El Heredero

Capítulo 7

Al día siguiente Matías se despertó temprano para recorrer su hogar y visitar a su padre en la cripta. Mariana también lo acompañaría. Bajaban para desayunar para después salir.

—Buenos días.—saludaba Matías

—Buenos días mi amor.—respondió Cecilia mientras Mariana le daba un beso a su tía.

—¿y mi papá?—pregunto Matías

—No tarda en bajar.—

—Ayer que llegamos me pareció ver que peleaban, ¿hay problemas?—pregunto

—No, lo que sucede es que tu padre confunde lo que pregunto y se molesta. Pero es normal.—respondió Cecilia

—Buenos días hijo, Mariana, buen día mi vida—saludaba Alejandro mientras le daba un beso a Cecilia que ella le correspondía—pensé que dormirían hasta tarde.—

—No papá, despertamos pronto para ir a la cripta familiar a que Mariana visite a sus padres obvio yo a mi padre.—respondió, en ese momento Alejandro observó confundido a su hijo, y volteó a ver a Cecilia

—¿No sabías que está aquí en la cripta familiar?—preguntó Matías

—No, no lo sabía. Es más nunca desconozco cómo se llamaba hijo.—respondió

—Me sorprende que después de tantos años no estés enterado, mi padre se llamaba Said Cohen, es hermano de mi tío Elías.—

—Está bien que lo tengas cerca hijo, desayunemos porque cuando terminen de visitar la cripta quiero que vayamos a cabalgar por toda la hacienda.—cambió de tema

Alejandro no dejaba de observar a Cecilia, ella le sostenía la mirada. Sin dudas él buscaría respuestas, después del desayuno Cecilia fue a su despacho, ya esperaba a que Alejandro le reprochara que le ocultara que ahí estaba el padre de Matías.

—tal parece sabes a lo que vengo.—

—Si, a buscar una explicación.—

—¿Por que nunca me dijiste que en la cripta familiar estaba el padre de Matías?, ¿por que está aquí?, si tú me dijiste que él los había abandonado, que mi hijo solo era tuyo. Ahora entiendo porque pasabas casi todos los días visitándola, creíste que no me daba cuenta.—

—Ya que estas tan interesado te diré todo, Said y yo tuvimos un romance a escondidas. El regreso a Italia porque nosotros no habíamos quedado en formalizar. Después me enteré que estaba embarazada de Matías. Oculté a mi hijo de su padre, años después descubrió que tenía un hijo, si quieres saber cómo era físicamente Matías y él son dos gotas de agua, la única excepción es que sacó el color de mis ojos. Said y yo pensamos en formalizar, su socio secuestro a mi hijo, asesino a mi abuela y abusó de mi tía. Said intercambio su vida por nuestro hijo, por eso está aquí.—

—No será que está aquí para que tú sintieras el consuelo de que lo tienes cerca.—

—Y si así fuera que, tú tuviste una amante a la cual tengo cerca. No dudo que más de una vez te encontraste con ella, solo que fuiste más cuidadoso.—

—Te equivocas cuando te entregue la prueba de ADN de su hija, jamás me he vuelto a cruzar en su camino. Porque tú eres la única que me interesa, eres mi esposa y jamás renunciaría a ti. Si te doy un consejo deberías de soltar el pasado, para que disfrutes de nuestra vida juntos. Porque yo amo estar contigo, aunque tal parece que tus verdaderos sentimientos se quedan dentro de esa cripta.—

—No digas cosas absurdas, si seguimos juntos es porque yo quiero estar contigo, además nunca pierdo. Somos el matrimonio más ejemplar y envidiado de toda la comunidad.—

Volteo a verlo Cecilia con sus ojos llenos de lágrimas, Alejandro se acercó para abrazarla acababa de remover mucho dolor en su amada esposa. Después se sintió culpable jamás volvería a atormentarla con el pasado.

—Perdóname, te amo con todo mi ser.—le decía mientras Cecilia se abrazó de él para llenarlo de sus besos

Más tarde Matías, Mariana y Alejandro salieron a montar. Llegaron hasta los establos donde julio y Ulises estaban, Matías los saludó con mucha euforia.

—Me alegra verte Matías, eres idéntico a tu padre. Donde quiera que esté debe estar orgulloso de ti.—decía Julio mientras se incomodaba Alejandro

—Son cosas del destino, pero tengo al mejor padre del mundo.—decía Matías mientras abrazaba a Alejandro, él se sentía orgulloso

Ulises no podía dejar de observar a Mariana, realmente era una mujer muy bonita. Ella se sentía incómoda con la mirada de aquel muchacho, mientras Julio veía a Rebeca en ella, y pensar que ella hubiera sido su hija.

Mariana regresó a la casona para dejarlos solos en los establos, quería pedirle a su tía si podían ir al pueblo. Al entrar contemplaba que el tiempo no pasaba por la casa grande, era como verla suspendida en el tiempo.

—¿Que sucede hija?—

—Desde que tengo memoria se ve igual la casa de la Gavia, era muy pequeña cuando llegué aquí.—respondió

—Está siempre será tu casa, a Rebeca tu madre le gustaba que jugaramos a las escondidas cuando éramos niñas era fácil mantenerse escondidas. Un día se quedó dormida mientras la buscábamos, nunca la encontré y ganó.—Cecilia le sonreía

Ambas se abrazaron para caminar juntas, y si Cecilia accedió a que fueran a pasear al pueblo. Matías y Alejandro seguían en los establos, no dejaba de conversar con su amigo de la infancia. Julio no dejaba de ver el gran parecido que tenía con su verdadero padre.

—Me alegra que ya vayas a quedarte, la señora Cecilia siempre ha dicho que naciste para quedarte al frente de algo tan enorme como la Gavia.—decía Ulises

—Si, toda mi vida está enfocada en quedarme al frente. Amo este lugar en el cual nací, si mi madre que era una jovencita se pudo quedar al frente, yo definitivamente no seré la excepción.—

Matías se esforzaría en aprender a manejar la hacienda y los negocios de la familia, aunque sabía que sus hermanos también lo apoyarían. Después de todo eran muy unidos, juntos lograrían mantener la estabilidad de la familia.