M E X I C A NA

Yolanda se levantó muy temprano y se asomó a la recámara de Carolina, vio que aún dormía.

Después fue a la habitación de Susana y, al igual que Caro, seguía durmiendo. Lo que no alcanzó a percibir, es si Pancho seguía en la habitación de Susana.

Hoy es un día muy importante, tengo una cita.

Me siento rara, con mucha emoción, como si fuera a hacer una travesura y lo hiciera a escondidas de Mamá.

Oyó ruido en la cocina y bajó a percatarse de que fuera Nana Rosita. Y sí, era ella. Buenos días, Nana Rosita.

Mi niña, qué haces despierta tan temprano?.

Nana, ya no tengo sueño, así que voy a preparar la ropa de Carolina y revisar su mochila.

Me parece bien, pero tómate un vaso de jugo, anda, está recién hecho.

Creo que también tomaré café y unas galletas.

Yolanda tomó una servilleta y escribió en ella: Hoy tengo una cita con Roberto.

Nana Rosita la leyó y solo sonrió, tomó la pluma y escribió: Me da gusto mi niña, pero ten mucho cuidado, ya ves que nadie es ya de fiar.

Yolanda respondió: Claro que sí Nana hermosa. Pierde cuidado. Quema estos papeles.

Si mi niña. Contestó Nana Rosita, ya a viva voz. Prendió un fósforo y los quemó.

Esa clase de precauciones ya se habían impuesto, nadie sabe para quién trabaja.

Yolanda terminó su desayuno, agradeció a Nana Rosita y subió a la habitación de Carolina, tomó su mochila escolar y fue directo a su recámara.

De repente, sacó de su bolso, el papel con la amenaza en contra de Carolina, la letra se me hace conocida, pensó en voz alta y comparó la letra manuscrita de unos documentos que tiene guardados en un archivero de su clóset y vio que era la prueba que necesitaba. La letra de Pancho.Tomó una pistola, la cargó y le puso silenciador. Salió de su habitación y al llegar a la recámara de Susana, se dio cuenta de que no estaba cerrada con llave, abrió sin hacer ruido, se acercó a la cama, del lado que está Pancho y de un tiro, le voló los sesos. Susana se despertó sobresaltada y vio a Yolanda diciendo que no dijera nada, con el dedo en los labios.Ya la cama está toda llena de sangre. De inmediato mandó un mensaje a Roberto: Ven, es de extrema urgencia. Escribió otro a Susana: Báñate y sal de la habitación, no permitas que Carolina entre aquí.

Susana leyó el mensaje y de inmediato se levantó, entró en el baño, se bañó, se quitó toda la sangre, que tenía salpicada, se vistió y fue a la habitación de Carolina.

Minutos después llegó Roberto. Le abrió Susana y con señas le dijo que fuera directo a su habitación.

Roberto subió rápido, entró a la recámara y el espectáculo no era nada agradable. Vio el cadáver de Pancho en la cama y sangre por todos lados.

Ninguno de los dos dijo nada, Roberto envolvió en las cobijas al ejecutado, al terminar, escribió un mensaje SMS a Yolanda. Tengo un amigo Taxidermista, él sabrá qué hacer con él fiambre.

Está bien, contestó Yolanda. Vamos a quedarnos aquí, me mandará un mensaje cuando llegue.

Se sentaron en una mesita, y Roberto preguntó por otro mensaje, que había pasado.

Yolanda le contestó lo que pasó al comparar la letra del mensaje de amenaza a Carolina, con la de Pancho y coincidieron.

Así que viniste con tu arma y lo ejecutaste.

Sí, había que hacerlo rápido y sin ninguna duda.

Lo hiciste bien, Yolanda, pero te arriesgaste demasiado.

Si Roberto, lo sé, pero era ahora o nunca.

Si, claro cariño. Susana está bien?.

Sí. Está en la habitación de Carolina.

Ahí que se quede bonita, que cuide a la niña.

Minutos después, Roberto recibió un mensaje. Ya llegó mi amigo.

Nana Rosita le va a abrir.

Después tocaron muy suavemente, Roberto abrió y lo hizo pasar.

El Taxidermista vio la sangre y el cadáver, pero no se sorprendió.

Quiero que lo desaparezcas, sin dejar ningún rastro.

Está bien, por eso no te preocupes. Me imagino que quieres que trabaje aquí.

Si, por favor. Cuando termines, haremos limpieza.

El amigo sacó un frasco con un líquido y dijo: Limpien muy bien con esto, elimina todo rastro de sangre.

Gracias. Así lo haremos.

Toda la conversación es a través de SMS.