La Amante Del Presidente.

Esa noche duermo en los brazos de Nancy, ella me cuida sin importarle nada y le pone absolutamente todos los seguros a la puerta, de cierta forma eso me reconforta aunque ya sé que Álvaro no vendrá a verme.

- Que vas a hacer ahora.

- Voy a ir a pedir unos días libres al trabajo y me voy a casa, ahora más que nunca necesito a mi familia.

- Buena idea, no hay nada mejor que volver a casa cuando las cosas salen mal. Vamos yo te acompaño.

- Muchas gracias Nancy.

Tomamos un taxi que nos lleva a mi trabajo y luego selecciono toda la ropa que voy a vender.

- Es mucha ropa, bolsos y zapatos.

- No quiero nada de esto.

- Al menos déjate este vestido y salgamos está noche a distraernos, desde que te mudaste nunca hemos celebrado y justo hoy me invitaron a un bar super lindo.

- Pensé que no te gustaba salir.

- No me gusta, pero es el cumpleaños de mi compañera y se lo prometí.

- Ya que, de nada me sirve quedarme aquí llorando.

- Así se habla nena.

Luego de empaquetar todo lo que Nancy logró vender en línea y recibir una buena cantidad de dinero nos arreglamos y vamos al bar en donde un increíble grupo de jóvenes ya están celebrando alegres.

- Ella es Valeria y necesita un trago fuerte.

Todos me reciben de manera amistosa y en algún punto de la noche con muchos tragos encima me encuentro bailado con un chico muy lindo y simpático.

- Eres muy linda.

- Gracias, tú también.

- Quieres ir a otro lugar al acabar aquí.

- Lo siento, pero no, ya no quiero saber nada de hombres.

- Que lástima, bueno una última canción al menos.

- Una última canción no suena mal.

En algún punto de la noche salgo afuera buscando aire fresco, me siento mareada y muy borracha.

- Que estas haciendo Valeria.

Volteo asustada al reconocer esa voz. - Que haces aquí.

- Ni siquiera has hablado conmigo y ya estás disfrutando como si nada. ¿Tan poco te importaba lo nuestro?

- Ja ja ja ¿Lo nuestro? Me usaste a tu antojo y ahora soy yo la mala. Vas a tener un hijo y yo soy la que está fallando.

- Valeria esto no es lo que parece, no quiero saber nada de ese bebé.

- No me importa que tengas un bebé en camino, yo sé que fue procreado antes de que te conociera, lo que me molesta es que me llevarás a ese lugar ya sabiendo que tenías una mujer embarazada. ¿Pensaste en mí algún momento? Mi vida se habría arruinado por completo.

- No sabía que ella estaría en ese lugar, no sabía nada de ella en todo este tiempo. Vamos a casa y te explico todo.

- No me toques, no quiero estar contigo.

- Quieres volver adentro y seguir jugando con ese hombre acaso.

- Tal vez si, después de todo nosotros no somos nada, no te debo nada al igual que tú no me debes nada a mí.

Intento entrar nuevamente, pero Álvaro me levanta y me lleva a su auto, estoy cansada de que me traten como una bolsa de papas, comiendo a forcejear, lo golpeo, lo pateo, pero él no me suelta.

- Perdóname Valeria, lo mejor es que duermas por ahora.

- Espera que..

Un golpe en mi cuello me deja inconsciente y al regresar en sí estoy en un lugar que no conozco, pero rápidamente me doy cuenta de que es un cuarto de hotel.

- Que me hiciste.

- Lo siento no quería lastimarte, pero necesitaba que me dieras la oportunidad de hablar bien.

- Maldito psicópata habla de una vez y déjame ir.

Álvaro se sienta junto a mí y me toma de las manos. - Valeria te juro que estos meses a tu lado han sido maravillosos, me has enseñado tantas cosas que aunque quisiera no podría dejarte. Te quiero en mi vida, en cada uno de mis días.

- Eso ya no es posible, yo no podría vivir tranquila sabiendo que le estoy quitando el padre a un niño inocente.

- Esa maldita bruja lo planeo todo, se embarazó a propósito y aunque lo jure por su vida yo no creo que ese bebé sea mío.

- ¿Y sí lo es?

- Entonces le daré lo que le corresponde, pero jamás me casaría con la mujer que planeo todo esto, ella me engaño, sabía que yo no la quería y que estoy en contra de una unión forzada. Nadie me puede obligar a hacer algo que no quiero.

- Álvaro esto cambia todo, yo no puedo..

- ¿Me quieres?

- Si te quiero y por eso me lastima tanto todo esto.

- Entonces no me dejes, confía en mí.

- No puedo, lo siento, pero no puedo hacer eso.

- Es porque ahora puedes usar esto como escusa para conocer gente nueva.

- Que diablos estás diciendo.

- Te veías muy a gusto con ese hombre, no podías esperar ni siquiera una semana tenías que salir al día siguiente como si yo fuera basura.

- Eso no es...

Álvaro toma mis mejillas y me besa de una manera que no me gusta, lo intento apartar, pero su fuerza es mayor a la mía y tengo miedo. Tengo que tranquilizarlo de alguna forma antes de que pase algo terrible y sin retorno. Sus manos bajan más rápido de lo que pensaba casi arrancando mi ropa.

- Está bien.. Está bien me quedaré a tu lado solo no me lastimes. Tengo mucho miedo por favor.

Mis súplicas le llegan y se aparta de inmediato avergonzado. - No quería asustarte, es que no soporto la idea de perderte. Eres lo mejor que me ha pasado Valeria, lo más hermoso y real que tengo.

Sé que es estúpido creer en su palabra, pero su angustia, ese dolor que muestran sus ojos no puede ser mentira. Lo abrazo por detrás y él se gira de inmediato, lo escucho sollozar sobre mi hombro y siento como mi corazón se arruga.

- Por favor.. Por favor solo una oportunidad es lo único que te pido, una oportunidad para demostrarte que mi cariño es leal y sincero.

- Está bien, tienes una única oportunidad Álvaro así que no me decepciones.

Esta será la última vez, si todo sale bien sabré que fue la decisión correcta y si todo sale mal entonces ya jamás regresaré. Tomaré los restos de mi corazón y me iré para no volver.