es sobre una chica solitaria y un poco tímida que en un momento de soledad es enviada a otro mundo
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el pueblo de los elfos
Sol ve a Eryndor afuera de la puerta del gremio y lo saluda
Eryndor sonríe al ver a Sol y le responde:
Eryndor: "¡Ah, Sol! ¿Adónde vas con tanta prisa? ¿Puedo acompañarte?"
Sol se detiene y sonríe:
Sol: "Voy al pueblo de los elfos a llevarle unos suministros a la curandera. El Maestro Ryder me pidió que los entregara en persona".
Eryndor asiente y se ofrece:
Eryndor: "Puedo acompañarte, si quieres. Conozco el camino y puedo ayudarte con los suministros".
Sol duda por un momento, pero luego sonríe:
Sol: "Me gustaría que me acompañaras. Será más divertido con tu compañía".
Mientras caminan, Eryndor se detiene y se agacha para recoger algunas plantas que crecen en el suelo. Sol se acerca y se sorprende al ver las plantas.
Sol: "¿Qué son esas plantas? No las había visto antes".
Eryndor sonríe y comienza a explicar:
Eryndor: "Estas son plantas medicinales muy valiosas. Esta es la 'Lágrima de la Luna', se utiliza para curar heridas y reducir la inflamación. Y esta es la 'Hoja de la Vida', se utiliza para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades".
Sol se sorprende por el conocimiento de Eryndor:
Sol: "¡Wow! No sabía que eras un experto en plantas medicinales. ¿Cómo las aprendiste?"
Eryndor se ríe y continúa explicando:
Eryndor: "Mi madre era una curandera, me enseñó todo sobre las plantas medicinales cuando era niño. Siempre me fascinó la forma en que las plantas pueden curar y ayudar a las personas".
Sol le pregunta a Eryndor podemos recolectar para vender al gremio
Eryndor se detiene y piensa por un momento antes de responder:
Eryndor: "Sí, es una excelente idea, Sol. El Gremio siempre está buscando plantas medicinales de alta calidad para sus misiones y para ayudar a los aventureros. Podemos recolectar algunas de estas plantas y llevárselas al Gremio cuando regresemos. Seguro que el Maestro Ryder estará interesado en comprarlas".
Sol sonríe, emocionada por la posibilidad de ganar algo de dinero y ayudar al Gremio:
Sol: "¡Genial! Vamos a recolectar algunas entonces. ¿Cuántas crees que podamos llevar?"
Eryndor se ríe y comienza a recolectar las plantas:
Eryndor: "Bueno, no queremos sobre recolectar y dañar el ecosistema. Pero podemos llevar un buen cantidad. Digamos... un par de docenas de cada una. Eso debería ser suficiente para el Gremio y no dañar el medio ambiente".
Después de recolectar las plantas, Sol y Eryndor continúan su camino hacia el pueblo de los elfos. Al llegar, son recibidos con una cálida bienvenida por la curandera del pueblo, una elfa sabia y amable llamada Elara.
Elara: "¡Bienvenidos, Sol y Eryndor! Gracias por traer los suministros. Estamos muy necesitados de ellos".
Sol sonríe y entrega los suministros:
Sol: "De nada, Elara. Es un placer ayudar al pueblo de los elfos".
Eryndor también se acerca y saluda a Elara:
Eryndor: "Elara, es un placer verte de nuevo. ¿Cómo está el pueblo?"
Elara sonríe y responde:
Elara: "Estamos bien, gracias. Aunque hemos tenido algunos problemas con las criaturas oscuras en los bosques cercanos. Pero gracias a la ayuda del Gremio y amigos como ustedes, podemos mantenernos seguros".
Sol y Eryndor se quedan un rato más, charlando con Elara y aprendiendo más sobre el pueblo de los elfos y sus costumbres. Después, se despiden y comienzan su camino de regreso al Gremio, con las plantas medicinales en mano.
