UN PADRE PARA MISAEL (6)

Fedra entró rápidamente y regreso con una caja con varios dulces de fresas.

__¿puedo tomarlas papi?

Cerem asintió y Adalet le dio una cálida sonrisa de agradecimiento a Fedra; mientras tomaba de sus manos su pequeña caja.

Fedra, aprovechó para abrazar a la pequeña y darle un beso en la frente, Cerem sintió un sentimiento de culpa, ¿Cómo puede esta mujer desconocida, tener más muestras de cariño con su pequeña que su propia madre?.

__ Mañana venimos, ¿verdad Papito? _ dijo la niña mirando a su padre con ojos de cachorro,

Cerem solo asintió, en realidad se sintió culpable de interrumpir el paseo con su hija, por un sentimiento de recelo que sentía al ver que esa hermosa mujer estaba embarazada de otro hombre, era absurdo, si y era ilógico también, como le afectaba a él, la vida privada de una mujer a la que solo ha visto un par de veces y que no había interactuado con él más que para insultarlo, pero lamentablemente para Cerem era su triste realidad, se había enamorado a primera vista de la bruja altanera del parque.

Pero Cerem, jamás admitiría eso delante de nadie, ni siquiera delante de Fred, que ha estado en silencio parado frente a su jefe estudiando cada movimiento y cada expresión de su jefe

__ ¿Es hermosa verdad? _ preguntó Fred, aprovechando que su jefe estaba en trance

__ Sí, es bellísima

__¿le gusta?

__Si me encanta, ah no perdón ¿de qué hablas?

__ De que es muy linda esa mujer.

__ Ah, bueno tampoco exageres, es normal

__ Voy a invitarla a salir, si me acepta, yo me hago cargo de su bebé.

__ ¿de qué demonios estás hablando Fred?, ve por Adalet, tenemos que irnos _ dijo Cerem realmente molesto.

Fred sonrió para sus adentro, pudo sentir la furia de su jefe, de lejos se notaba las ganas que tenía de golpearlo, su jefe era un hombre celoso y posesivo y esa mujer le gustaba más de lo que admitía

__ Vámonos Adalet que su padre tiene prisa.

Fedra volteó para darse cuenta de que Cerem había subido a su auto sin siquiera despedirse, ella le pareció realmente grosero de su parte, así que entrecerró los ojos viéndolo fijamente y cuando sus miradas se conectaron ella le sacó su lengua en señal de burla

__¿pero que demonios le pasa a esta mujer?,

_ susurró Cerem realmente molesto por la actitud tan irrespetuosa de esta mujer hacia él.

Fred estaba muy divertido con la actitud de su jefe, pero él se encargaría de darle un empujón para que se decidiera a conquistarla, lo que Cerem no sabía es que Fred había investigado a Fedra y sabía bien que era madre soltera y se veía muy amable y cariñosa, antes los ojos de Fred esa mujer era perfecta para ser la nueva mami de la pequeña Adalet.

Cuando el auto arrancó, el silencio invadió el lugar, pero fue interrumpido por el gemido que escapó de los labios de la pequeña devoradora de dulces

__ Humm, están más deliciosos hoy papi

_ dijo la pequeña, sacando a su padre de sus pensamientos, Cerem solo pensaba en castigar a esa bruja altanera y ¿por qué no?, morder esa lengua seductora y atrevida.

__ Si mi pequeña, tienes razón _ dijo Cerem mordiendo un pedazo de tarta que su hija había llevado a sus labios.

Pronto, llegaron a su mansión y Cerem después de dejar a la pequeña a cargo de su nana, fue a su despacho, se sirvio un trago de whisky, se sentó en su cómoda silla y comenzó a girar en ella, mordía sus labios de solo recordar la expresión de esa mujer al sacarle la lengua de esa manera tan provocativa, a los pocos minutos sintió como su hombría se levantaba, por Dios, estaba duro como una roca, Cerem se regañó mentalmente, ahora estaba metido en un problema.

Tomó sus llaves con la intención de ir con Dayanna, que era una mujer que lo ayudaba a desahogar sus instintos.

Cuando llego al auto se encontró con Fred

__ Señor, ¿puedo salir un par de horas?

__ Si, lárgate ya no te voy a necesitar más por hoy.

Fred pasó por un lado de su jefe subió a su auto y salió de la mansión,

Cerem, lo vio marcharse, subió a su auto y condujo sin rumbo por la ciudad, la idea era ir a buscar a Dayanna, pero ya su erección había pasado, así que perdió el interés de buscarla y sonrió al darse cuenta de que estaba parado frente a la Dulcería, se sintió el hombre más tonto del mundo, sobre todo cuando vio a Fred entrar con un enorme ramo de rosas en las manos

Cerem, apretó el volante, estaba furioso, debió imaginar que ese imbécil haría algo como eso, pero qué descarado, usar las horas laborales para andar conquistando mujeres ajenas, esto era el colmo.

