Mi Antiguo Guardaespaldas

(Mauricio )

Después de haberle hecho esa visita al perro ese y haber recuperado a mi princesa volví a mi mansión, mañana le haría una visita al señor Bleind, Giuseppe ya se había encargado de sacar a Candela del país, era lo mejor seguramente para cuando despierte ya estará en Italia junto a las profesionales que contraté para ella.

Me di un baño y me acosté a dormir, lleno de coraje no podía entender cómo le pudieron hacer tanto daño a una personita tan dulce, amorosa y buena cómo lo es Candela.

Al otro dia me levanté y me tomé un café negro bien fuerte y salí rumbo a la mansión del viejo sinvergüenza del padre de Candela hoy es domingo y seguramente este ahí o en el club privado jugando golf, lastima que la zorra y su madre estén en un viaje en un crucero por el Caribe pero para ellas también tengo su merecido.

Acomode mi traje negro y salí de la mansión subí a mi auto junto a Antonio y después de casi una hora estábamos en la entrada de la mansión Bleind, los guardias no querían dejarme pasar, por favor cómo si me fuera a ir sin ver a ese viejo miserable, Antonio se ocupó de darle una trompada al que no me dejaba pasar y entre como el señor que soy, mientras mis guardias apuntaban a los guardias de Bleind a la vez que ellos hacían lo mismo..

Entre a la mansión y le apunte a una empleada para que me dijera en dónde estaba su jefe, caminé hasta la biblioteca y ahí estaba muy tranquilo fumando un habano y leyendo el periódico como si nada mientras que su hija se está muriendo en vida, la ira me invadió y lo primero que me pasó por la mente fue darle un disparo en la cabeza pero me controlé al pensar en Candela por más mierda que sea el viejo es su padre y no puedo quitárselo sin que ella esté de acuerdo..

- Quién demonios te dejo entrar a mi casa? - preguntó molesto cuando se percató de mi presencia

- Vine a hablar contigo

- Conmigo? Acaso piensas que tengo tiempo de escuchar a un simple guardaespaldas cómo tú? Si quieres mi atención debes de pedirle una cita a mi secretaria.. Ahora retirate antes que haga que te saquen a la fuerza.. - dijo el y yo solté una carcajada

- Ya no soy un simple guardaespaldas Bleind y no, no me voy de aquí hasta que me escuches...

- Escucharte? Quién te creés Leone? - pregunto llamándome por mi apellido

- Quién me creó no.. Quién soy querrás decir y soy la persona que te hundirá hasta el fondo del mar si no me escuchas.. Ya no soy un simple guardaespaldas Bleind ahora tengo mucho poder tanto que en un chasquido de dedos tu carrera política se va al tacho.

- Tienes veinte minutos.. Hablá.

- Miriam Teylor.. - dije y el me observo cuidadosamente

- No se quién es.. Retirate que tengo cosas más importantes que hacer que escucharte..

- Sabes perfectamente quién es, era una bailarina de cabaret con la que mantenías amoríos hasta que conociste a la madre de Candela..

- Bien si lo reconozco y cómo bien dijistes fue una puta que solía ver en mis tiempos de soltero ahora que con ella?

- Ella te busco varias veces después que la dejastes de ver pero nunca quisiste escuchar lo que tenía que decirte..

- No entiendo a dónde quieres llegar Leone, ve al grano que soy un hombre muy importante y no tengo tiempo para perder en idioteces.. - dijo y le lancé una fotografía

- No Entiendo quién es la joven?

- Se llama Samara Teylor, tiene casi veinticuatro años, es hija de Miriam y pues.. Tú, Felicidad eres Papi.. - dije sarcásticamente

- Deja de inventar idioteces Leone...

- No me crees? Pregúntale a tu querida Graciela tal vez tengas suerte y te diga la verdad..

- Que quieres decir?

- Miriam murió de una pulmonía unos meses después de dar a luz a la niña, Graciela era íntima amiga de ella así que se ocupó de criar a la niña como su sobrina..

Graciela crío a Samara odiando a tu esposa e hija, desde que era una niña Samara odia a candela por el simple hecho de que ella jamás pudo conocerte, mientras que Candela siempre lo tuvo todo, Graciela se ocupó de llenarle la mente porquerías, la convenció de que por culpa de Candela y tu antigua esposa su madre muriera.. Samara creció en un ambiente poco sano, a los catorce años fue detenida por primera vez por robar en una tienda de zapatos, a los quince entro a la correccional de menores y a los seis meses escapó, a los diecisiete años fue detenida por estar vendiendo droga en un callejón, a los dieciocho fue detenida por conducir ebria y así tiene Miles de causas abiertas pero misteriosamente siempre queda impune, pero hay un pequeño problema y es que todas esas causas están a nombre de Candela..

- De Candela? - pregunto el asombrado

- Así es Samara ha usado desde los catorce años una identidad falsa, ella se está haciendo pasar por Candela..

- Pero porqué...

- Envidia, enojo, Graciela la llenó de odió hacía candela tanto que sólo quiere destruirla.. Otra cosa, estos son los verdaderos resultados de ambos ADN que hicieron, tú querida esposa se encargó de que cambiarlos, estabas tan cegado por el enojo en ese momento que no te diste cuenta que las pruebas estaban cambiadas..

