Una maldita casualidad me hizo acabar casada con el tío de quién juraba amarme. Todos me mintieron, me usaron y me manipularon a su antojo. Ahora serán ellos los que deban pagar por su osadía.
Fui una ingenua, alguien que creyó ciegamente en todos pero luego me di cuenta de que nada es lo que parece. El demonio se oculta detrás de las más hermosas y pacíficas personas.
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Capítulo 23 VIDEO
...DORIAN CERVANTES...
-Lo que te espera niña- pensé para mi mientras miraba con lujuria ese cuerpo candente en apenas dos sugerentes prendas
Al desatarla totalmente descontrolada me tomó por sorpresa y se montó sobre mi para besarme con desesperación mientras se frotaba sobre mi buscando con éxito su liberación. Por Dios, estaba tan fuera de si y tan caliente que el mínimo roce la hacía g*mir y gritar de pl*cer.
La tiré sobre la cama y le arranqué lo único que la separaba de la completa d*snu*ez.
Me empujó a su cuerpo con ansiedad y me besó de una manera muy ardiente mientras me apresaba con sus piernas obligandome a unir mi cuerpo al suyo.
-"Cuando veas cómo te comportabas no lo podrás creer niña pero que ganas te tengo"- pensé
Bajé mi boca a su intimidad y comencé a emb*stirla con mis dedos. Solo podía escuchar como gritaba y el ruido que producían mis dedos entrando y saliendo sin parar de su centro. Se liberó y en menos de lo que canta un gallo me estaba exigiendo más con su comportamiento tan c*nd*nte y desenfrenado.
Apoyé mi m**mbro en su entrada y aunque pensé tomarme aunque sean unos segundos fue imposible porque trabó sus piernas y me empujó con fuerza a sus adentros.
Me dolió y a ella igual pero eso no impidió que me dejara fuera de juego haciéndome sentir como un juguete s*x*al con piernas porque me tenía demasiado sujeto con brazos y piernas de modo que solo ella se movía y me controlaba aún estando debajo de mi.
Estaba llegando al o*g*smo una y otra vez totalmente fuera de si. Comencé a pensar que ni aunque me exprimiera podría calmar ese deseo que la consumía con fuerza y le había hecho perder la cabeza.
Ejerci fuerza y apreté sus manos sobre su cabeza y comencé a moverme con fuerza haciendo que mis t*stic*los golpearan contra su piel emitiendo ruido.
Así de rudo lo estaba disfrutando aún más. Sus gritos lo evidenciaban.
Le di la vuelta y levanté su tr*s*ro, la apreté con fuerza y volví a conectar nuestros cuerpos. La emb*sti con ferocidad, me aferraba a sus hombros por momentos y por otros a su cadera enterrando mis dedos en su piel.
Llegó mi climax y me corrí con fuerza llenandola de mi en el proceso. Ella aún así no me dejó descansar.
Yo intentaba encontrar aliento para seguir porque ella aún estaba frenética y desesperada.
Se frotaba conmigo, seguía diciendo incoherencias y mientras me recuperaba volví a meter mis dedos en su int*rior. Rápidamente estuve listo y me hundi sin contemplaciones dentro suyo.
La dejé acostada sobre su estómago y abrí sus piernas. Apoyé una mano sobre su espalda manteniendola quieta mientras con mi mano libre yo apoyaba mi h*mbría en su entrada y nos unía con fuerza.
Sostuve sus piernas con mis brazos y las levanté separando su vientre de la cama dejándola semi suspendida y volví con fuerza a emb*stirla una y otra vez.
Me sentía bastante cansado porque hasta contra la pared la sostuve para intentar saciar su incontrolable d*seo.
Cuando se calmó un poco siguió con ganas y ya con poca energía fue que lo hice más lento pero haciéndole sentir cada pulgada. Nos besamos mil veces y luego solo la ví disfrutar cada minuto. La última vez que terminé creí que apenas si me quedarían dos gotas.
(.....)
Al cabo de varias rondas y de hacerle todo lo que pude ella pareció al fin relajarse y quedarse dormida. Me olvidé hasta de las cámaras y me quedé también dormido destapado al igual que ella.
Me desperté a la mañana siguiente y fui al baño a darme una ducha. Me dolían los brazos y las piernas, sentía un ardor en mi cuello y espalda. Pude ver qué Valentina me había enterrado las uñas pero eso era lo de menos. Hacia mucho que no lo pasaba tan bien.
Tengo que reconocer que sentí curiosidad por saber cómo sería sin las drogas en su cuerpo porque así tan fuera de si misma era más que perfecta.
Volví a la cama y más tarde sentí que me arrebataban las sábanas y después un grito con una voz muy distorsionada. Lo pasamos tan mal que quedó afónica.
-Me violaste- me miró con odio
-¿Yo te viole? Fuiste tú quien empezó esto y déjame decirte que si me acosté fue para salvarte la vida
-Ahora el s*xo salva vidas- me quiso empujar de la cama
-Los chocolates que comiste tenían afrodisíacos, ¿Cuántos comiste? Esa mujer quería que me acostara con ella. Era tan alta la cantidad que el antídoto no hizo efecto y si no sudecia no estarías viva pero si tienes dudas háblalo con el médico o puedes ver el vídeo