Ana Maria. Es una mujer, dedicada al hogar, a los hijos y a su negocio. Nunca se imaginó que su vida cambiaría al descubrir la infidelidad por parte de su esposo. Una noche de copas termina en la cama con un desconocido. Ahora más que nunca está decidida a divorciarse. Pero nunca se imaginó que a su regreso de su viaje se encontraría con la peor escena que sus ojos podrían ver. Y que de ahí comenzaría la peor pesadilla, que podría vivir. Perder a sus hijos.
Acompañame esté nueva obra. Ana Maria logrará rescatar a sus hijos de mano de su ex esposo. Y ella el desconocido se volverán a encontrar.
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Un café
Alfredo llega junto a Ana María y Silvia las observa durante algunos segundos mientras estas continúan abrazadas, después Silvia se separa de Ana María limpiándole las lágrimas, desde su auto Martín y Diana observan la escena este se ríe agradeciéndole a Diana. Pues gracias a ella él tiene la custodia de sus hijos.
Diana le pregunta que dónde están los verdaderos niños, Martín le responde que los niños están bien y que están en la nueva casa, que pronto los llevará, para que la visiten. Unos segundos después Diana le pide a Martín que la lleve a la terminal de autobuses que debe regresar a su casa, Martín pone en marcha de su auto y se aleja de ahí quedando Ana María Silvia y Alfredo.
Silvia voltea a ver Alfredo diciéndole. -- No sirves como abogado no pudiste hacer nada dejaste que le quitaran a mi amigo sus hijos. --
Alfredo levanta una de sus cejas es señal del desagrado por lo que le acaba de decir Silvia. -- No voy a discutir donde era obvio que todo estaba ha favor del esposo, señora era evidente que hasta el mismo juez estaba comprado. Pero cómo le mencioné anteriormente ahora necesitamos conseguir todas las pruebas contundentes tenemos mucho más tiempo apelaremos. --
Ana María voltea a ver Alfredo preguntándole. --Pero, cómo no vio que ese juez ya le dio la custodia de mis hijos a él. Con un par de niños falsos. Ya no sé de lo que es capaz ese hombre de hacer si pudo conseguir análisis falsos, niños falsos que me espera que me mate esta vez. Ya que la vez anterior no lo consiguió.--
Alfredo duda. Pero se decide preguntarle. -- A qué se refiere con eso señora. --
Pero Silvia interviene respondiendo. -- Casi la mata, estuvo casi por dos semanas en el hospital de la golpiza que él mismo le dio. Si usted hubiera respondido mi llamada. Cuando yo le llamé las cosas quizás hubieran sido otras. --
Alfredo se queda en silencio recordando que la que le llamó fue Silvia y que sí necesitaba realmente de un abogado durante algunos segundos Alfredo permanece en silencio sin responder nada después le dice Ana María. --
Le reitero lo que le mencioné ahí dentro. Me haré cargo de su caso le prometo que recuperaré a sus hijos. Pero tenemos que tener todas las pruebas necesarias en contra de su esposo, no dejar pasar ni. El más mínimo detalle se llevará tiempo será un juicio largo, pero usted recuperará a sus hijos. --
Ana María solo se queda en silencio escuchando las palabras de Alfredo no le responde, pero unos segundos después se acerca a ellos hombre Ana María se gira. -- ¡papá qué haces aquí! ¿Acaso tú también viniste a testificar en mi contra? --
Ulises se queda en silencio sin saber qué responderle a su hija, pero después le dice. -- No he venido a hablar contigo de algo importante vamos tomemos un café. --
-- Está bien. --
Ana María le dice a Silvia y Alfredo que si gustan acompañarlos, pero Alfredo le dice que tiene que irse y Silvia le responde a su amiga que no que debe de hablar a solas con su padre. Cuándo Ana María y su padre se retiran, Silvia y Alfredo se quedan solos este enseguida le pregunta. -- ¿Cómo has estado? Perdón no fue la intención y faltarte el respeto ese día que llamaste. --
Silvia hace una mueca respondiéndole Alfredo. -- No te preocupes, conoces tantas sillas que, qué podrías acordarte de mí. --
Alfredo no le queda más que decirle a Silvia que si gusta tomar un café. Silvia lo duda Pero después acepta. Cruzando por su mente lo de su embarazo y piensa hacérselo notar, pero sin decirle que está esperando un hijo de él. -- Sí está bien Acepto el café y pues también una rebanada de pastel de chocolate, me vendría bien, para este antojo que tengo. --
Ana María lo lleva hasta su cafetería favorita, en cuanto entran son atendidos y Silvia pide su café y su rebanada de pastel de chocolate Alfredo solo la observa, y unos segundos después Alfredo le pregunta a Ana María con curiosidad. -- casada, amante o novio. --
Silvia lo queda viendo seria respondiéndole entre risas. -- No crees que esas preguntas deberías de hacérselas a mi amiga, para que inicies el juicio en contra del desgraciado de su marido. --
--Perdón no quise incomodarte. --
-- No, no me incomodas voy a responder a tu pregunta. -- ni esposo, ni amante y mucho menos novio. Eso responde tu pregunta. --
-- Pero no te molestes, era solo una pregunta, quería saber. --
Pero en ese momento son interrumpidos por el mesero qué le sirve a cada uno de su café a Silvia en especial su rebanada de pastel chocolate. Silvia toma su cuchara con delicadeza y corta una pequeña cucharada de pastel llevándose a la boca, y disfrutando como si fuera la primera vez que lo está probando, Alfredo se queda observando cada movimiento de Silvia y de repente se dice. -- me invitas de tu pastel, se me antojó. --
Sílvia lo queda viendo un poco sorprendida, y durante unos segundos lo queda viendo y después le responde. -- Sí. --
Cortando un pequeño trozo de paste y después se lo lleva a la boca se queda durante algunos segundos disfrutando del sabor impresionante, Silvia solo medio sonríe pensando, para sí misma. -- Me gustaría saber cuál sería tu reacción. Si supieras que estoy esperando un hijo tuyo. --
Y no muy lejos de ahí en otra cafetería, Ana María y su padre hablan, Ulises le dice a su hija que tiene algo importante qué confesarle, pero Ana María le responde diciéndole que nada de lo que le digo podrá devolverle a sus hijos, Ulises le dice que no tiene nada que ver con sus hijos, lo que él piensa confesarle. Ana María un poco intrigada le responde que nada de lo que tenga que decirle van a aliviar el dolor que siente en esos momentos de haber perdido a sus hijos. Que lamenta mucho ver que su propia madre fue capaz de servir de testigo de Martín para que le dieran la custodia.
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Y está encontra de ella , la misma calaña que Martín..