarte, guau es una playera... gracias— dijo William triste y nervioso —Sabes desde que nos conocimos no usas solo las playeras, siempre traes un abrigo o una camisa, pero nunca dejas ver tus brazos, aunque haya calor, siempre he querido preguntarte, pero si no quieres está bien— —Cuando era niño vivía en un orfanato en Inglaterra un orfanato en Portland nos recaudó a mí y a otros niños con le excusa de que aquí había parejas que querían adoptar, pero al llegar solo nos maltrataban y hacían pruebas con nosotros eso nos dejó cicatrices— decía William mientras se le salían las lágrimas y se alzaba las mangas, John al ver toda las marcas sintió impotencia y coraje —¿Qué paso después? Esos malditos...— —Después de unas semanas de que llegara una niña nueva su familia descubrió donde estaban y la fueron a rescatar a los días mis padres me adoptaron— —¿Quién era esa niña? Tal vez la conozca— —No me acuerdo mucho, pero era una niña dulce a pesar de haber vivido todo eso y también perdió a su familia— —Perdón, por hacerte recordar ese momento— —No, a veces es bueno recordar de dónde vienes, además eso ya paso ahora ya no me duelen— le dijo William con una gran sonrisa lo que hizo que John se sintiera conmovido —Creo que ahora es mi turno de contarte lo que voy hacer— John le conto todo sobre el plan de Albert y los sentimientos que sentía hacia William —Sinceramente nunca pensé que me llegarían a gustar los hombres y menos un niño— —Yo no soy un niño y también me gustan los hombres, por eso no tenía amigos me sentía como un bicho raro— —Guau, ¿qué tal si por ahora solo nos conocemos más y cuando sea el momento adecuado podremos intenta algo— —Me gusta mucho la idea—.

Por otro lado, Albert también quería decirle a Aria sobre su plan por lo que la invito a la casa, al llegar Aria este la recibió y le hablo sobre su familia —Que bonita familia tienes— —Gracias, la verdad te traje aquí para decirte un secreto que tengo y no quería seguir ocultando porque tú has sido muy buena conmigo— Albert le conto todo lo que había pasado, desde el accidente hasta el plan que tenían a lo que Aria solo se quedó sorprendida —Entonces, ¿puedo formar parte de ese plan? Digo si se puede— esto alegro tanto a Albert que se levantó y le dijo que si con una sonrisa.

Un año después tanto Logan como Isabella se habían mudado a nuevos apartamentos y Albert solo vivía con Oliver y Harper. Albert le quería pedir a Aria que fuera su pareja, ya que los padres de ella iban a regresar a Canadá y no quería que ella se fuera así que adorno el jardín con las flores que e hizo un ramo. Unas horas más tarde Aria llego a la casa y Oliver la llevo al patio donde estaba Albert esperándola al ver todo Aria se quedó sorprendida y se sentía nerviosa, por lo que Albert se acercó a ella, se arrodilló y le hizo la pregunta —Aria, ¿me harías el honor de ser tu pareja?— Aria estaba sorprendida —Sí, quiero que seas mi pareja— dijo mientras se le salían las lágrimas, los dos se abrazaron y se dieron su primer beso.