La Bruja Y El Lobo

Las tropas enviadas por el templo del oeste, habían llegado al campamento, el general se presentó ante el sumo sacerdote, Rupert, mostrando su apoyó ante la situación, ambos hablan de lo peligrosos que son el imperio de Trois Blanc y como pueden ellos un día intentar dominar todo el mundo, Madison quien estaba presente en la reunión escucha atenta todo, sintiendo un poco más de miedo.

— santa, nos sentimos honrados de combatir con usted al frente.— menciona el general.

—¿eh? Pero yo...—

— así es general, la santa será quien nos lleve a la victoria. Es momento de que ella nos muestre su gran poder.— agrega Rupert.

Madison quiso hablar, pero el sumo sacerdote le hizo una seña para callar. Más tarde, Gael se enteró sobre la formación que llevaran durante el ataque, con Madison al frente, algo con lo que no estaba de acuerdo.

— lady Madison no sabe pelear y aun no ha entrenado lo suficiente, usted que no puede pelear con las arpías.— reclama Gael.

— ella es la santa, el símbolo de nuestro templo, su presencia es necesaria, para eso vino a este mundo, para guiarnos a la victoria.— menciona Rupert.

— no estoy de acuerdo con eso, no dejaré que la expongan al peligro...—

— alteza, entiendo sus sentimientos, pero no puede dejarse llevar por ellos, lo importante es nuestra misión de proteger el reino y el mundo de esas bestias.—

Gael seguía sin estar de acuerdo con ese plan, Madison sigue inquieta y asustada por todo lo sucedido.

— usted mismo vio como se desmayó, no puede exponerla.— reclama Gael.

— alteza, los dioses nos han enviado a la santa, lo que ha sucedido solo es una prueba para hacerla más fuerte.—

Gael solo sale de la tienda del sumo sacerdote furioso, tiene que encontrar una manera de que Madison no sea puesta al frente de la batalla y solo había una manera, aunque no sea la mejor, servirá. Busco a Madison la cual estaba en su tienda, para decirle del plan.

Un mensaje por medio de un ave llega a manos de Alessandra, este era de un espía, que les hace saber que el templo envió tropas del oeste, eso significa que si planean pelear.

— general, preparé todo.—

— como orden alteza.— menciona un hombre algo mayor y se retira de la sala.

Mientras que Lune, había dormido hasta tarde, pero al despertar, estaba en la habitación, pensando un poco, debido a lo que se aproxima, le preocupa su padre, pues al verla a favor de Trois Blanc, asumirán que es una traidora y consideraran que su padre también lo es, Reynold y los cazadores también se dirigen a la capital y ellos tardarán un poco más en llegar, quizás debió irse con Reynold, claro que aún puede ir, pero también necesita saber que pasará en la posible batalla.

Decide levantarse y salir de la habitación, debe preguntarle a Alessandro sobre la situación actual, el sumo sacerdote no cederá y más si solo están usando de excusa su búsqueda de la bruja, para invadir el imperio.

— opinó que la abuela debería usar las mariposas para atacarlos mientras duermen.— menciona Alessandro.

— ¿pero donde estaría la división? Es más divertido si ellos creen que pueden hacer algo.— responde Alessandra.

— no hay de que preocuparse, aunque hayan traído refuerzos, no podrán cruzar los muros.— asegura Regis.

Lune ha escuchado la platica de esa familia tan singular, por lo visto, no están para nada preocupados. Ya que Alessandro estaba con su familia, mejor se retira de esa zona para explorar esa mansión, aunque solo es para el descansó de la familia, es sumamente grande, al pasar por el jardín trasero, había un invernadero enorme, desde fuera puede ver vegetación verde y flores, pero hay demasiadas mariposas revoloteando dentro.

— son mariposas venenosas, las he criado por años y su particularidad, es que solo siguen mis órdenes.— Maxine toca el cristal de la pared y las mariposas que volaban por todos lados, se posan en las flores y arbustos.

Lune se sorprende por eso, era increíble ver como esos pequeños insectos pueden seguir órdenes.

— es usted sorprendente majestad, no me extraña que su alteza sea un hombre muy fuerte y temido, viene de familia.— sonríe algo nerviosa.

La presencia de la rubia en verdad era imponente, posee un aura fuerte y peligrosa. Maxine solo muestra una leve sonrisa, ella también puede darse cuenta que Lune es alguien con una magia muy poderosa.

— la bruja que el templo busca, es usted ¿cierto? Lady Lune.—

— es probable, al principio anunciaron que yo sería la santa, quizás por que mi alma no pertenece a este mundo, pero después llego Madison, que proviene completamente de otro mundo, ella llego con su cuerpo real, yo solo llegue con mi alma, quizás pensaron que sería menos poderosa.—

—¿otro mundo? Puedo saber como se llama ese mundo...— pregunta Maxine. Le había sorprendido esa revelación.

— se llama tierra, un mundo donde no existe la magia, pero todo se puede gracias a la te...—

— tecnología, aviones, autos, móviles, todo lo que aquí no aquí no hay.— menciona Maxine.

Lune se queda sorprendida al escuchar todo eso, por lo que significa, que la mujer ante ella, también proviene de su mundo.

— entonces usted...¿es como yo?—

— así parece. Han pasado años desde que llegue aquí, más de cincuenta diría yo.—

— wow...debe de extrañar su hogar, su familia y amigos...— menciona Lune.

— en realidad no, mi familia quiso venderme como prostituta, preferí no hacer amigos, solo hubo alguien especial, pero no tanto como lo es mi esposo.—

— comprendo, creo que en eso somos similares, es extraño vivir en este nuevo mundo, pero no hay nadie a quien yo extrañe en la tierra.—

— es mejor así. Mi nieto es un buen hombre, hazlo feliz.—

Maxine se da la vuelta y regresa a la mansión, mientras que Lune sonríe, nunca espero que la emperatriz fuese del mismo mundo que ella. Regis se acerca a Maxine y le cubre con su capa al verla andar sin abrigo y ambos caminan por los pasillo.

Lune regresa también, esta empezando a nevar y no quiere enfermar antes de la batalla.

— debería tener cuidado, no se aleje de la mansión.—

Alessandro la ha alcanzado mientras caminaba en dirección a su habitación.

— solo veía en invernadero, pero creo que no saldría viva si entro.— menciona.

— ¡oh! Si, las mascotas de la abuela, son extrañas, porque la obedecen. Cuando era niño toque una y me pico.— se queja.

— al menos sigue vivo, ¿como va todo? —

— todo esta bien, lo tenemos controlado. Si no quiere que crean que es una traidora y evitar dañar a su familia, no necesario que salga y envíe gente para buscar a Reynold y al duque.— no piensa dejar sin protección a la familia de su pareja.

Lune se sorprende, pues hasta hace un momento, estaba preocupada por lo que pueda suceder con su padre y su personal.

— ¿de verdad? Se lo agradezco, siendo sincera, estaba preocupada por ellos. El rey no se como se tome esta situación con mi padre negándose a ayudarlo. —

— los mantendrán a salvo. Así que ¿no merezco una recompensa?— sonríe ladino.

— así que lo hizo con la finalidad de conseguir una recompensa, confíe en su buen corazón y me ha decepcionado.— se lleva las manos al pecho con una expresión dolida.

— así es la vida mi lady, nada es gratis.—

Lune no dice nada más y jala de la mano a Alessandro para entrar a una sala, ahí le abraza, uniendo sus labios en un intenso beso. Alessandro fue tomado por sorpresa, pero correspondió ese beso, degustando los labios de Lune.