Nuestro planeta, este hermoso nido donde vivimos parece no querernos aquí. es un planeta feroz, estamos a diario expuestos a todas sus infamias desde lluvia hasta volcanes, el mar que nos refresca nos da oxígeno y alimento y también se eleva, inmisericorde borra ciudades enteras de sus costas, tifones, terremotos. La tierra cuando así le provoca se hunde, se desliza sin importar cuantos de sus hijos queden tapiados Los seres humanos nos hemos abocado a socorrernos los unos a los otros, siempre nos sentimos inclinados a proteger al más débil. Desde tiempos inmemoriales nos hemos organizados para paliar embates de la madre gea. allí donde un accidente natural nos lesione estaremos prestos a ayudarle. en esto basamos nuestra existencia. Ustedes no están solos cuentan con nosotros. Estamos en el mismo barco tratando de mantener el rumbo. Aqui nacimos y moriremos. pero mientras tanto con ilusión y con esperanza parimos hijos, sembramos árboles y forjamos futuro para las nuevas generaciones.
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CAPITULO XI
Sinuosos
acantilados, angostas veredas de escasa vegetación, tierras rojizas y
agrietadas. subidas que fuerzan los motores al máximo, cuando caracoleando se
gana altura para llegar a un predio antiguo pero muy bien cuidado. Bordeando
como cercas naturales varios pinos y sauces llorones. Lúgubre paisaje. Hasta el
edificio parece deshabitado, sus paredes externas cubiertas de hiedras y su
piso de pequeñas piedras blancas como machucadas para tapizar el suelo. El
cielo acusa lluvia que nunca cae, permanecen suspendidas las nubes blancas
grandes como algodones en el cielo gris. Una brisa fresca enreda las barbas de
los sauces y mueve suavemente los pinos esparciendo su aroma y llenando el gran
estanque de piñas. Se esforzaron en importar las especies y crear un ambiente
europeo en el corazón de los andes.
Pero
es solo la fachada, dentro y por varios kilómetros pulula la vida, decenas de
niños huérfanos o en situación de peligro son acogidos y cuidados con esmeros,
sin distinción de ninguna clase, corren, juegan cantan estudian y trabajan
acorde a su edad y género. Hay maternal, preescolar, primaria y secundaria. Muy
austero. Tienen siglos haciéndolo y muchos de ellos por esos mismos siglos poblaron
las mejores universidades y se desenvolvieron en envidiados puestos de
trabajos.
Y no
es para menos a las cinco de la mañana los despiertan, Los ciento ochentas
estudiantes están antes del desayuno de las seis de la mañana limpiando,
lavando, arreglando y ayudando en maternal y preescolar, otros en los jardines
recogiendo ajíes, cebolletas, pimentones y hierbas aromáticas, los de los últimos grados de bachiller se ocupan
los trabajos fuertes y la cocina, ya todos hicieron una hora de ejercicio
amasando varios kilos de harina de maíz y haciendo arepas para los desayunos en
grandes hornos que desde meses los enseñaron a usar. por turnos los alumnos de
cuarto y quinto de bachillerato, sin ninguna excepción, les toca cosechar
verduras, hortalizas y frutas y granos para el uso interno. Otro grupo va para
los establos, otro para los corrales, es parte de la educación. Si algún
estudiante manifiesta una inclinación hacia cualquier oficio también le
facilitan la capacitación y los invitados no estamos exonerados.
A
las ocho de la mañana comienzas las clases, una hora para comer y de descanso
para proseguir hasta las cinco de la tarde, cuando dan otro descanso (si no
tienes turno) hasta la hora de la cena. A las seis de la tarde La misa en la iglesia y a las habitaciones a
orar, meditar y dormir.
