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Mi Suggar Es Un Mafioso

Mi Suggar Es Un Mafioso

Status: Terminada
Genre:Romance / Amor prohibido / Posesivo / Mafia / Diferencia de edad / Completas
Popularitas:2.4M
Nilai: 5
nombre de autor: Celina González ♥️

En las calles vibrantes, pero peligrosas de Medellín, Zaira, una joven brillante y luchadora de 25 años, está a tres semestres de alcanzar su sueño de graduarse. Sin embargo, la pobreza amenaza con arrebatarle su futuro. En un intento desesperado, accede a acompañar a su mejor amiga a un club exclusivo, sin imaginar que sería una trampa.

Allí, en medio de luces tenues y promesas vacías, se cruza con Leonardo Santos, un hombre de 49 años, magnate de negocios oscuros, atormentado por el asesinato de su esposa e hijo. Una noche de pasión los une irremediablemente, arrastrándola a un mundo donde el amor es un riesgo y cada caricia puede costar la vida.

Mientras Zaira lucha entre su moral, su deseo y el peligro que representa Leonardo, enemigos del pasado resurgen, dispuestos a acabar con ella para herir al implacable mafioso.
Traiciones, secretos, alianzas prohibidas y un amor que desafía la muerte.

NovelToon tiene autorización de Celina González ♥️ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 16

El imponente edificio de cristal y acero se alzaba en el corazón de la ciudad como un templo moderno dedicado al poder. Desde el piso cuarenta y cinco, donde se encontraba la oficina del CEO, la ciudad parecía un tablero de ajedrez al que solo unos pocos sabían jugar. Y Leonardo Santos era el jugador más temido.

Su oficina, amplia y minimalista, estaba diseñada en tonos oscuros: paredes gris antracita, muebles de líneas limpias en cuero negro, una estantería de roble que ocultaba más secretos de los que revelaba. Una gran ventana panorámica permitía observar el horizonte, donde el cielo de la mañana aún cargaba vestigios de un amanecer dorado.

Leonardo estaba sentado tras su escritorio de vidrio templado, apoyado hacia atrás en su silla ejecutiva, con una taza de espresso ya frío entre los dedos. No había tocado ni un sorbo. Sus ojos grises, normalmente afilados como cuchillas, estaban perdidos en el vacío. Su mente no estaba allí.

Estaba con ella.

Zaira.

Su nombre era un susurro constante en su cabeza, una maldita melodía imposible de ignorar.

Podía verla con perfecta nitidez: su cabello oscuro cayendo sobre sus hombros como una cascada de seda, su piel tibia bajo sus dedos, el temblor de su voz al decirle que no era su amante. La forma en que se estremecía cuando la besaba justo debajo del oído. La tensión en sus ojos verdes mientras lo desafiaba y se negaba a aceptar su dinero.

Era fuego, ese tipo de fuego que no consume, sino que se mete bajo la piel y se queda ahí, quemando lento.

—Se fue —murmuró para sí mismo, con la mandíbula apretada—. Pero volverá.

Un golpe discreto en la puerta interrumpió su ensimismamiento. Era Clara, su secretaria, una mujer pulcra, eficaz y absolutamente leal.

—¿Señor, Santos? —preguntó, como siempre, con voz suave pero firme—. ¿Necesita algo?

Leonardo levantó la vista, parpadeando como si regresara de un sueño. Su expresión volvió a ser la del CEO implacable que todos conocían.

—Sí. Quiero que llames a Marcelo y le digas que me traiga un informe completo de una persona. Su nombre es Zaira Montes. Todo lo que encuentre. Pasado, presente, sueños, enemigos, trabajos, hasta cómo toma el café. Y quiero la información en mi escritorio mañana a primera hora. Sin errores, Clara.

Ella asintió sin cuestionar. Sabía que cuando Leonardo pedía algo así, era mejor no preguntar por qué. Salió sin más palabras, dejando tras de sí el leve perfume a jazmín de su loción diaria.

Leonardo se puso de pie y caminó hacia la ventana. Desde allí, el mundo parecía pequeño. Controlable.

Pero Zaira… ella no.

Ella no se dejaba controlar.

Y eso lo enloquecía.

Esa noche no durmió. Cada vez que cerraba los ojos, la sentía de nuevo. Su cuerpo temblando bajo el suyo, sus dedos aferrándose a sus hombros, su voz jadeante pronunciando su nombre como una plegaria y una maldición al mismo tiempo. La forma en que lo miró cuando rechazó su dinero... lo había atravesado como un cuchillo.

“No soy tu amante. Ni tu prostituta.”

No, no lo era. Era más peligrosa que cualquier amante. Porque no se rendía, no se doblegaba. Y lo peor de todo... no lo necesitaba. Pero él, sí. Maldita sea, él sí.

A la mañana siguiente, Clara entró con una carpeta negra de cuero y la dejó sobre su escritorio.

—Señor, aquí le manda marcelo. Que llega en cualquier momento.

Leonardo la abrió con lentitud, como quien se prepara a desentrañar un misterio. No le importaba si Marcelo estaba por llegar o no.

En la primera hoja, una foto: Zaira sonriendo. Una imagen capturada frente a un café de barrio, con el cabello recogido en una trenza floja y un libro en la mano.

Leonardo la sostuvo con los dedos, la contempló largo rato. Sonreía con sinceridad. Tan distinta de la mujer que había gemido su nombre entre sábanas.

Informe:

Nombre: Zaira Montes.

Edad: 25 años.

