Seguro Que Sería Solo Temporal?

sí Carlos me parece bien.

fui a la puerta seguido de ella punto uno una vez allí se volvió y la miró a los ojos junto

un beso,?-preguntó. ella alzó la cabeza y él le dio un beso cálido, gentil y tranquilizador duermes bien Luisa.

tú también Carlos.

"claro"pensó él. tendría algo de suerte si lograba dormir un poco. en que acababa de comprometer? sí , lo había pensado para algún día con la mujer adecuada. pero nunca había conocido a esa mujer.

entregó el coche a un empleado del hotel aceptó el recibo y entró en el casino.

como tenía la seguridad de que no iba a dormir bien decidió pasar un rato jugando al poker. en menos de una hora y con la pérdida de un par de billetes de 100 se retiró de la mesa y subió a su habitación..

de pie ante el ventanal que daba al ajetreada calle bebió un trago de cerveza que había sacado del minibar y se dedicó a contemplar su futuro, al menos él de los próximos cuatro a seis meses.

desde el día siguiente por la tarde tendría que desempeñar el papel de un hombre locamente enamorado de Luisa Maldonado, sonrío. supo que eso no le resultaría demasiado incómodo. Luisa era una mujer preciosa de tratos agradables compañía cómoda y fantástica en la cama. La verdad era que se trataba de una mujer maravillosa a la que hacerle el amor.

amor.

era posible que un hombre acostumbrado a estar solo encontrar el verdadero amor... es que existía algo así? y, si encontrara a dicha mujer, estaría dispuesta a pasar casi toda su vida con él entre unas montañas perdida lejos de los ojos de Dios?

suspiro, preguntándose si Luisa llegaría a dudar siquiera 4 meses.

en ese punto en el tiempo se hallaba firmemente atrapado entre la explicación y una sensación extraña de algo a lo que no era capaz de ponerle nombre.

esbozó una sonrisa irónica como mínimo la presencia de Luisa en el rancho desanimaría a Brenda la hija del capataz Juan de las intenciones fueran las que fueren que tenía hacia él .

menos mal que Carlos le advirtió de que al trayecto sería traqueado después de que dejara la carretera principal. su furgoneta era grande y había sido cómodo hasta que se metió en el camino privado.

ya casi hemos llegado a casa dijo él sonriendo mientras no apartaba la vista de ese simulacro de camino. estás bien? era evidente que había notado la fuerza con la que se sujetaba al aza que había encima de la ventanilla.

estoy bien repuso Luisa o lo estaré en cuanto lleguemos y pueda volver a moverme.

queda poco si arriesgo a echar un rápido vistazo imagino que estás cansada.

un poco dijo irónica ha sido un día muy ajetreado

él sonrió.

Yo diría que una semana.

si, pasaron por un valle y el trasero de Luisa se elevó del asiento y aterrizó con una dolorosa sacudida para su espalda.

el día después de que Carlos aceptara la idea del matrimonio se había presentado en el restaurante momento después de que ella llegara al trabajar. juntos habían ido en busca de Víctor sabían que había que convencerlo de que se habían enamorado nada más conocerse, lo cual no sería fácil ya que Víctor era un hombre astuto y perceptivo.

aceptando hablar a solas mientras los conducía su pequeño despacho los miró con una curiosidad rayana y suspicacia.

qué sucede? preguntó sin rodeos.

te voy a robar a tu encargada Víctor

con la suspicacia plenamente alerta Víctor los miró de uno en uno.

qué quiere decir exactamente con que me vas a robar a Luisa? clavó la vista en ella quiere el día libre para pasarlo en compañía del guerrero? indicó a Carlo con un gesto de cabeza.

acercándola aún más a educarlo contestó por ella..

no Víctor no quiere el día libre Luisa va a marcharse para pasar el resto de su vida conmigo en el rancho.

qué demonios? exclamó Víctor con una expresión entre aturdida e incrédula . de qué me estás hablando Carlos?? se trata de una broma?

me conoces lo suficiente como para saber que no es así repuso Carlo. no bro María acerca de algo tan serio. amo a Luisa voy a casarme con ella lo antes posible y me gustaría que fueras mi padrino.

