El Último Contratado

Mientras tanto en la oficina del CEO, Ethan y Nelson se ríen como si estuvieran viendo una película de comedia, resulta que Ethan había sido informado sobre la confusión en el departamento de diseño y al enterarse que los involucrados eran Ravenna y Carolina, insistió en vigilando todo por cámaras de seguridad.

Si Carolina supiera esto seguramente le daría un infarto, cuando la confusión terminó, Ethan le pidió a Nelson que llamara a Carolina, inexplicablemente estaba muy tranquilo, tal vez era la calma antes de la tormenta.

Ethan también llamó a sus abogados, es hora de firmar el contrato y enviar a Carolina a casa, antes de que se meta en más problemas. Como Carolina era violenta, Ethan decidió investigar su pasado.

De hecho Carolina nunca ha sido una mujer violenta, aprendió a pelear después del intento de violación hace 5 años, pero nunca se metió en una pelea, esta fue la primera vez.

Increíblemente Carolina aún es virgen, tuvo algunos novios, pero debido al trauma no pudo dar un paso más grande y la relación simplemente terminó.

Unos minutos después, Nelson ingresó a la habitación en compañía de Carolina, justo detrás de ellos entraron los dos abogados, Carolina miró a los cuatro hombres que la rodeaban y por un momento tuvo dificultad para identificar cuál de ellos era el más guapo.

Ethan notó la mirada atenta de Carolina, tanto hacia él como hacia los demás, por lo que sonrió, pues está seguro de que Carolina no pasará la prueba de lealtad a la que será sometida más adelante.

Nelson miró a Ethan y dijo en broma:

Nelson- Eso es genial, ustedes dos hacen una buena pareja jajaja.

Ethan miró a Nelson, quien a su vez no se atrevió a decir nada más y salió de la oficina.

Con solo las partes interesadas y los abogados presentes, Ethan decidió resolver esto rápidamente, después de calmarse, uno de los abogados le entregó el contrato a Carolina, ella lo leyó y al darse cuenta que todo estaba bien, rápidamente lo firmó y Ethan también hizo el mismo.

Al ver que ya no eran necesarios sus servicios, los abogados se despidieron y estaban a punto de salir de la sala, de repente uno de ellos se detuvo y mirando a Ethan comenzó a hablar en portugués brasileño.

Abogado1- Haz todo lo posible para que esta vez funcione, ella es muy hermosa y mereces ser feliz.

El otro abogado solo suspiró impotente, su amigo siempre dice lo mismo, pero Ethan nunca escuchó sus consejos, Carolina a su vez solo esperó una respuesta de Ethan, después de unos segundos Ethan dijo con una sonrisa en su rostro, él también habló. en portugués.

Ethan- No será esta vez, ella no está calificada para ser mi esposa.

Al escuchar esas palabras, Carolina inexplicablemente sintió una punzada en el pecho, aprendió a hablar portugués brasileño con su madre Luiza, pero por primera vez deseó no saberlo.

Carolina se quedó allí, estática, puso cara de confusión para que todos pensaran que no entendía esas palabras. Al escuchar eso, el abogado abrió mucho los ojos con incredulidad y luego habló.

Abogado1- Debes estar loco, ella te sorprenderá, ya verás.

Abogado2- Estoy de acuerdo con Matthew.

Ethan- Ya me ha sorprendido, negativamente claro, es una mentirosa jajaja.

Temiendo que Ethan la lastimara aún más con sus crueles palabras, Carolina decidió involucrarse en la conversación.

Carolina- Me doy cuenta que estás en un punto muerto, por lo que te sugiero que programes una reunión y resuelvas esto en otro lugar y que yo no esté presente, ya que es una situación muy desagradable.

Los hombres quedaron impactados por las palabras de Carolina, los abogados palidecieron y se fueron rápidamente, Ethan permaneció apático, no se avergonzaba, al fin y al cabo, “¿a quién perdió para que lo encontrara?” Estando solo en la habitación, Ethan caminó hacia la puerta, la cerró y se guardó la llave en el bolsillo.

Carolina al ver eso entró en pánico mentalmente, pues su cuerpo emanaba calma, miró a Ethan y luego le preguntó:

Carolina- ¿Por qué cerraste la puerta? ¿Tienes algo importante que decirme? Como por ejemplo, ¿por qué me llaman mentiroso?

Al escuchar sus palabras, Ethan sonrió con suficiencia y luego habló:

Ethan- Escuché tu discusión con Ravena, por eso digo que eres un mentiroso, pero si realmente quieres ser parte de mi lista puedo hacer ese sacrificio.

Carolina tragó fuerte, sus palabras una vez más la humillaron, nunca le gustó alardear, sin embargo, está segura que tiene un hermoso cuerpo y también un hermoso rostro, definitivamente no sería un sacrificio poseerla, Carolina permaneció en silencio por Algún tiempo y luego comenzó a hablar:

Carolina – Lo siento, señor Ethan. Ah, muchas gracias por la oferta, pero no me interesa.

