El Alfa y la Rechazada por Él

Luki narrando

Un día ha pasado desde el ataque, y todavía no puedo entender cómo ese debilucho se convirtió en el Supremo, lo que hizo mi Sara. Ay, cuando la agarre, va a saber lo que es bueno, haré que se arrepienta de haberlo elegido a él. Fui demasiado noble y de eso me lamento. Necesito acelerar lo de Charlotte, quiero ponerle las manos encima lo antes posible. Iré a hablar con ella.

Luki: Entonces, Charlotte, ¿cómo va el plan?

Charlotte: Tranquilo, Luki, no es tan sencillo. Ahora que has perdido tu estatus de Supremo, es más difícil que alguien te haga caso.

Luki: ¿Qué dices? ¡Sigo siendo el Supremo! Ese tipo no es nada comparado conmigo. Golpeo la pared, destrozándola, y ella se muere de miedo.

Charlotte: Creo que esa profecía de que quién se case con ella se convierte en el Supremo Alfa es incorrecta. Me parece que la historia fue creada para protegerla. Algo no encaja, no fue necesario que Derik se casara o que hubiera una luna de sangre, como dice la profecía. Ella le dio algo para transformarse, eso lo vi, solo que no sé qué fue exactamente. Parece que el señor Sebastião no nos contó todo antes de morir, nos faltó algo.

Luki: ¡Esa maldita profecía debía haberla forzado a quedarse conmigo sin necesidad de casarse! Ahora solo la quiero a ella, y mi venganza será dulce. Además, esa profecía existe solo porque yo así lo quise. Salgo furioso, destruyendo todo a mi paso, y me dirijo a mi habitación.

Charlotte narrando

Antes de que él vuelva a estar con Sara\, acabaré con su vida. He estado con él todo este tiempo para nada. Oh\, Luki\, tú eres mío y no dejaré que esa *** se acerque nuevamente a ti.

Derik narrando

Después de la reunión, mandé a Jorge a resolver algunos asuntos que estaban causando problemas para la manada y a reforzar la seguridad de Sara, además de contactarse con otros Alfas.

Voy a mi habitación y tomo un baño para relajar mis emociones, sé que ella aún piensa en mí, puedo sentirlo ahora que nuestras emociones están vinculadas. Al terminar, me pongo algo cómodo y caigo en la cama, quedándome pensando en ella hasta dormirme.

Sara narrando

Termino mi baño, me siento mejor ahora que mis poderes de Suprema se han liberado. Me siento más fuerte, incluso para controlar mi ira. Me pongo una sudadera que no había usado antes, un regalo de Lucas para mis 16 años; él sabe que siempre me ha gustado vestir diferente.

Me acuesto en la cama y toco la mordida que me trae tantos recuerdos buenos, decido parar e intentar dormir. Me despierto varias veces en la madrugada con pesadillas sobre Luki, él apareciendo y forzándome como lo hizo con Alice. ¡Cómo lo odio! Juro que te mataré, Luki, la próxima vez que cruces mi camino.

Derik narrando

Me levanto temprano y ya he tomado un espléndido café de Jurema. Gracias a Dios que ya está perfecta.

Jurema: ¿Cuándo viene nuestra niña?

Derik: Pronto y nos casaremos. Lo digo todo feliz. Y usted entrará conmigo, estoy seguro de que a Sara le encantará. Ya le he dicho que la considero como una madre.

Jurema: Pero, señor, ahora ustedes son nuestros Supremos. ¿Cómo puedo estar a su altura?

Derik: Ya le dije que no me llame señor, me llamaba muchacho. ¿Qué pasó? Soy el Supremo, eso me trae más responsabilidad, pero sigo siendo el mismo Derik de siempre.

Jurema: Está bien, mi niño.

Derik: Entrará conmigo y es un hecho. La organización de la fiesta y la comida se las dejo a usted. No escatime, disfrute y vaya a la tienda, compre su ropa y todo lo que merece. Ya le dije que no quiero que trabaje demasiado.

Jurema: Está bien, pero luego no diga que no le advertí si alguien no le agrada.

Derik: Quien manda soy yo, así que no tienen nada de qué quejarse. Le doy un beso en la frente y salgo; hoy iré a ver a Taís antes de ver a mi Sara.

Jorge ya me estaba esperando, hace tiempo pide clemencia por Taís. Sé que ya la perdoné, pero a ella, ¡nunca! Solo de pensar en lo que le hizo a Sara, que casi fue abusada por Rodolfo.

Jorge: Mi Supremo, le pido misericordia por mi hermana. Sé que lo que hizo está mal, pero permita que sea yo quien la castigue. Prometo que nunca más verá su cara.

Derik: Jorge, mira lo que me pides. Ella hizo cosas terribles. Si sigue viva, es por ti, a quien considero amigo y hermano.

Jorge no responde y entran en la celda. Ella parece otra, desmejorada, con heridas y muy sucia.

Taís: Hermano, sácame de aquí, por favor. No soporto más, te lo suplico. Empieza a llorar sin parar.

Derik: ¡Basta de teatro! Grito. ¿Cómo pudiste hacer eso a tu amiga?

Taís: ¡Ja, ja, ja! Ella tuvo suerte de que ese inútil de Rodolfo no hiciera nada, ni para eso sirve. Debía haberle quitado todo, como ella hacía conmigo, que siempre los chicos que me gustaban la preferían a ella en cuanto la conocían.

Jorge: Taís, basta ya. ¿Quieres morir?

Taís: Si no me matas, yo la mataré, oh sí lo haré. ¡Fuera de aquí, fuera!

Derik: Estás loca. Miro a Jorge y digo. Solo tengo una sentencia, y ya debes imaginar cuál es.

Jorge: Puedo mantenerla encerrada. Ella no saldrá. He intentado todo, es un monstruo, pero es mi única hermana y mis padres están destrozados con todo esto.