Esta es la historia de 6 lobos, que con ayuda del buscador de mates Nolan Suche, parten en busca de sus parejas destinas, llegando a lugares a los que nunca se imaginaron visitar y experimentando todo tipo de experiencias que los podrán a prueba, pero para estos 6 lobos, ninguna prueba es lo suficientemente difícil, si la recompensa es esa personas que estuvieron esperando toda la vida.
Esta es la continuación de mi historia “La Buscadora de mates” espero que les guste.
Esta historia se concentrara en los hijos de Susana y Malik, los de Donia y Kalil, y los de Elizabeth y Julian.
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Capítulo 9
EMMA
Estoy que feliz, que digo feliz, estoy en el séptimo cielo, Haran me invito a pasar un fin de semana con él, eso suena más que romántico, y estoy ansiosa por que llegue ese fin de semana.
- Bueno, esta es toda mi ropa, me vuelves a repetir, ¿para qué la quieres? – me pregunta Emma.
Actualmente, estoy en su casa, y es que le pedí a mi amiga ayuda para prepararme para mi escapada de fin de semana, a lo que ella, como la mejor amiga que es, acepto.
- Ya te dije, quiero sorprender a Haran con algo nuevo, y él conoce todo mi guardarropa, por lo que necesito que me prestes algo tuyo – le repito a mi amiga como si fuera algo obvio, Emma y yo tenemos una complexión similar, por lo que su ropa me queda sin ningún problema.
- Y ¿Por qué no compras algo, en vez de asaltarme a mí? – me pregunta mi amiga, mientras sigue sacando más de su ropa para que la vea.
- Por qué me gaste casi todo mi dinero en la sorpresa para Haran, y mi padre se negó a darme más, puesto que él considera que ya tengo suficiente ropa, como para comprar más – le contesto a mi amiga, mientras una sonrisa se asoma en mi rostro al recordar lo que Haran hizo con todos aquellos adornos que hice.
A la mañana siguiente de tan hermoso día, Haran tomo una caja y guardo con sumo cuidado todos y cada uno de los adornos que había hecho, y cuando le pregunte ¿Por qué los estaba guardando?, su respuesta fue.
- Porque fue algo que hiciste para mí, eso los hace muy valiosos para mí – esa fue una respuesta más que perfecta, que me hizo amarlo aún más.
- La verdad, creo que exageras, debo de admitir, que aunque lo dude al principio, ahora no tengo dudas, Haran te ama, podrías ir con un saco, y para él estarías encantadora – me dice mi amiga.
- En eso tienes razón, pero aun así, deseo verme bonita para él – le digo, mientras escojo unas cuantas blusas, que sé que quedaran muy bien con algunos de los pantalones que tengo, y como últimamente está haciendo un poco de frío, tomo una de sus bufandas para llevarme también – listo, con esto tengo – le digo mostrándole mi botín.
- La quiero lavada y planchada, ¿entendiste? – me dice, mientras me señala amenazadoramente.
- Sí, mi comandante – le digo, con saludo militar incluido
- Exagerada, ahora ayúdame a guardar todo – me dice, a lo que yo lo hago con gusto, al fin y al cabo es lo mínimo que puedo hacer, puesto que fui yo quien causo el desorden.
Cargada con mis no compras, me dirijo a casa, y es que Emma, vive cerca de mí, si bien no somos vecinas, propiamente dicho, si vivimos cerca la una de la otra, por lo que puedo volver caminando sin ningún problema.
Durante el camino a casa voy fantaseando sobre mi fin de semana a lado de Haran, y solo deseo que el viernes llegue pronto, es una lástima que aún sea miércoles, entonces una voz me saca de mis pensamientos.
- Disculpe, señorita, ¿podría ayudarme? – me dice dicha voz, y al voltear veo que es un hombre.
El hombre frente a mí es alto, muy alto, y muy delgado, parece un palo, unos lentes cubren sus ojos, que perecen ser de color oro, y hacen juego con su cabello castaño claro, debo admitir que es guapo a su manera, no es para nada el estereotipo de belleza masculina, puesto que, a pesar de su edad, ya que se ve mayor, como de 35 o 40 años, tiene una mirada que le da un aire inocente, que lo hace lucir lindo, para nada tiene esa faceta de tipo rudo y musculoso que muchas las mujeres consideran atractivo.
- Si, por supuesto, ¿en qué puedo ayudarlo? – le digo, y si bien que nunca es buena idea hablar con extraños en la calle, algo en este hombre me inspira confianza.
- Podría decirme ¿en dónde queda esta casa?, quede en verme con mi esposa allí, pero me perdí – me dice, mientras se rasca la cabeza.
Al ver la dirección me sorprendo al ver que es la de mi casa.
- Sí, sé dónde queda, de hecho es mi casa – le digo.
- Oh, vaya, qué pequeño es el mundo, ¿podría permitirme acompañarla? – me pregunta.
- Por supuesto vamos – le digo.
Ambos nos dirigimos a mi casa, y allí el señor, cuyo nombre es Nicolás, me dijo que es profesor de nivel primaria, y que está en la ciudad con el equipo de deletreo de su escuela, puesto que vinieron a concursar en la ciudad.
Al llegar a casa, no tengo la oportunidad de siquiera abrir la puerta, puesto que, un rayo cabello negro, sale de mi casa y embiste al profesor Nicolás, quien apenas y puede mantener su equilibrio, y sin pudor alguno, ese rayo, que resultó ser una joven como de 24 años, besa al profesor Nicolás, y que beso, Nicolás, en contra de lo que pensé, corresponde de inmediato, y vaya que estos dos saben dar un espectáculo, quien lo diría, y yo pensando que Nicolás tenía el aspecto de alguien tímido.
- Elisa, por favor, déjalo respirar, acaba de llegar – oigo que Haran le habla a aquella chica, quien de muy mala gana se aleja de su esposo, porque con ese beso, sospecho que aquella chica, es la esposa de Nicolás.
- Lo extrañé mucho, tengo derecho a querer recuperar el tiempo perdido – le dice la tal Elisa a mi novio
- ¿tiempo perdido?, solo no lo viste como 2 horas – le dice Haran, a lo que Elisa le saca la lengua, la verdad es que ambos son muy divertidos.
Ya una vez todos dentro de la casa, Haran me presenta a la chica misteriosa, quien es nada más ni nada menos que su prima, a la que se supone que conocí en la boda de mi hermana, pero bueno, creo que mi atención estaba solo en Haran, porque no la recuerdo. Ella había decido acompañar a su esposo al concurso de deletreo, y aprovechando que era en esta ciudad, ambos decidieron pasar a saludar a Haran, al que no habían visto en un tiempo.
La verdad fue una tarde de lo más animada, Elisa era una persona muy ocurrente, y de lo más divertida, mientras que Nicolás, si bien no es tan expresivo como su esposa, no es para nada aburrido, pero lo más hermoso fue verlos interactuar entre ellos, se nota lo mucho que se aman, y así como Haran y yo, entre ambos hay una diferencia de edad notoria, que a ninguno de los dos parece afectarles, y al verlos, yo solo puedo desear que mi relación sea así de fuerte y bella en el futuro.
nos podría dar a más detalle como la conquistó ya que duro 3meses