Angélica, una mujer fuerte y determinada de 40 años, ha enfrentado la adversidad con valentía. Pero cuando siente que ha perdido su motivación y las ganas de seguir luchando por salir adelante, un inesperado encuentro con un apuesto hombre llega para cambiar su destino.
Axel es mucho más joven que ella, pero aunque es arrogante y poderoso, a sus 25 años su pasión y devoción la hacen sentir viva de nuevo.
¿Podrá Angélica dejar atrás sus cicatrices y creer en el amor nuevamente?
Descubre esta historia de amor, desamor y mucha pasión, donde la edad no es un obstáculo para encontrar la felicidad.
NovelToon tiene autorización de Angie de Suaza para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo Veinte
Marisolio viajó desde Milán a petición de Axel para que le llevara a Angelica. Y él, encantado de la vida de servirle de celestino a su amigo.
Así que ese día, Marisolio trabajó lo más que pudo en la mañana y antes del mediodía tomó el jet de Darko Luxure y se devolvió para Madrid.
Pero cuando llegó al emporio, jamás se imaginó que iba a encontrar a Ramona agrediendo a Angélica. Hizo lo que tenía que hacer con la bruja de la Ramona y se dirigió con ojos bonitos a cambiar su look de señora cansada a uno más moderno y sofisticado.
—Marisolio, ¿y por qué me está haciendo medir toda esta ropa? No lo entiendo. —Angelica le pregunta a Marisolio por enésima vez y este solo le responde:
—Es para ver cómo te quedan mis diseños. Listo, ya terminamos. Ahora vamos a donde mi amiga Betty. Ella es una maga transformando divas. —Marisolio dió indicaciones a Lisseth para que empacara muy bien toda la ropa que Angélica se había medido.
Llegaron a donde Betty, a su salón de belleza, que queda en el mismo centro comercial, y ahí Marisolio las presentó y al equipo de trabajo de la reconocida estilista, que es la más aclamada por los famosos en Madrid.
—Marisolio, ¿qué hacemos acá? No me digas que es para ver cómo quedo después de que me hagan latonería y pintura. —Angelica estaba intrigada de lo que Marisolio estaba haciendo.
—Déjate consentir que te lo mereces. Luego te cuento qué es lo que vas a hacer. Eso si, vas quedar más hermosa que Silvia Navarro, ya verás. —Angelica le hizo caso a Marisolio de dejarse consentir y Betty empezó con su magia.
—Eres muy hermosa, pero tu piel está muy maltratada. Eso te suma años en vez de quitárselos. Pero confía en mí, te voy a dejar como de 25 años. —Decía Betty mientras se tomaba una Coca-Cola.
—Sí, de esa edad es que la necesito. —Marisolio le daba la razón a Betty.
—Qué cosas dices, Marisolio, ¿cómo me van a quitar casi 16 años de encima? Con que quede de 32 años, quedo contenta. —Angelica les refuto lo dicho.
Primero Betty le puso una mascarilla exfoliante que le dejó su cutis más suave que el culito de un bebé, luego le aplicó un maquillaje ligero que acentuó sus facciones y hermosos ojos y, por último cambió su corte de cabello, dejándolo más juvenil y fácil de manejar.
Luego de toda una tarde de compras, medirse ropa y estar en el salón de belleza, una transformada Angelica salió más renovada que nunca.
—¡Divina! Axelito va a quedar boquiabierto cuando te vea. —A Marisolio se le zafó la información, pero Angelica estaba tan asombrada al verse tan cambiada que ni cayó en cuenta de lo que le dijo el niño mariposo.
—Ahora una última parada y no menos importante. Aunque es la que más odio, hay que hacerlo por tu bien. —Marisolio toma la mano de Angelica y la lleva casi a rastras a otro local del centro comercial.
—¿Victoria's Secret? —Angelica estaba asombrada.
Entraron y ya Tibisay, la dependiente, los estaba esperando a petición de Marisolio.