Así
todo el fin de semana se dedica Maggie, en los claustros del Seminario no hay
descansos, una comida frugal. De merienda un café y unas galletas y de media
tarde: vino con queso mientras con los tutores se debate toda la mañana de
¿Cómo podemos distinguir si dos formas de habla relacionadas son o no lenguas
diferentes? Dado que la traducción literal entre el
latín y cualquier variedad de romance no se produjo hasta el Renacimiento del
siglo XII. Los textos más tempranos que se conservan son de esa época. La
fecha puede parecer sorprendentemente tardía en principio, pero la razón es que
antes de ese siglo el latín y el romance no eran dos lenguas independientes que
requerían traducción, en el sentido normal de la palabra y entonces ¿Cómo se explica, y cuándo se fecha, la distinción entre
latín medieval y romance temprano? Y con ese tema se analiza la opinión de
cinco autores y nos dieron los títulos de cinco más que nos arrojarían luces
para el informe final para entregar la próxima semana.Se
despide con tristeza, Margareth recordando: En estos edificios corrí desde mi
infancia tomada de la mano de mi padre, de mi abuelo y de sus pupilos, por aquí
descifre los primeros textos, esos que mi papa cuidaba tanto, recuerdo que estaban
en italiano. Me ayudó mucho que dominara portugués, ya que el panadero de la
esquina me enseñó a saludar y los artículos, los posesivo y algunos verbos.
Casi como español. Y me emocione y no lo dejaba en paz hasta que decidió darme
clase, aunque tenía cinco años ya sabía leer y escribir, y con paciencia el
buen hombre me ayudo a hablar y escribir su lengua, de ahí fue más fácil. Leia
cualquier cosa que estaba en portugués, talvez se me dificultaba la conjugación
de uno u otro verbo. pero un texto que mi papa leyó me gusto tanto y vi la
copia que le saco a su trabajo y quise leerlo, pero salvo algunas palabras
desconocía la mayoría y no podía leerlo. Me empeñé y puse al rojo vivo a mis
padres, que me buscaran un profesor de italiano. Y de regalo de cumpleaños
venia todas las tardes, por dos horas, una muchacha gorda a enseñarme a hablar
italiano. Así domine mi tercer idioma y pude leer tres meses después el texto
que me intrigaba. Desde entonces con voracidad explore la literatura, las obras
de los clásicos de la antigüedad hasta la literatura moderna.
Ya
llegaba al caserón, limpio cálido y oliendo a flores de limón. En el jardín del
frente tres limoneros florecen al mismo tiempo. Pero no podía tocar ni un
ramillete de sus pequeñas flores blancas, le dijo la nana que cuando estuviera
menstruando no se acercara a la mata de limón, porque el humor que emana la
mujer en esos días pone triste al limonero y bota su carga.
-Verdad
o mentira no me arriesgo – admira la majestuosa carga - esas frutas son sagradas,
en el convento son muy solicitada.
El piso cerca de los limoneros está cubierto
de pequeños pétalos blanco, que dejaron desnudas las frutas bebes, pero también
hay flores completas que no cuajaron y el árbol preocupado aprieta sus ramas
para que la brisa traviesa minimice el daño y no le tumbe más carga.
Miro
con tristeza los capullos esparcidos en el piso.
-Te entiendo
limonero, comparto tu tristeza, como hubiera sido de hermoso un niño, y esa
tristeza se alojó en mi pecho. Que vaina voy a tener que buscar un endocrinólogo
porque estas hormonas me están haciendo estrago. Me regañe. Pubertad, vete
rápido.
Y
comenzó otra nueva semana, con la misma rutina. A Ely le dejó en su clínica,
que está en la misma avenida de su recorrido diario, al cuidado por los
porteros de la clínica: dos bebes de sauce llorón que le compró al convento.
Se afano
en el trabajo, por otra parte, el abuelo le facilito material para el informe
final del tutorial de Origen de las lenguas Romance. Gracias a que Mariam le
ayudaba, estaba pendiente que comiera, que me bañara y cumpliera el horario de
ocho horas de trabajo de siete a cinco y de siete a las diez de la noche me
dedicara a la preparación de los congresos y conferencias con la patota del
abuelo. Mariam se volvió un dragón, el abuelo la entreno, inflexible, precisa e
incorruptible, de tal forma que ya el jueves ella misma edito el material y lo
envió. Les quedaba una noche para las dos solitas y se unió Adela. Celebramos
con arepitas dulces mientras preparaba los postres caseros que se agotaron.