OBLIGADA A CASARME CON EL DEMONIO RUSO

( YERIK )

Jamás pensé en volver a casarme, mucho menos enamorarme, calina llego a mi vida, para ponerla patas para arriba, para derretir mi corazón de hielo, para hacerme creer que aun me pueden pasar cosas buenas en la vida, si bien estuve casado dos veces antes, es la primera vez que me pongo de rodillas frente a alguien, quién diría que Yerik Sokolov estaría de rodillas frente a un mujer? Si lo contará nadie lo creería.

Por primera vez estoy conociendo lo que es el verdadero amor, por primera vez puedo decir que estoy enamorado, enamorado de una hermosa pequeña once años mas chica que yo, que me robó el corazon con su rebeldía y sus fuertes bofetadas, hay que admitir que golpea como el demonio

Estoy contento que me haya dicho que si, le daré la boda que se merece, la que toda mujer sueña, ella se merece lo mejor y yo se lo daré, de ahora en adelante me dedicaré a hacerla feliz, muy feliz

Después que brindamos y que los músicos se retirarán la cargue como una bolsa de papas en mi hombro, era tan liviana que la cargue con solo una mano y la lleve a nuestra habitación, esta vez sí que nadie nos iba a interrumpir y si alguien se atreve a hacerlo, que se considere muerto, la tire con cuidado en la cama y comencé a desvestirme apresuradamente, estaba más que deseoso, hacía mucho tiempo que esperaba con ansias este momento

Mientras me desvestía Calina me observaba atentamente y mordía su labio provocando que me excitara aún más, no sé si lo hacía a propósito o no se daba cuenta, pero lo que si sabía es que me estaba matando.

Una vez completamente desnudo me acerqué a ella y la bese con desesperación, le quite la ropa en un tiempo récord, ya no podía esperar más, comencé a besar y acariciar toda su suave y delicada piel, su cuerpo desnudo era una obra de arte, quería llamar en este mismo momento a mi padre y agradecerle, que me busco una mujer en todo el sentido de la palabra, baje mis besos a su cuello a la vez que mi mano, bajo a su entrepierna, un pequeño gemido salió de su boca cuando hundí dos de mis dedos en su mojada y caliente v*gin* a la vez que con otro de mis dedos jugaba con su clit*ris, me lleve uno de sus pechos a mi boca y di suaves mordidas, provocando que los sonidos de su boca se intensificaran, mis dedos entraban y salían de su interior, pude sentir como su cuerpo se estremecía, aceleré los movimientos, unos segundos después pude notar como intentaba cerrar sus piernas a la vez que mi mano se empapa completamente, dándome a entender que mi esposa había llegado a su límite, retiré con cuidado mis dedos y sin poder evitarlo los lleve a mi boca

- Deliciosa - dije, mientras las mejillas de Calina se tornaban más rojas que un tomate, solté una carcajada

Me acerque y volví a besarla con desesperación separe sus piernas y me posicione para entrar, estaba tan duro que dolía, poco a poco comencé entrar en su interior, sus uñas se clavaron en mi espalda, no es para menos, no es por agrandarme, pero estoy muy bien dotado

Calina desvío su mirada, tal vez pensó que me molestaría al darme cuenta que ya no era virgen pero para mí eso es una idiotez, el imbécil ese habrá podido llevarse su primera vez pero yo soy su esposo y seré su último hombre y eso lo que más me importa

Una vez que se acostumbró a mi tamaño, comencé a moverme con delicadeza mientras jugaba con mi lengua en el lóbulo de su oreja, las embestidas comenzaron a acelerarse, sus gemidos eran música para mis oídos, un par de embestidas más y nos vinimos juntos, su carita llena de sudor y sus mejillas rosadas me excitan a más no poder, la voltee colocándola encima de mi, con mis manos en su cintura la ayude a tomar el ritmo, se movía de lento de arriba a abajo, me levanté con ella aún dentro de ella la apoye en la pared a la vez que la embestía con rudeza, su interior me apretaba con fuerza, los gemidos pasaron a ser gritos de placer que inundaron toda la habitación, la volvi a llevar a la cama y continúe haciendole el amor toda la noche sin parar, ella era algo tan adicta para mí, durante los días restantes, solo me dedique hacerle el amor a mi mujer, solo surfeamos una vez y recién hoy anduvimos un rato en la moto acuática, si hubiera Sido por mi no la habría dejado salir de la cama hasta volver a la ciudad, pero tampoco quiero lastimarla, está si que fue una gran luna de miel

Lastimosamente lo bueno dura poco y después de cuatro hermosos días, estábamos a menos de una hora de llegar nuevamente a nuestra rutina, observé a mi pequeña Chihuahua que estaba tomando sol, me estaba conteniendo demasiado para no ir y hacerla mía en este preciso momento

- En que piensas amor? - pregunte a Calina mientras me acostaba a su lado disfrutando del hermoso sol y de la mejor compañía, mi rubia preciosa

- Mm en que me alegro que mi hermana haya pensado que eras un moustro deforme, sino no hoy no sería tan feliz como me haces tú Yerik

- Mi amor no tienes idea de lo feliz que me hace escucharte decir eso

Y también me alegro que tú hermana no haya Sido la elegida o juro por Dios que en estos momentos ya sería viudo, porque la habría matado con mis propias manos

- Yerik no digas eso

- Pero es verdad amor, es insoportable, gracias al cielo mi esposa es la más dulce, alegre, inteligente, amorosa, buena y la más hermosa mujer que la vida pudo darme

- Oh amor me emocionan tus palabras, debo de admitir que cuando te conocí pensé que no tenías sentimientos pero ahora veo que si lo tienes... - dijo y se quedó en silencio por algunos minutos - Yerik?

- Que amor? - pregunte girando mi rostro hacia ella

- Te quiero mucho... - Sonreí como idiota al escuchar esas palabras que parecen tan simples pero que provocaron un terremoto de emociones dentro de mi, la tomé de la mano y hablé

- Calina, se que es muy pronto para decirlo pero es lo que siento - tomé aire y lo solté - Te amo, te amo Calina - me sincere con ella, por primera vez una palabra de semejante magnitud salió de mi boca

Ella me miró con lágrimas en sus bellos ojos, nos besamos y nos quedamos así tomados de la mano durante el resto del viaje...