Apariencia: Cabello largo, oscuro como la noche, piel canela, ojos grandes y almendrados de un verde profundo. Delgada, de curvas suaves, rostro dulce pero mirada determinada.

Personalidad: Luchadora, inteligente, noble, impulsiva. Con una moral firme, pero sueños imposibles de lograr sin ayuda.

Historia: Familia humilde. Trabaja desde los dieciséis. Sin padre. Madre enferma. Estudiante universitaria becada en administración. Vive en una casa pequeña en una zona de clase media baja. Ha tenido varios empleos temporales. Último trabajo: mesera en una cafetería.

Miedos: Perder su dignidad. Ser utilizada. Quedarse atrapada en una vida que no desea.

Motivación: Graduarse. Sacar a su madre de la pobreza.

Leonardo dejó escapar un suspiro lento.

—Tan jodidamente pura... —murmuró, como si eso lo irritara más que cualquier otra cosa.

Leyó cada página como si devorara un documento confidencial. Y, en cierto modo, lo era. Una radiografía completa de la mujer que se le había metido bajo la piel.

Fotos de su casa modesta, su madre con rostro cansado, recibos de luz atrasados, cartas de becas, currículum, listas de libros leídos, hasta una nota escrita a mano que decía: “No te rindas, Zaira. Lo lograrás, aunque duela.”

Esa mujer no era una simple aventura. No era un pasatiempo de fin de semana. Era una tentación peligrosa para alguien como él.

Leonardo cerró la carpeta con un chasquido seco. Caminó hacia la vitrina de licor, se sirvió un trago de whisky caro y lo bebió de un solo trago. El ardor en la garganta no logró calmar el incendio en su pecho.

Volvió a la ventana.

Desde allí, el mundo seguía pareciendo suyo. Pero ahora sabía que había un rincón, un solo rincón, donde su poder no tenía efecto.

Zaira.

Ella era su límite.

Y él no estaba dispuesto a aceptarlo.

Sacó su móvil envío una foto y una dirección, luego marcó un número.

—Vigila a esa chica. Pero que no lo note. Nada de errores.

Colgó sin esperar respuesta. Entonces apoyó la frente en el cristal, respirando hondo.

No sabía si quería protegerla... o poseerla del todo.

Pero sí sabía algo con certeza. Ella sería suya. Solo suya. Aunque tuviera que quemar el mundo para lograrlo.

1
Monica Oca
Tatiana es una traidora , ahora por que es una drogadicta y antes????no entiendo por que le dicen a Zaira imbecil, cofio dio una segunda oportunidad y le fallaron de nuevo.
Linda Johana Mosquera Rivas
maldito😭
Jorge Choque
lindisimaaa historia la felicito 👏👏👏
Berta Elisa Liberona Sepúlveda
Creo qué lo siguen los qué quieren quitarle el poder y lo tomaron de rehén.
Jorge Choque
marcelo lo sabes 🤭
Jorge Choque
ojalá ella entienda a Leonardo me encanta esta novela muchas felicitaciones a la autora 🥰
Norma Vega
Excelente historia,la recontra recomiendo leerla.Felicitaciones.👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏🍷🇦🇷
yamil@
EXCELENTE!!! felicidades autora!!
Berta Elisa Liberona Sepúlveda
Me encanta 🤭👏👏me demoro los capítulos 👏👏👏
Berta Elisa Liberona Sepúlveda
Me encanta 🤭👏👏me demoro los capítulos 👏👏👏
Jorge Choque
estoy comiendo todas mis uñas muy buena la historia 👏👏👏👏😂
La Comandante
Sigo insistiendo que hay una de panadería tan repetitiva, cada vez tienen que velar y detallar lo mismo. La frustración, el abandono, la soledad, qué le pasa acaso cuando uno se va tienen que despertar a uno. El sueño de la gente se respeta si ya se durmió, eso fue un padre ella
Evelyn Riffel
Hermosa, emotiva tu historia, gracias.
La Comandante
Ahí está, le dije una fortuna por tener un sexo apasionado y se siente ofendida y la mitad de Los muere, tienen un marido que vive con ella la que tiene hijos y los deja pasar Andrés por Dios que esta niña dice que vive en la Msria con una madre enferma, mira pues mi mamita yo hago lo que sea, aunque obviamente y mi mamita no está
La Comandante
Con 25 años y actuando de esa forma por Dios, yo creía que tenía 18 19 años que no conoce a la Vida, por Dios se te corrió el lápiz
La Comandante
A mi me parece que hay mucha palabra, ella tengo que estar muriendo porque la fama no te ayuda a seguir. Párrafo párrafo, al contrario demasiadas descripción sin sentido común, por qué por qué hay algunas que se dedican a lo que me pasó a ella y le pagan menos que es lo que le pagaron a ella, además en vez de estar llorando tanto debería estar feliz de qué, aunque la hayan usado te pagaron bien y con eso paga dos mensualidades de renta el tratamiento de tu mamá tu universidad hay más cosas buenas que mala, entonces describir en un solo capítulo cómo te sientes con otras palabras, ya sabemosoops se te corrió el lápiz
Daniela Isla
👏👏👏👏🥰
Vivi Torres
final feliz jaaaa puro sexo sexo y sexo tenía q se novela jaaa ojalá la vida real fuera así ...santo
Nohelis Cortez
🥰🥰que hombre DIOS tan amable y tan bello 😍😘😍
Marilin Castro
vio la amiga 🤨 hay ajaaaa amiga la madre tuya 🤨
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