El Viudo Impiedoso y la Niñera

Na sala...

📱Theo: ¿Por qué me hiciste mentir, Cecilia?

📱Cecilia: Para que tu papá se haga cargo de Alice, ¿no dije que se fue corriendo? Ahora deja de mandarme mensajes, mi mamá me está vigilando.

Lorenzo: Bajo y veo a Theo sentado en el sofá con una carita triste.

Hijo, Alice está bien, solo está durmiendo porque tomó un medicamento fuerte.

Theo: ¿Por qué corriste, Lorenzo?

Lorenzo: Porque estaba preocupado, hijo.

Theo: ¿Estará bien?

Lorenzo: ¿Tienes miedo?

Theo: Tengo miedo de que muera como mamá.

Lorenzo: Abrazo a Theo fuertemente, siento su miedo en sus palabras. Acaricio su rostro con ternura y lo miro directamente a los ojos.

Hijo, lo que le pasó a tu mamá fue una fatalidad.

Theo: Prométeme que no vas a enviar a Alice lejos.

Lorenzo: Lo prometo. Ella se quedará aquí el tiempo que quiera.

No debería prometer algo así, pero Theo ya ha perdido mucho y Alice le ha devuelto su alegría. Lo siento más tranquilo, él me invita a jugar en su habitación y voy. Mantenemos un ojo en Alice y le llevamos todas las comidas. El día termina y nos acostamos los tres juntos otra vez, la situación no podría ser más incómoda. Alice y Theo se duermen y los miro abrazados, pensando en las palabras de Suzi, hasta que finalmente me quedo dormido.

Alice: Despierto con los besos de Theo y es imposible no sonreír.

Lorenzo: Theo me despierta con besos y luego despierta a Alice, quien le sonríe ampliamente.

Theo: Buenos días.

Lorenzo: Theo comienza a saltar en la cama, me levanto rápidamente y lo agarro con cuidado para que no lastime a Alice. Lo llevo a cepillarse los dientes y a cambiarse el pijama. Alice también hace lo mismo y bajamos juntos a desayunar en la mesa.

Theo: Alice...

Alice: Hola, pequeño...

Theo: ¿Cuándo te sientas mejor, podemos ir al parque de diversiones?

Alice: Lorenzo cambia completamente su expresión.

Claro que sí.

Theo: Tú, yo y Lorenzo.

Lorenzo: Hijo, a tu mamá le encantaba llevarte al parque de diversiones, es algo difícil para mí hacerlo contigo ahora. Dame un tiempo, haré un esfuerzo por ir.

Theo: Creo que ella se pondría triste si no pudiéramos ir más.

Lorenzo: Estoy seguro de que sí, hijo, pero solo necesito un tiempo. ¿Está bien?

Theo: Está bien.

¡Abuelita, abuelito!

Bruno: Buenos días.

Daniela: Buenos días.

Saludamos a todos y Bruno sigue a Lorenzo hasta la oficina. Theo sube a buscar juguetes.

Alice: ¿Está todo bien?

Daniela: Es sobre la situación de Lina, nos enteramos ayer por Júlia y me preocupé mucho. Gracias por defender a Theo, Alice.

Alice: No me des las gracias, Daniela, amo a Theo.

Daniela: Lo sé, él también te ama mucho.

Desayuno con Alice y hablamos un poco.

En la oficina...

Bruno: Hijo, Lina fue liberada ayer mismo.

Lorenzo: ¡Mierda!

Bruno: Necesitas proteger a Theo y a Alice, vi las grabaciones de las cámaras y Lina juró vengarse de Alice. Hice que la investigaran, el hecho de que le haya pellizcado a Theo aquí adentro sin miedo muestra que es peligrosa.

Lorenzo: Reforzaré su seguridad y los acompañaré todos los días a la escuela.

Bruno: Hijo, pareces mejor, ¿leíste la carta?

Lorenzo: ¿Cómo lo sabes, papá?

Bruno: Suzi dejó una para cada uno de nosotros, fue ella misma quien ayudó a Isabella. Sabía que sería difícil para ella, tu mamá tardó meses en abrirla y leer la suya también. Pero Suzi fue una mujer extraordinaria y cuidó de todos nosotros incluso después de su partida.

Lorenzo: La leí, papá, cada palabra destruyó algo en mí. Pasé dos años ciego, no honré su memoria ni sus últimos deseos. Lastimé físicamente a Alice, desde que llegó aquí solo le ha dado amor a Theo y yo la he tratado mal.

Bruno: Suzi dejó la carta porque sabía que sería difícil para ti. Alice te entiende mejor de lo que crees, ha estado consolando a tu madre. Hemos pasado años difíciles contigo desde que a Suzi le diagnosticaron cáncer, sé que no ha sido fácil porque no puedo imaginarme perder a tu madre. Pero ella no quería que sufrieras el resto de tu vida y su deseo aún puede hacerse realidad. Hijo, hiciste todo lo que pudiste por Suzi, los mejores hospitales, los mejores médicos, los mejores tratamientos y por desgracia no sobrevivió, ¡pero tú estás vivo!

Lorenzo: Sufrió mucho, papá, no se lo merecía.

Bruno: Lloro con Lorenzo, me ha permitido abrazarle después de años de mantenernos lo más alejados posible. La muerte de Suzi fue cruel para ella y para todos nosotros, recordar todo lo que pasó es muy doloroso.

Lo sé, hijo.

Lorenzo: Después de un rato, me recompongo y me seco las lágrimas. Mi padre hace lo mismo.

Gracias papá por estar a mi lado todo este tiempo, te quiero.

Bruno: Unas cuantas lágrimas más caen por mis mejillas.

Te quiero mucho, hijo, y siempre estaré a tu lado.

Daniela: Toco y entro a la oficina para llamar a Bruno para que se vaya y me emociono al ver a Bruno y Lorenzo abrazados. Lorenzo se levanta y camina hacia mí y me abraza fuertemente levantándome del suelo.

Lorenzo: Mamá, perdóname por todo lo que te he hecho pasar, te quiero mucho.

Daniela: Las lágrimas corren por mi cara sin control.

Hijo, te quiero mucho.

Lorenzo: Suelto a mi madre después de un rato y le limpio las lágrimas de la cara.

Aún necesito un tiempo, mamá, pero ahora sé que todo irá bien. Perdóname por preocuparte y alejarte.

Daniela: El tiempo de cada uno es diferente, hijo. Perdimos una hija, una hija maravillosa con la partida de Suzi. Te comprendí y respeté todo este tiempo porque siempre supe que mi Lorenzo estaba en algún lugar debajo de todo ese dolor y sufrimiento. Ya tendrás tu tiempo, mi amor, pero no nos separes más.

Lorenzo: Haré lo que pueda, mamá.

Mi madre y mi padre me abrazan juntos, y solo entonces me doy cuenta de lo mucho que he echado de menos ese abrazo. Se van y me quedo un rato en el despacho, donde encuentro a Theo y Alice jugando en el suelo del salón. Theo me llama y me uno a ellos.

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