Se aleja para proteger a quién Ama con todo su corazón, sin embargo, todo termina en una tragedia, Renace para defender a la persona que Ama.
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Cap. 3 Caín, ¿se te ofrece algo?
Sofía se sacó el incómodo vestido de novia y se dio un baño relajante, esos días había sido un terrible estrés para ella, Atena y sus comentarios desagradables, los escándalos de Amaranta sobre el tema, la indiferencia a todo esto de parte de Caín, el abuelo Caleb haciendo las cosas como a él le da la gana.
Cuando salió llevaba un conjunto de algodón ligero muy delicado, era una solera y un short un poco revelador, se veía hermosa, cuando estaba por dormir, escuchó los toques en la puerta y supuso que era Caín, no son desconocidos, se conocen desde hace mucho tiempo, solo que el carácter reservado de Caín la alejaba un poco.
Sofía abrió la puerta de lo más confiada y fue cuando Caín entró dando un suave empujón a la puerta, Sofía sólo se hizo a un lado por la rapidez del movimiento, y vio el alto y musculoso cuerpo de Caín entrar solo con el pantalón de su pijama, era una noche calurosa, el mostraba su formidable estado físico.
* Es linda tu habitación, parece que te has instalado bien _ dijo indiferente mientras mira a todo lado.
Sofía corrió para ocultar su sostén y sus calzones que los había dejado en la cama para ponerlos en la ropa sucia, solo que no sabía dónde estaba eso aún.
* Caín, ¿se te ofrece algo? _ dijo ella mirándolo un poco apenada, no entiende qué quiere tan tarde.
* Oh, vengo por mi noche de bodas, me he casado hace unas horas y quiero mi correspondiente noche de bodas _ dijo mirándola con tranquilidad, para él es de lo más natural, en cambio Sofía abre y cierra la boca sin entender nada.
* Caín, eso no está en el contrato, esto no es un matrimonio de verdad…, ¿Qué haces? _ dijo nerviosa cuando lo vio acercarse a ella con una mirada oscura pero no se veía molesto ni nada por el estilo.
* Sofía, eres hermosa y somos marido y mujer, ¿cómo no podría reclamar mi justo derecho de que seas mía esta noche? _ dijo con un tono grave y bajo mientras la toma de la muñeca atrayéndola a él para envolverla en sus brazos.
Sofía lo mira como un ciervo encandilado, ¿acaso quiere tener intimidad conmigo?, la hermosa niña solo parpadea hasta que sintió la gran y caliente mano de Caín en su nuca para luego ser besada descaradamente.
Caín se deleitó con su boca mientras Sofía trataba de seguir el ritmo, pero ella había sido un poco apática con los chicos así que no tenía mucha experiencia.
* Caín, yo…, yo no…, _ dijo ella entre besos mientras el hombre tomó sus nalgas masajeandolas y la dirigió a la cama aprovechando el caos.
* Lo sé, voy a ser gentil, no te voy a lastimar, solo déjame hacerte disfrutar un rato _ dijo Caín mientras se deleitaba con su esbelto y suave cuello.
Caín fue quitando las prendas de Sofía mientras ella refunfuñaba pero no lo detenía, Sofía sabía que esto solo era un pago que exigía Caín por ayudarla contra su voluntad, solo esperaba que no sea brusco, que no la lastime, y así fue, Caín la trató con sumo cuidado, fue delicado con ella en su primera vez, casi y parecía otro hombre en ese momento, pero al llegar la mañana, Caín se había marchado, de ahí en adelante la situación era la misma, Caín y ella eran enemigos a muerte en la empresa pero en la casa matrimonial, Caín iba uno o dos veces a la semana, a veces solo a cenar y hablar de temas de la empresa, otras solo quería darle un mega revolcón a Sofía y se los daba, aunque ellos siempre se cuidaban Sofía no entendía lo que quería ese hombre, Caín no tenía escándalos con otras mujeres, nadie sabía que estaba casado, aún así Caín no andaba con mujeres o se lo veía en situaciones comprometedoras.
En la actualidad.
En esa ocasión no fue la excepción, Caín se llevó a Sofía a la recamara de ella, él nunca había usado su habitación en esa casa, solo entraba ahí para cambiarse cuando se quedaba hasta el día siguiente.
Sofía se despertó como siempre, sola, siempre se iba antes de que ella despierte, sentía que la había atropellado un camión literalmente, ese hombre había estado más lujurioso que de costumbre.
Ella quiso incorporarse y un dolor punzante en su bajo vientre la hizo desistir de su primer intento.
* Ay…, duele _ susurró en la silenciosa habitación, ella volvió a intentarlo con más cuidado y ya no dolía tanto, pero había un dejo de dolor en la zona.
Es sábado y ella no va a la oficina y se cambia de ropa tranquilamente para bajar y preparar el desayuno para ella y Nana Lola, la mujer la había cuidado desde que su matrimonio había iniciado, pero ella no dormía en la mansión, llegaba temprano y se iba en la noche.
Sofía bajó al comedor para pillarse con una escena digna de telenovela turca, En la mesa estaban Caín con Amaranta desayunando, parecía que esa mujer no perdía el tiempo y estaba dispuesta despertarse temprano para no soltar a su presa.