Esta Vida ¿Otra Oportunidad?

Ya de regreso en la mansión los criminales fueron encarcelados en la prisión del Ducado, mientras que Ivy se fue a dar un baño, necesita relajarse un poco, en el agua se relaja tanto que se duerme, un rato después Lina la va a buscar pues el Duque desea hablar con ella, Ivy sale se viste y va a la oficina de su padre.

- Padre, escuche que me buscaba.

- Hija, ¿te encuentras bien?

- Por supuesto padre, no se preocupe.

El Duque pensó que su hija estaría más afligida por lo sucedido pero parece estar bien.

A la mañana siguiente Ivy recibe recibió una invitación al palacio, algo que le pareció raro al igual que a su padre.

- Ivy, cómo es una orden real no la puedes rechazar, pero algo no me cuadra.

- Padre, yo también siento que algo esta mal.

- De acuerdo, Luis por favor di que preparen el carruaje, partiremos mañana, anda a empacar.

Al salir Ivy le dice a Lina que prepare su equipaje, pues partirán mañana al castillo.

- Lina, estaré entrenando, por si me buscan.

Dicho eso Ivy se va a su habitación a cambiarse, pues tiene una mala espina por el llamado del rey así que decide descargar la frustración entrenando un poco con la espada.

Paso toda la tarde entrenando, Lina solo la veía también estaba preocupada, cuando ya entró la noche su doncella le dice que ya pare y vaya a comer, para luego bañarse.

- Señorita recuerde que mañana tiene un viaje importante.

Ivy solo asiente, Lina tiene razón, si sigue entrenando se desmayada y eso retrasará el viaje. Luego de ir a su habitación, le dice a sus doncellas que comerá en su cuarto, estaba muy cansada para ir al comer, después de comer y tomar un baño, se mete en la cama no antes de preguntar si ya está todo listo para mañana.

Pasaron dos días y así llegaron al palacio, el rey les da la bienvenida con el príncipe heredero, Dylan Miller, luego de los saludos formales los dirigen a la mansión de invitados, y le dice que en cuanto se desocupe la mandara a llamar, haciendo referencia a Ivy, está nerviosa voltea a ver a su padre.

- Su Majestad, mi hija es una niña aún, lo que tenga que hablar con ella, debe hacerlo frente de mí.

El rey ríe, pero se nota molesto pues quería hablar a solas con la chica.

- Jaja, si así lo quieren de acuerdo, esperen mi llamado.

Dicho esto se despide y cada uno va a sus habitaciones, en ella Ivy no podía dormir, siente que el rey esta tramando algo y no sabe que es.

En la tarde del día siguiente Lina le entrega una carta a su Señorita.

- Lina, ¿cómo llegó esta aquí?

- Marie lo envío con el mensaje, pensó que era urgente.

Ivy Sonríe y le agradece, le dará un día libre a ambas como recompensa.

"S

Querida Ivy, oficial partiré en un par de días, pero primero pasaré por la capital a saludar al rey, y luego iré al ducado, esta vez no habrá manera de retrasarlo.

Estoy muy contento de verte pronto."

Ivy Sonríe pues eso significa que hay una posibilidad de que se encuentren aquí. prefiere no responder, porque luego sabrá que ella también está en la capital, y quiere que sea sorpresa.

El rey aun no la ha mandado a llamar, eso quiere decir que esta muy ocupado, así que decide ir a ver a su padre.

- Padre, me gustaría ir a comprar un vestido nuevo, pues los que compre recién los deje, y quiero estar presentable mientras esté aquí en el palacio.

Claro que solo es una excusa para comprar algo lindo para la llegada de Chris.

- Cariño puedes comprar todos los que quieras, pero iré contigo no vaya a ser que vuelva a pasar lo de la última vez, le pediré permiso a su Majestad en el momento en que se desocupe.

- De acuerdo padre, Muchas gracias.

le dedica una cálida sonrisa y sale.