Esta vez fue Ethan quien tragó fuerte, nunca antes lo habían dejado, Carolina se mantuvo seria todo el tiempo, cueste lo que cueste, hará todo lo posible para no involucrarse con Ethan, él también parece comprometido a hacer vida entre los dos.

Después de un largo período de mirar a Carolina, Ethan decidió ponerla a prueba, lentamente se acercó a ella e intentó besarla, pero Carolina lo reprendió.

Carolina- Aléjese de mí, Sr. Ethan, eso no estaba en el contrato, al fin y al cabo no necesitamos montar un espectáculo, ya que no hay público.

De repente Ethan se irritó, se pasó la mano por el cabello y le puso los ojos en blanco, luego abrió la puerta y le pidió que se fuera, Carolina no dijo nada y se alejó planeando irse, pero al pasar a Ethan él agarró ella por la espalda, pulso y habló.

Ethan- Te despiden por justa causa, atacaste a un compañero de trabajo. Vete a casa, enviaré al conductor a recogerte por la noche.

Carolina ya esperaba esto, pero habló de una manera que entristeció a Carolina, había alegría en hacer eso, ella solo asintió y jaló su brazo tratando de deshacerse de Ethan, pero él se agarró más fuerte y pronto volvió a hablar:

Ethan- Aprovecha el dinero que te di y cómprate un buen perfume, el que usas se parece mucho al perfume de las putas que como de vez en cuando.

Carolina quedó impactada por sus palabras, se esforzó por no llorar, sus palabras fueron pocas, pero las sentía como navajas tocando su pecho. De hecho, Ethan siempre trató a las demás mujeres con mucho respeto, pero como Carolina lo despreciaba, terminó despertando su enfado.

Carolina lo maldijo mentalmente, mientras miraba fijamente a Ethan, al ver que el hombre no pensaba soltar su brazo, Carolina habló con frialdad.

Carolina- Déjeme ir ahora mismo, ser atacado no es parte del trabajo, señor Ethan.

Ethan soltó su brazo con una sonrisa de satisfacción en su rostro, Carolina miró su muñeca adolorida y notó que había marcas rojas, frotando el punto dolorido, Carolina miró a Ethan y habló con franqueza.

Carolina- No repitas eso en el futuro, sino te romperé la cara, lo cual sería una pena, al fin y al cabo eso es lo único bueno que tienes.

Al escuchar sus palabras la sonrisa de Ethan desapareció, esta es la primera vez que alguien lo amenaza, de repente Ethan recordó el puñetazo certero que Carolina le dio a Ravenna, dejando en claro que ella no es amateur y por las dudas, Ethan decidió no repetir esto. en el futuro.

Pensando de esta manera, Ethan cambió deliberadamente de tema.

Ethan- ¿Cuándo planeas mudarte a mi casa?

La pregunta de Ethan hizo que Carolina comenzara a sudar frío, pues estaba tan desesperada por conseguir el dinero que ni siquiera pensó en ello, ¿quién se hará cargo de su madre? ¿Qué excusa plausible dará la madre para justificar su ausencia durante 4 meses? La cabeza de Carolina daba vueltas, Ethan notó su vacilación y preguntó:

Ethan- ¿Qué pasó? ¿Estás pensando en romper el contrato?

Carolina- No señor, no lo había pensado bien. Puedo mudarme mañana, si estás de acuerdo.

Ethan solo asintió y se alejó, luego Carolina salió de la oficina en silencio, siempre que los dos comparten el mismo espacio, Carolina se va sintiéndose triste, porque Ethan siempre se esfuerza por tratarla mal.

“¿Se ha dado cuenta de que estoy enamorado de él y me humilla solo para saber cuál es mi lugar?” se preguntó mentalmente mientras entraba al ascensor, pulsaba el botón del piso cuarenta y se dirigía al departamento de diseño, recogía sus cosas, se despedía de sus compañeros y salía de la empresa.

Una vez afuera, Carolina tomó un taxi y se fue a su casa. Algún tiempo después finalmente llegó a casa, pagó el pasaje, salió del auto y entró a la casa.

Al estar sola en casa Carolina se permitió llorar, se sentó en el sofá y lloró impotente, está en el fondo, lo peor es que esto es solo el comienzo, Carolina cree que tal vez los padres de Ethan sean tan malos como él, así que ya se imagina el infierno que será vivir en la mansión Villar.

Al rato, Carolina dejó de llorar y fue a la cocina a preparar el almuerzo, después de poner las cacerolas al fuego, Carolina se dirigió a un pequeño cuarto al fondo de la casa y comprobó si sus “amores” estaban bien. Abrió la puerta y pudo comprobar que sus cuadros permanecen intactos, esa es su otra pasión.