Boda Con El Enemigo

Después de la fiesta Jed acompaño a Sofía a su suite, había llegado el momento de pedirle matrimonio, Sofía comenzó a besarlo, pero a Jed no se le antojaba, solo podía pensar en la mirada de Isabella, ¿qué ocultaba?, porque algo ocultaba, ¿por eso se hacía llamar Ana Brown?.

— ¡Sofía cariño!, voy a tener que dejarte esta noche mañana me espera un largo día y estoy agotado. Te veré la próxima semana.

A la mañana siguiente en cuanto despertó llamo a su amigo Leo que era investigador y jefe de seguridad.

— Necesito que me averigües todo de Isabella Grant o Ana Brown.

—¿Qué está pasando?, pregunto Leo.

—¡Es lo que quiero saber!.

Llevaba tres días trabajando, aunque le costaba mucho concentrarse su pensamiento siempre volvía a la noche de la fiesta y a la mirada de Isabella, se encontraba leyendo un contrato cuando su teléfono sonó.

— ¡Que Sofía sufrió un accidente!, dijo Jed sorprendido, iré inmediatamente.

Ni bien llego al hospital, se encontró con Rafael quien le contó que al parecer un auto la había chocado.

—Al parecer el conductor iba alcoholizado comento Rafael.

—¿Cómo se encuentra Sofía?, pregunto él

_ ¡La están operando!

_ ¡Lamento mucho lo ocurrido! respondió Jed.

_ ¡Todavía no saben quién fue !

Horas después los médicos les informaron que Sofía estaría bien con terapia se recuperaría.

Ya había pasado una semana desde que había visto a Isabella, no podía dejar de pensar en ella, el informe que tanto había esperado ya se encontraba arriba de su escritorio, miraba la carpeta y se debatía entre abrirlo y no hacerlo, para que remover el pasado. Opto por guardar la carpeta, diez minutos después volvió a sacar la carpeta y comenzó a leer.

Ana Brown vivía hacia casi 6 años en Chesterfield Virginia,soltera

trabajaba en un colegio como profesora de Historia y educación física, tenia una considerable suma de dinero en el banco para ser maestra y era madre de un niño Stefano Brown de 5 años padre del niño desconocido.

Así que era madre soltera, seguro se había enredado con algún pobre diablo que no quiso cumplirle, había una foto de la madre y el niño tomada desde la calle, Isabella se veía preciosa la maternidad le había sentado bien y el niño era muy bonito de cabello oscuro no se veía muy bien dada la distancia, aparto las fotos y se quedó reflexionando volvió a tomar la foto del niño no podía creer lo que veía Isabella Ana Grant Brown, definitivamente era la mujer más malvada del mundo.

Tomo el teléfono llamo a su secretaria

—¡Maria suspenda todas mis reuniones de esta semana!, me iré de viaje pida al chófer que vaya a mi casa por la valija, llame y pidan que preparen el Jet quiero Salir esta misma tarde, ¡Voy a Virginia!.

Llamo a su casa, atendió el mayordomo Mauricio prepara mi valija para una semana me iré hoy mismo, el chófer irá a buscarla a quien llame estoy de viaje, ¡no sabes cuando vuelvo!.

Si sus sospechas era cierta Isabella Grant desearía no haber nacido, puso sus cosas en el maletín, tomo su saco y salió de su oficina. Su secretaria Maria se quedó observando, sorprendida de la rabia que había en la cara de su jefe Jed Salvatore.