Se dispone a ir a su habitación, hasta que ve al Príncipe Anthony esperándola fuera de esta con un ramo de rosas.

- Señorita Ivy, que bueno es verla, ya ka extrañaba.

Ella hace una cara de disgusto y decide seguir su camino pero el Príncipe la detiene sosteniendo el guante de ella.

-Príncipe, ¿cuantas veces debo decirle que no me toque?

Dice mientras aparta la mano y se quita el guante dejándolo caer delante de él.

- Señorita Ivy, eso no es nada educado de su parte.

- Alteza, ya le he expresado mi pensamiento sobre usted, por favor no me moleste.

Sin poder decir nada más Ivy entra a su habitación. Ya dentro de esta Ivy decide cambiarse, dentro de la mansión de invitados hay un patio donde puede entrenar.

- Lina, iré al patio, por si me vienen a buscar.

- De acuerdo Señorita, le diré a Anna que la acompañe.

Dicho eso sale junto a la chica, estando en el patio se encuentra al jefe de los caballeros Lenin.

- Señorita, ¿viene a entrenar?

- Así es, necesito desestresarme un poco.

- Tiene suerte, hoy luego del entrenamiento haremos un combate entre nosotros.

- ¿me puedo unir?

- Por supuesto, pero no vale la magia eh.

Ivy ríe y asiente, mientras calienta un poco.

Como dijo el capitán luego del entrenamiento ya en el anochecer empezó el combate, hasta el Duque estaba allí, pues ya sabia que su hija se encontraba allí, pero para su sorpresa el príncipe heredero también estaba allí.

- Señorita, es su turno.

Así Ivy entra al círculo donde se llevaban a cabo los combates.

- Espero sean delicados contra una joven Señorita.

Dice un Sonríe de manera maliciosa. Viendo que nadie se atreve a enfrentarla, el Duque entra.

- Padre, es un gusto verlo otra vez en estas circunstancias.

-Ivy, antes de empezar ya tenemos el permiso de su Majestad.

- Muchas gracias papá.

Dicho eso el Duque blande su espada y se pone en posición de pelea.

- Esto va a estar increíble.

- Tienes razón, tanto el Duque como su hija son excelentes espadachines.

Murmuran unos chicos que estaban delante del Príncipe heredero, este al escuchar esto pone más atención al combate.

Así se podía ver como estallaba las espadas en el campo, veía como Ivy hacía retroceder al Duque, y viceversa, no parecía algo amistoso entre padre e hija.

- No se preocupe Alteza, ellos dos son igual de orgullosos y competitivos.

Seguían peleando hasta que el Duque intento un movimiento, pero Ivy siempre le ganaba en velocidad, y lo esquivaba.

- Vamos padre, sé que te estás conteniendo.

- Tú lo pediste.

Dicho eso es estruendo de las espadas eran más constantes y más fuertes. Luego de 20 minutos de peleas, se anuncia al ganador.

- La Señorita Ivy, es la ganadora.

Todos aplauden emocionados pues era una batalla reñida.

- Vaya vaya, acaba de pelear con su padre, pero no se nota cansada.

- Alteza Dylan.

Dice mientras se arrodilla. Este le hace una seña para que se levante y así hace.

- Tiene un poco de razón, he entrenado con mi padre un tiempo, mi resistencia es alta gracias a él.

- ¿Qué le parece un combate entre ambos?

Ivy y el resto de las personas se sorprenden,pues nadie se esperaba esa propuesta.

- Lamento negar su oferta Alteza, pero me temo que será otro día, hoy ya es muy tarde.

- De acuerdo, ¿qué le parece en tres días?, un combate entre ambos.

- De-de acuerdo.

Ivy estaba nerviosa, todos sabían que después de su padre el mejor espadachín del Reino era el Príncipe heredero.

Ya acabado el combate, todo el mundo fue a sus habitaciones a descansar.