—Hola, bienvenidos. Soy Tibisay y la asesoraré en la compra de hermosa lencería que vaya con su personalidad y gusto. —Tibisay saludó amablemente a Angelica y se la llevó a escoger ropa interior y pijamas de todos los colores y diseños que jamás en su vida había tenido.
Mientras tanto, Marisolio era atendido con una copa de la más costosa champán, pues es un cliente muy importante.
Una petición de Marisolio y Axel es ley, así que con unas cuantas llamadas y mensajes todo lo organizó en tiempo récord para hacer feliz a un estresado Axelito.
Una hora después, Angelica llegó a donde él estaba.
—¿Y esta vez también me dirás que toda esta ropa interior era para ver cómo me quedaba? Porque por allá ni te asomaste a ver lo sexy que me quedaba todo. —Ángelica le reprochó con su particular manera de ser.
—¡Ja, ni más faltaba! Si fueras un hombre bien guapo como Orlando Bloom, obviamente que iría a verte. ¿Terminaste de escoger? —Angélica asintió. —Entonces es hora de irnos; Milán nos espera.
—¿Milán nos espera? ¿Nos? —Angelica no entendía.
—Sí, reina hermosa. Tú y yo nos iremos a Milán. —Angelica se emocionó, pero luego recordó que con su detención su DNI estaba invalidado para viajar y eso le bajó el ánimo al piso.
—Pero, yo no puedo salir de España. Mi DNI está multado por una detención que tuve. —Angelica fue sincera con Marisolio y este le sonrió con cariño.
—Mira, ojos bonitos, estás hablando con Marisolio; si yo no resuelvo algo, me lo invento, así de sencillo. Ten —En ese momento Marisolio le entrega a Angelica un DNI digital. —Ya no tiene la multa.
Y es que cuando Marisolio le pidió el favor a Oscar de que le ayudara con el DNI de Angelica, este se enteró de que la supuesta empleada tenía una restricción para salir de España, pues estaba pagando una fianza, ya que estuvo en la cárcel. Como sabía la importancia de esta empleada para su primo, llamó a Marisolio para contarle este impedimento y este inmediatamente pagó el resto del dinero de la fianza que aún faltaba por pagar. Después se lo cobrarían a Axelito.
Así que en la mañana el DNI ya estaba disponible para viajar y le fue entregado en la recepción del emporio cuando fue a buscar a Angelica.
—Marisolio, ¿cómo hiciste? Es mucho dinero; yo lo estaba pagando por cuotas. —Angelica se preocupó porque era mucho dinero.
—No te preocupes, ojos bonitos, eso no es nada para Axel y él fue el que lo pagó. Y todo es porque te necesita Milán; anda de un estrés de los mil demonios y la única que lo calma eres tú. —Ahí ya entendió Angelica todo este circo: el baby quiere tetica.
—Conque es eso. ¿Y su prometida por qué no lo calma? —Angélica sonó como toda una mujer celosa, y eso le dio risa a Marisolio. Estos dos no tienen remedio.
—A ver, mi reina, porque Axelito no tiene ninguna prometida, por eso. Y si por alguna razón tiene alguna, es en la mente de la controladora de su madre. Axelito está libre como el viento y puede pedirte a ti que lo acompañes sin ningún impedimento. Créeme, Angélica, ¿qué me gano con mentirte? Axel te necesita. ¿Vamos a Milán? —Marisolio ya estaba preocupado de que Angelica se negara a ir.
Pero Angelica ya estaba por encima del bien y del mal y en una semana había vivido más emociones que en sus 40 años. Así, que una vez despejada la duda de la supuesta prometida, ella decidió que aceptaría todo lo que Axel le quería dar y si él la quería en Milán, iría a Milán.
—Pues ya entrados en gastos, vámonos para Milán. —Marisolio estaba feliz; por un momento pensó que Angelica se le echaría para atrás.
—Vamos, ojos bonitos. Marisolio tomó la mano de Angélica y salieron del centro comercial en su bebé Rosita rumbo al aeropuerto. Ya estaba listo el jet para viajar a Milán.