En un mundo donde las tradiciones patriarcales dictan el poder, Arya Eryndor, la hija menor de una familia noble, lucha por demostrar que es digna de liderar su clan. Tildada de inútil y subestimada por sus tres hermanos mayores—Aric, Magnus y Kael—, Arya enfrenta conspiraciones internas y externas mientras intenta consolidar su posición como líder legítima.
Su vida da un giro inesperado cuando hereda una vasta fortuna y propiedades tras la muerte de un benefactor secreto, lo que le da los recursos para enfrentarse a sus enemigos y reconstruir la posición de su familia. Sin embargo, la traición dentro de los Eryndor no tarda en surgir, con Aric liderando los esfuerzos para desacreditarla y Magnus y Kael urdiendo planes que pondrán en peligro no solo su reputación, sino también su vida.
En medio de estas tensiones, Arya invita a Darian Arkavian, un enemigo histórico de los Eryndor, a un festival con la esperanza de negociar la paz y desarmar las hostilidades. Pero la llegada de Darian
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Sombras en movimiento
El ambiente en la fortaleza de los Eryndor era pesado, como si el eco de la muerte de Lord Eryndor todavía rondara los pasillos de piedra. Arya, ahora enfrentada a sus hermanos y con la carga del legado de su padre, observaba desde una ventana las tierras de su familia.
El consejo, liderado por Lord Thane, había convocado una reunión con los aliados más cercanos. Magnus y Kael habían estado en contacto con varios de ellos, tratando de reforzar sus propias posiciones. Arya entendía que la batalla por el liderazgo ya no era una lucha abierta; ahora todo se decidía entre alianzas, traiciones y estrategia.
"Los aliados están listos, mi señora," informó Sienna, entrando en la habitación. "Lord Thane espera en el salón. También están presentes algunos que dudan de su capacidad para liderar."
Arya giró lentamente. "No es mi capacidad lo que está en cuestión, sino su lealtad. ¿Qué noticias hay de Aric?"
Sienna negó con la cabeza. "Sigue fuera de nuestro alcance, pero según los informes, está reuniendo hombres. No podemos bajar la guardia."
Arya asintió y salió de la habitación, su mente trabajando a toda velocidad. Si el consejo no la apoyaba plenamente, el liderazgo que buscaba podría escaparse de las manos, y eso era algo que no podía permitir.
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El salón estaba lleno de figuras importantes: nobles, líderes de clanes menores y miembros clave del consejo, con Lord Thane presidiendo la mesa. Su presencia imponía respeto, pero Arya sabía que incluso él estaba siendo cauteloso respecto a sus decisiones.
"Bienvenida, Lady Arya," dijo Lord Thane con su tono solemne. "Hoy discutiremos el futuro de esta casa. Espero que tengas claro lo que está en juego."
Arya asintió, tomando su lugar en la mesa. Magnus y Kael ya estaban sentados, y aunque mantenían las apariencias, Arya podía sentir la tensión en el aire.
"Gracias a todos por venir," comenzó Arya, su voz firme. "En tiempos como estos, nuestra fortaleza no solo depende de nuestras espadas, sino de la lealtad entre nosotros. Hoy quiero dejar claro que estoy lista para liderar y proteger el legado de mi padre, Lord Eryndor."
Magnus soltó una risa seca. "¿Proteger? ¿Eso es lo que llamas lo que has hecho hasta ahora? Si algo hemos visto, es que las divisiones dentro de esta familia están más fuertes que nunca."
Lord Thane levantó una mano, deteniendo cualquier disputa. "Esto no es una arena para enfrentamientos personales. Magnus, tendrás oportunidad de hablar, pero primero dejemos que Arya termine."
Arya asintió a Lord Thane en señal de respeto antes de continuar. "Las divisiones no son mi creación, Magnus, sino el resultado de años de rencores y ambiciones mal encaminadas. Mi objetivo no es simplemente liderar, sino sanar a esta familia para que podamos enfrentar juntos a nuestros enemigos externos, como lo habría querido mi padre."
Kael intervino, cruzando los brazos. "Y, sin embargo, parece que solo tú tienes acceso a la información sobre Aric. Si de verdad queremos enfrentarlo, necesitamos compartir todos los recursos. ¿O acaso temes que alguien más sea más eficaz que tú?"
Arya lo miró fijamente, su mirada helada. "No temo a nadie, Kael. Pero no voy a entregar información crucial a quienes podrían usarla en mi contra."
"¡Basta!" dijo Lord Thane, golpeando la mesa con su bastón. "Esta discusión debe centrarse en soluciones, no en acusaciones. Arya, si tienes un plan, compártelo. Y los demás, escuchen antes de juzgar."
Arya respiró hondo antes de responder. "Mi prioridad es encontrar a Aric antes de que pueda reunir un ejército. Tengo espías trabajando en ello, y en cuanto tengamos una ubicación confirmada, actuaré. Pero para eso necesito que esta familia esté unida, al menos públicamente."
Lady Rowena, una de las aliadas presentes, habló con un tono cauteloso. "Arya tiene razón en algo: si seguimos divididos, Aric no tendrá que esforzarse mucho para destruirnos. Pero el liderazgo no se da solo con palabras, sino con acciones. ¿Estás dispuesta a demostrar que mereces este lugar, Arya?"
"Por supuesto," respondió Arya sin titubear. "Lo he estado haciendo desde que decidí luchar por este trono. Y seguiré haciéndolo, porque no voy a permitir que lo que construyó mi padre se desmorone."
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Más tarde, mientras Arya revisaba informes en su estudio, una figura conocida apareció en la puerta: Darian Arkavian.
"Parece que la lucha interna de los Eryndor no tiene fin," comentó Darian, cruzando los brazos. "Deberías considerar lo que te dije antes: el mayor enemigo de una familia a menudo es uno de los suyos."
Arya dejó los papeles y lo miró con frialdad. "¿Y qué sugieres? ¿Que simplemente me retire y deje que mis hermanos destruyan lo que queda de este legado?"
Darian sonrió, inclinándose levemente hacia ella. "No, Arya. Sugiero que seas más cuidadosa. Hay demasiados ojos sobre ti, y no todos están aquí para apoyarte. Si quieres ganar, necesitas aliados, no solo subordinados."
"Tú también estás aquí para observarme," respondió Arya, acercándose. "Pero dime, Darian, ¿eres un enemigo esperando tu oportunidad o un aliado con motivos ocultos?"
Él mantuvo su sonrisa, inclinándose aún más cerca. "Eso, Lady Arya, depende de ti."
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En un lugar desconocido, Aric se reunía con un grupo de mercenarios. "Mi querida hermana cree que está segura en la fortaleza, pero pronto aprenderá lo contrario. Cuando regrese, lo haré como el verdadero líder de los Eryndor, y no dejaré lugar para sus ambiciones."
Uno de los mercenarios habló. "¿Y el consejo? ¿Qué harás con ellos?"
Aric sonrió. "A Lord Thane lo guardaré para el final. Primero, quiero que vea cómo todo lo que ha construido se desmorona bajo su mando."