con una expresión que dudaba entre júbilo y la confusión Víctor miró a Luisa.

hablas en serio? No, puedo ver que vas en serio. qué me dices de ti Luisa?

voy muy en serio Víctor musitó con voz suaves pero firme lo amo miró a Carlos con lo que es esperaba algo próximo a la adoración. la verdad era que no le resultaba difícil....

no tuvo tiempo de reflexionar en la cuestiones que surgían para incordiarla. sin más rodeos Big soltó una exclamación de alegría y le arrebató a Luisa a Carlo para darle un abrazo fraternal.

claro que seré tu padrino amigo le comunicó a Carlos

este le tendió la mano derecha

queremos casarnos lo más pronto posible retiró a Luisa con gentileza de los brazos de Víctor y la cunó otra vez entre lo suyo. no es verdad Luisa?

sí murmuró bajando los ojos y soltando con facilidad un suspiro suave.

Víctor sonreía y se frotaba las manos.

de acuerdo tengo una idea.

sonrió Víctor siempre tenía una idea y por lo general daba en el clavo

continúa dijo él

estaba segura de que la tendría dijo Carlo.

Víctor miró a Luisa

pensabas casarte en uno de los hoteles o de las capillas

cielos no gritó ella

el otro sonrió feliz

eso esperaba oír. les gustaría casarse aquí mismo en el restaurante con los clientes como testigos?

sí declararon los dos al mismo tiempo

entonces vayan a hacer lo que tienen que hacer los despidió con una mano yo me ocuparé de todo.

pero prosteto Luisa no me necesita en la recepción?

nos las arreglaremos volvió a abrazarla y ustedes juntos punto tengo cosas que hacer gente con quién hablar la primera es lisa.

Oh, eso me recuerda que debo llamarla para pedirle que sea mi dama de honor explicó Luisa. también me ocuparé de eso Víctor sonrió va a estar muy entusiasmada. bien chicos perdeos volver para la cena.

se fueron de compras aunque no juntos. ella fue en busca de un vestido especial. él Luisa lo descubrió más tarde fue en busca de una alianza. se enteró días más tarde cuando Víctor le entregó lo que debía ponerle a Carlos en el dedo.

fue una boda hermosa junto entre los empleados y los clientes que quisieron participar Víctor había adornado todo el restaurante con kilómetro de tul blanco y docena de flores blanca..

todo el mundo había disfrutado y al terminar la decoración había quedado también que Víctor decidió mantenerla de forma permanente.

Luisa sonrió a recordar el día de su boda.

Carlos y ella habían dejado la fiesta aún en pleno apogeo justo a tiempo de subir al avión que los llevaría a colorado.

en ese momento más allá de las extenuaciones se sintió aliviada cuando Carlos introdujo la furgoneta en una superficie más suave y regular antes de detenerse delante de una casa grande con un porche profundo que recorría todo su ancho.

puso el freno de mano suspirió y se volvió para sonreírle a ella.

estoy que me caigo Luisa. y tú?

igual suspiró como él. por qué hay luces en la casa? preguntó señora. espero que no tengas compañía porque me siento a años luz de ser una buena anfitriona esta noche.

rara vez tengo compañía Luisa y jamás sin previo aviso-abrió la puerta de la furgoneta y saltó al suelo. me puse en contacto con mi capataz para pedirle que nos encendieran las luces.

Oh, de acuerdo abrió su puerta y lo encontró de pie a su lado. le ofreció la mano para ayudarla y agradecida la aceptó, sabiendo muy bien que no podría bajar con la agilidad que había empleado él. se sentiría feliz si pudiera caminar erguida después de un trayecto tan bacheado desde el pequeño aeropuerto.

no necesito hacerlo. carlola arsó en vilo y la subió por los escalones del porche. se detuvo para girar el pomo y empujar la puerta con un pie antes de introducirla en la casa, que sería su hogar durante los próximos cuatro o seis meses.

has dejado abierta la puerta de la furgoneta abierta.

sí lo sé le sonrió bienvenida a casa Luisa. ponte cómoda punto camina un poco para eliminar la rigidez de tus músculos. explora el lugar mientras yo traigo las maletas.