Cerem sacó su teléfono y le marcó a Fred, apenas Fred le contestó este lo regaño

__¿dónde estás?, ven ahora mismo, prepara un equipaje te irás de viaje una semana _ ordenó Cerem sin siquiera dejar que Fred le contestara,

Fred, escuchó a su jefe y sabía que estaba molesto con él, pero guardó su teléfono y continuó con su trabajo de Celestino.

__ señora, le traigo este obsequio de parte de mi jefe _ dijo Fred con toda naturalidad

Fedra sonrió y lo recibió con cara de sorprendida

__ ¿Y esto debido a?

__Es en agradecimiento a lo cariñosa que se ha portado usted con la niña Adalet

__ Fijate y yo que pensé que le caia mal al gruñon de tu jefe,

__ No, ¿cómo cree?, usted le cae muy bien, demasiado bien diría yo _ dijo Fred

__ok dígale al tonto amargado que muchas gracias, claro está que mi cariño hacia la niña es desinteresado, pero adelante siéntese, ¿no quiere tomarse un café?

Fred aceptó, ya su jefe estaba molesto así que no perdía nada con aceptar un delicioso café con unas ricas galletas.

__ Si, claro que aceptó, el café que ustedes sirven aquí es de los mejores.

A los pocos minutos una chica trajo una bandeja con dos cafés y unas deliciosas galletas,

Apenas Fred le había dado un sorbo a su café, cuando sintió una mano que le apretó el hombro con fuerza.

__ Con que aquí estás _ dijo Cerem apretándole el hombro, mientras sonreía falsamente a Fedra para disimular.

__ Si-siéntese jefe, _ dijo Fred, levantándose de su silla, para cederle el puesto a su jefe, aunque en realidad solo quería soltarse del agarre agresivo de su furioso jefe. Porque para completar su mala suerte, Cerem lo había encontrado sentado con Fedra en una mesa para novios de solo dos puestos.

__ No te preocupes Fred, deja que el gruñón se siente aquí, mientras yo voy a atender otros clientes, ¿quiere un café para usted? _ dijo Fedra escaneado al hermoso hombre de los pies a la cabeza y poniéndose de pie para volver a la cocina.

Fred sabía que estaba en problemas, su jefe se comportaba como un niño, lo había soltado obligado, pero ahora le estaba pisando en pie con mucha fuerza

__ ¿Con qué en plan de conquista en jornada laboral? Y de paso ignoras una orden mía, te pedí que regresaras de inmediato y te encuentro aquí, muy entretenido.

__ No, jefe solo vine por un café, pero ya me voy

En ese momento, llegó Fedra y está vez fue Fred quien le cedió el puesto, para aprovechar de irse, lidiaría después con la furia y los celos de su jefe.

Cerem, sintió más ganas de matar a Fred cuando lo dejó ahí tirado como un tonto, sin saber que decir a esta mujer que lo intimidaba solo con la manera fría y arrogante de mirarlo.

__Entonces, ¿te comió la lengua el ratón? _ dijo Fedra viendo directamente a los ojos de ese hombre que le gustaba, no sabía si era por las hormonas del embarazo, pero cada vez que lo veía le provocaba morder le esos perfectos labios.

__ Es a ti, a quien te van a comer la lengua si sigues sacándola así, y no va a ser precisamente un gato.

__¿Ah Si?, interesante me gustaría verlo _ dijo Fedra sacando su lengua de una manera seductora y moviéndola de lados lado, ante la mirada de Cerem

__¿me estás retando? _ dijo él, levantándose hacia ella

Pero Fedra, de una manera traviesa escondió su lengua y se apartó.

__ Cobarde _ le susurró Cerem, perdido en esos labios perfectos que ella movía, mientras masticaba una galleta con gran sensualidad, causando estragos en la cordura de Cerem.

__ Jajaja, pero que atrevido eres gruñón, me encanta ver que tienes un lado seductor muy provocativo, pero será en otra oportunidad, gatito porque ya es tarde,

__ Me imagino que te está esperando tu esposo

__ Jajaja, gatito me ofendes, ¿crees que si fuera casada, coquetearía contigo?, acabas de perder los puntos que ganaste con las rosas, que lástima me parecías interesante, el café es cortesía de la casa, adiós

Cerem, se quedó petrificado, la había embarrado en su afán de saber más de ella, pero había algo que llamaba más su atención, ¿acaso Fred trajo los rosas en nombre de él?, ¿su fiel amigo estaba tratando de hacer de Celestino?,