Hielo Y Fuego

Hielo y Fuego 

Elsa Elena Isasa 

Capítulo 12 : Un anillo de diamante. 

Había atravesado el océano en un largo viaje desde Italia y arribado junto a la mujer que amaba. Ella dormía plácidamente desnuda a su lado y él no podía conciliar el sueño mirándola. ¿Que tenía Vicky que le atraía tanto y que era capaz de perder la vida por ella?. Sus ojos marrones intensos ahora cerrados, la boca maravillosa semi abierta por una respiración tranquila después de la maratón de pasión. Las caderas onduladas y redondas, el vientre plano y la curva perfecta de sus largas piernas.

 Luka, había tenido muchas mujeres en su vida. Mujeres con vestidos caros, perfumes de marca y apellidos nobles. Pero esta chica, con el cabello alborotado, Jens, camisa larga y floja, y un suave perfume a lavanda fue la que le flechó la noche en el casino cuando la conoció. 

Pasó sus dedos suavemente por sus caderas y acarició su ombligo. Muy despacio para no despertarla. Se habían bañado juntos después del sexo y aún tenía su cuerpo algunas gotitas del agua de la ducha. Sentía un deseo urgente de besar esos lugares pero la despertaria.. Y no quería despertarla. 

Junto a la cama, en el piso, estaba la cajita con el anillo de diamante. Y muy despacio, sacó el anillo y lo puso en su dedo. 

Ella movió su mano dormida aún y la apoyó sobre su pecho. Era tan suave ese apoyo como una pluma de un pájaro que se hubiera posado sobre él. 

La mano enjoyada apoyada en su cuerpo, si cerraba los ojos, se sentía como si le estrujaba el corazón. 

Cerró sus ojos clamando porque el sueño llegará pero se sentía muy excitado nuevamente y la excitación le dolía. 

Revivió en su mente todo lo pasado junto a Vicky desde que la conoció. 

El beso en el casino. El primer viaje al sur tras ella. Las palabras de su madre: “Cuando la conozca, te daré mí bendición.”

¿Le importaba la bendición de su madre? ¿Le importaba que Grace y Larry estén de acuerdo con su casamiento? A él no, pero sabía que a ella sí. Dió y siguió dando todo por su familia. La sintió moverse dormida y apretarse contra su cuerpo. 

Entonces lascivamente apoyó la mano de su amada sobre su miembro.Con los ojos cerrados quedó a la espera de que su amor dormido le toque como él deseaba.  

Había venido preocupado en el viaje. Tanto que llamó a Rubén para que viaje a Italia y desentrañar el secreto de su hermana. Quizás ese maldito mafioso robó el cuerpo de su hermanita y debía estar seguro. Necesitaba que Rubén abriera el túmulo y lo compruebe. Solo él podía hacerlo en silencio y con rapidez para que su madre ni los parroquianos de Sorrento se enteren. Ruben estuvo con él desde que su padre lo mandó lejos de Italia. Estuvo a su lado cuando su padre falleció inexplicablemente en ese accidente. Su padre tenía confianza ciega. Una confianza que le pasó a Luka. “Ruben siempre estará para ti, hijo mío” le decía. 

El sueño comenzó a llegar a su mente. Y fue un sueño raro. Sintió que se caía en un precipicio sin fondo. Y su cuerpo se movió instintivamente en el lecho volviendo a despertarlo. Y también despertó a su amada. La sintió moverse apretándose más junto a su cuerpo sin abrir los ojos. Y entonces, aún semi dormida, se dio cuenta donde estaba su mano apoyada. 

Y comenzó de inmediato la caricia erótica que su cuerpo esperaba. 

Luka gimió con los ojos cerrados para que pareciera que recién despertaba. 

A la mano después le siguió la boca y el placer a Luka le inundó con un inmenso torrente de endorfinas. Hasta que ya no pudo más y fue ahora su boca la que navegó entre las piernas de su amada.

Allí estaban otra vez en ese mágico martirio. En algún momento de su mágica cadencia ella vio su anillo y lágrimas de felicidad corrieron por su rostro. 

Cuando se levantaron al día siguiente ella decidió llevarlo a la casa de su tía. 

– Es un lindo muchacho. Soy feliz, muy feliz por ti. - le dijo a Vicky y luego se dirigió a él– debes amarla mucho Luka. Se merece todo lo bueno. Pasó por mucho y salió victoriosa por su gran corazón. 

– Nunca la dejaré. Será mí esposa. Cuidaré de ella siempre. - respondió. 

Larry parecía reservado y callado pero los felicitó igual. 

Cuando comían al mediodía recibió el llamado de Rubén. 

– Jefe. El cajón está vacío. Hablaré ahora  con el viejo sepulturero. Este hombre era amigo de tu padre y me dirá que pasó con el cuerpo. No te preocupes. Te llamaré apenas pueda- 

El rostro de Luka se volvió serio.

Podría ser cualquier cosa. 

Que Philippe haya sacado el cuerpo para dañar a su padre o a su madre. 

Podría ser que su hermanita fuera muerta de manera tan horrorosa que su padre no quisiera contarle a Samira enferma en esa época. 

O podría ser que la pequeña haya sido raptada y aún esté viva en algún lado. 

– Qué pasa Luka. Estás serio amor. 

– Nada mí amor. Problemas de trabajo. Eso es todo - dijo fingiendo una sonrisa. 

Esa noche salieron a cenar juntos en el único restaurante gourmet que tenía Bergamo. 

Vicky, que nunca usaba ropa elegante, esa noche trató de estar perfecta junto al amor de su vida. 

Entraron juntos de la mano y causaron sensación. El glamour de ambos se notaba en el vestir y en el caminar. 

La gente del pueblo los miraba. Eran una pareja preciosa. Y brillaban. 

El grupo de la empresa Andes estaba presente y miraban a Victoria Julia Cesare como si nunca la hubieran visto. 

Vicky no  tuvo más remedio que presentar a su novio y además a su jefe que estaba presente. 

Todos sonreían. Solo Luis la miraba con seriedad. 

Mientras el anillo de diamantes superaba sin dudas a la humilde cadena con caracteres en latín que había sido su amuleto protector constante. Había quedado olvidada sobre su mesita de luz. Vicky no necesitaba más suerte ni protección. Tenía a Luka a su lado. Y ellos no podían estar más enamorados.