- Candela si es mi hija - dijo con los ojos llorosos

- Eso no es todo aquí tengo la autopsia de la muerte de Leidi, se que nunca quisiste saber de qué murió porque la culpabas de engañarte, pero eso jamás paso, fue todo obra de Graciela y Alexa para quedarse con todo tu patrimonio, Leidi te fue fiel hasta el último día de vida..

- De qué murió? - pregunto limpiándose una lágrima

- Electrocutada.. Alguien la mato mientras estaba en la tina y creo saber de quién se trata..

- Graciela? Pregunto el apretando los puños

- Samara...

- La crees capaz de tanto?

- Hace unos años atrás Samara se en capricho con un chico de muy buena posición social, pero que el estaba enamorado de otra chica, entonces decidió deshacerse de la misma..

Samara le pago a un grupo de hombres para que la drogaran y violarán y así lo hicieron sólo que la jovencita no lo soporto y se terminó suicidando, su madre no soporto la muerte de su hija y murió de depresión y el padre se termino matando, quedando sólo un hijo que juro que se venga de la quién el considera la asesina de su familia, Candela..

Le conté todo lo que había pasado estos cuatro años junto a Adams, cómo Alexa la humilló y maltrato.

- No puede ser mi niña, todo es mi culpa - dijo tomándose la cabeza

- Candela está en Italia si quieres ir a verla y ella quiere recibirte no me voy a negar - dije levantando de la silla

- Gracias Mauricio, gracias por haber ayudado a mi pequeña a salir del infierno en dónde yo mismo la condené, no tengo perdón de Dios.. Merezco la muerte.. - dijo y yo me levanté para irme

- Espera Mauricio que sabes de Samara?

- Está fugitiva y no hay rastros de dónde pueda estar... Adams también la está buscando..

- Gracias por todo por favor cuida mucho a mi niña..

- Lo haré - nos dimos un fuerte apretón de mano y me retiré del lugar, conteniendo mis ganas de matarlo a golpes

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- Cómo te fué? - pregunto Antonio cuándo subí al auto

- Digamos que bien..

- Le contaste todo? Le contestes lo que hizo Samara a la hermana de Adams y que por eso el quería matar a Candela?

- Si Antonio se lo conté..

- Y qué piensas hacer ahora?..

- Ahora debo de ocuparme de dos zorritas que están dándose aires de señoras de sociedad pero que no son más que escorias..

- Nunca me has contado que paso con Alexa...

- En otro momento te lo contaré.. Ahora quiero que te ocupes de llevar las empresas de Adams Router a la quiebra, es hora de comenzar la venganza por mi pequeña, es hora que comiencen a pagar todo el daño que le han hecho..

- Ya mismo me ocupó.. Pero prométeme que cuando lleguemos a Italia me lo contarás..

- Bien lo prometo, mañana volvemos a Italia ya quiero ver cómo está mi niña..

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( John Bleind )

Después que Mauricio se fuera volví a leer con tranquilidad todo el informe no podía creer todo lo que vivió mi pequeña niña, todo por mi culpa, siempre me consideré un hombre inteligente como me pude dejar engañar de esta manera? Cómo pude desconfiar de mi amada Leidi, cómo pude hacer eso no tengo perdón de Dios merezco la muerte, mi niña hermosa todo lo que haz tenido que pasar por mi maldita culpa..

Mi amada Leidi murió electrocutada, tan joven y hermosa no merecía morir, todo es mi maldita culpa..

Tomé las llaves de mi auto y maneje hasta el mausoleo en dónde está mi hermosa Leidi, quería estar sólo le ordene a mi chófer y a mis guardias que se quedarán en la mansión..

...Hola mi amor fui tan estúpido, me odio, me odio con todo mi ser por haber Sido tan idiota de haberme dejado engañar por esa maldita mujer, cómo pude desconfiar de ti? Tantos años juntos y yo desconfíe de tí, perdóname, perdoname por el daño que le hice a nuestra princesa hermosa, no merezco vivir, soy la peor basura del mundo.. Te amo mi Leidi te amo como jamás amé ni amaré a nadie más.....

Le dejé sus flores favoritas y me marche conduje durante horas divagando por las calles no quería volver a casa, me sentía perdido, el corazón me dolía al punto de no poder respirar, me odiaba con todo mi ser, ya no podía seguir viviendo con esta culpa carcomiendo el alma, volví a mi casa y llame a mi abogado de confianza y cambie todo el testamento, escribí dos cartas y se las entregue a el, cuando el se fue me servi un whisky doble y saque de un

cajón dos fotografías que conservaba cómo una reliquia, era una fotografía de Candela cuándo cumplió sus quince años y otra de nosotros tres cuando Cande tenía seis años era en una pista de patinaje eran las dos fotografías que pude salvar antes que Graciela quemara todas las demás..

Las contemple durante un buen rato, lloré como nunca en mi vida.. Me levanté y caminé hasta mi caja fuerte saque el arma que siempre guardaba y la lleve a mi cabeza y con la mano temblorosa apreté el gatillo, merecía morir después de todo el daño que le hice a mi hijita, mi amada Candela.