Yo Creo En Tí

Repítanme lo que acaban de decir, están bromeando ¿verdad?.

Steven estaba incrédulo, no podía ser cierto ella lo amaba, la vio pedirle ayuda, la vio sufrir por su desprecio, pero¿?...

Al ver la reacción de este; Felipe solo nego, claro que el mejor que nadie conoce la sensación que este idiota esta sintiendo, el la a sentido, pero jamas se dejo caer por un sentimiento tan vano asi que lo miro y solto cada palabra con fastidio ;

__Vaya veo que la noticia te afecta,

 ¿acaso aún sientes algo por Samantha?,(vaya tonto), pensó

Esa niña se casó con ese idiota que siempre a estado junto a ella, tal parece que su amor por ti no era tan grande como profesaba y ahora que se casó junto aquel maldito arrogante se cree con el valor de correrme de mi propia casa; pero ten por seguro que las cosas no se quedarán así, así que ahora que somos familia necesito que me ayudes, a recuperar lo que es mío, además necesito que nos permitas quedarnos aquí, hasta que pueda recuperar lo que me pertenece.

Steven solo oía todo lo que el hombre pronunciaba, mientras apretaba los puños con mucha fuerza y un dolor se instalaba en su interior, sentía que se estaba quedando sin aire, no podía ser cierto ella no se podía haber casado y menos con él, ella le dijo que no lo veía como hombre que solo era su mejor amigo, pero esa mirada esa sonrisa y brillo en sus ojos era innegable lo que ahí ocurría entre ellos, pero , ese pero rondaba en su cabeza, todos esos gestos después solo fueron dirigidos a él, esto no podía ser como se lo estaban contado el necesitaba estar seguro, en ese momento no le importaba nada solo necesitaba saber que todo eso era una vil mentira, su Samantha no se puede haber casado y menos con él.

Con eso en mente dejó a todos ahí mientras cogía las llaves de su auto y salía del lugar.

Al primer lugar que llegó fue a la casa de ella, tenía le esperanza de encontrarla aún ahí; ya que sus padres dijeron que los echaron, pero ni siquiera se quedó a oír que ella no había aparecido, al llegar corrió de inmediato a la entrada viendo a algunos hombres que permanecían ahí, aun así sin detenerse pregunto por la señorita de la casa, los hombres no respondieron nada, no estaban autorizados a dar ninguna información, pero llamémoslo destino, en esos momentos Declan junto a Máximo Salían, del lugar el primero en notar su presencia fue Máximo quien miró a Declan y le dijo debí traer palomitas.

De que hablas idiota;dijo este al ver la burla y el cinismo en el rostro de Máximo al hablar, pero este solo señaló con la mirada, mientras Declan recién notaba la presencia de Steven.

Este solo quería pasar de frente e ignorarlo, sin embargo, cuando pasó por su lado este le dijo.

Donde está Samantha necesito hablar con ella.

Al oír aquellas palabras Declan sintió una furia recorrer en su interior reflejándose en su rostro que estaba enrojecido por el atrevimiento de este, así que volteo de inmediato y lo tomo de la solapa arrinconándolo a las rejas de entrada y le dijo apretando los dientes.

Tú no tienes nada que hablar con mi mujer y más te vale no volverte acercar a ella en tu puta vida.

Al oír aquellas palabras Steven se soltó de su agarre como pudo y le grito,

__tú no eres nadie para decirme que debo o no hacer; así que tus amenazas úsalas en otros que a mi no me afectan.

Declan al oír aquello se dio cuenta de lo que realmente ocurria asi, que si iba a destruir a todos lo primero que haría seria herirlos en su orgullo y este maldito idiota me las debe asi que sin mas solto;

__Ja, no soy nadie, eres un maldito narcisista;que creíste, que después de todo el daño que le causaste ella estaría esperando por ti, o ya veo, así que tú si tienes derecho de casarte y hacer una familia, mientras que Samantha debía sufrir por tu desprecio, vaya idiota no lo crees Máximo dijo este mirando al hombre que estaba unos pasos más adelante y solo asentía mirando con burla a ese tonto que tenía en frente.

Pues quizás la noticia no te alegre mucho que digamos, pero que crees.

Si soy alguien en la vida de Samantha, soy su esposo y quizás no debería decirte esto, pero te lo diré, ya que estoy realmente feliz por lo estúpido que has sido; te agradezco que jamás hayas puesto tus sucias manos en ella porque me diste la oportunidad de ser el primer y el único hombre en su vida, porque ten por seguro que yo no la dejaré jamás, ahora espero que entiendas que lo que te dije no es una amenaza, estas advertido no te acerques a mi esposa ella no te quiere tener cerca solo causas repulsión con tu presencia, así que ahora que ya tienes el panorama más claro me retiro.

Ah y una cosa más, dile a tu esposa que deseo que su estadía en prisión sea agradable.

¿De que hablas?

Creo que deberías volver a casa, tu mujer te necesita ahora, es tiempo de que dejes de ser un pusilánime y abras los ojos, te darás cuenta del maldito error que cometiste y lo mejor de todo es que no lo podrás remediar perdiste tu oportunidad fiscal.

Dicho esto, Máximo y Declan se marcharon de aquel lugar dejando a un Steven meditabundo, sentía que cada palabra que esté había mencionado, traería consigo cosas que no serían fáciles de manejar.

En el coche; Máximo mira a Declan y le pregunta; .¿Sabías que el vendría verdad?

Pues que te digo; pensé que lo vería, pero no pensé que sería tan pronto, tal parece que la noticia de mi relación con Samantha lo afecto,

Crees que se mantenga alejado de ella.

Más le vale que así lo haga, no pienso aceptar alguna estupidez más de su parte, la deje junto a él, porque creí que el la cuidaría y la protegería, pude ver el amor de él en su mirada, no sé cómo fue tan estúpido de dejarse envolver por puras patrañas, pero para el ya es tarde, Sam ahora es mía y jamás la dejaré, a menos de que muera.

Vaya eso sí que es muy profundo hermano, jamás pensé verte así por una mujer;dice Máximo con una sonrisa.

Es que mi Sam no es cualquier mujer,__ ella es" la mujer de mi vida".

Ambos sonrieron, tal parece que el amor les sonreía.

Máximo solo esperaba que todo les vaya bien, ya que conoce a Declan hace mucho y solo desea verlo feliz, después de todo el más que nadie se lo merece y si tiene que apoyarlo, pues lo hará se lo debe.

Mientras ellos iban conversando todo lo que estaba por acontecer;