Entre Las Estrellas... TU

Felipe...

¡¡¡Por Dios!!! He besado a muchas mujeres y muchas me han regalado besos bonitos, pero esto que me acaba de pasar con Sally, es otro nivel. Esto es un beso para la historia, para recordar día, fecha, hora, lugar... Este beso es para mí mucho más que solo un beso. Es el inicio de lo que deseo que sea el resto de mi vida.

Si. Los Johnson y los Volkov somos conocidos por ser intensos desde el principio, y aunque durante mucho tiempo creí que eso no me pasaba a mi porque yo no llevaba el Johnson en mis venas, ahora entiendo lo que mi papá me dijo una vez cuando tenía 16 Hijo... Tu eres MI hijo aunque no lleves mi sangre y nada ni nadie puede cambiar eso. Ahorita estás pasando por muchas cosas que te hacen creer y pensar que el hecho de que te haya adoptado no te hace ser mi hijo, pero NO es así. Porque creeme yo mejor que nadie te entiendo. Eres lo que yo te enseñe que eres, harás grandes cosas porque yo te ayudaré y te animaré a que las hagas, y el día en el que crezcas y te vuelvas un hombre, verás que las cosas que te suceden no es simplemente porque eres un Johnson de sangre sino porque eres un Johnson de corazón y por amor.

Ahora entiendo que papá se refería a que todo lo que me enseñó y que estoy haciendo, es por sus enseñanzas. Es porque él me enseñó que el verdadero amor siempre te lleva a querer ser mejor por esa persona. A qué aún cuando ella vea tu lado menos agradable, sigue estando allí contigo, apoyándote y animándote a ser mejor y eso te hace querer poner el mundo a sus pies. Eso es lo que Sal representa para mí. Y aunque por mi, hago la misma que hizo Max con Priscila y me llevo a Sal directo a una boda donde solo seamos ella y yo, sé que ella necesita tiempo.

Pero ya esta noche es el inicio de lo que de todo corazón deseo que sea el resto de mi vida. Amo a Sally Brent y no lo pienso ocultar más. El corazón me late a millón por segundo, siento que podría salir como un cohete disparado a la estratosfera de todo lo que siento dentro de mí. Por lo que luego de finalizar el beso y mantener nuestras frentes unidas, le pregunto... Sally, esto es lo mejor que me ha pasado en la vida. Eres mucho más de lo que alguna vez yo pude desear en una mujer. Eres inteligente, graciosa cuando lo deseas, tierna, amable, me has probado tu amistad mucho más de lo que tan siquiera te imaginas. Por eso yo quiero preguntarte... ¿Quieres ser mi novia?

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Sally...

¿Cómo seguir negando que Felipe me tiene botando la baba por él? Ya no puedo negarlo más. Y luego viene y como para hacerlo aún más perfecto me pregunta que si quiero ser su novia con una declaración más que perfecta y una caballerosidad innegable. ¿Cómo te digo que no Felipe? Si desde el primer día con tu caballerosidad fuiste conquistando mi corazón. ¿Cómo te digo que no si el simple hecho de verte produce que millones de mariposas revoloteen dentro de mi? ¿Cómo te digo que no, si lo que realmente deseo es decirte que si? Entonces como no tengo nada que objetar, sino por el contrario concuerdo contigo en el sentido de que tú también eres por mucho lo mejor que me ha pasado en la vida, la respuesta es SI. Acepto ser tu novia.

Ese hombre se volvió loco. Me cargó como si no pesara nada y comenzó a dar vueltas conmigo en brazos. Felipe... Para... Nos vamos a caer... Felipe... De nada me servía decirle nada porque estaba en una euforia total. Y yo tampoco me quedaba atrás. Me dió un ataque de risa por lo que este loco novio mío estaba haciendo. De pronto me bajó y salió corriendo... Se paró a medio camino y volvió por mi y tomados de las manos, entramos a toda velocidad a la casa.

Entró y comenzó a buscar a todos, encontró a los adultos reunidos Papá y mamá, Chad y Natalia, Tito Brandon y el abu Nate, de pronto comenzó a silbar de una forma específica y los 4 hermanos, Paola, Ian, Brandon y Nathalie bajaron. Yo lo miraba intentando descifrar que era lo que quería hacer y a la vez, tratando de recuperar el aliento. Cuando todos estuvieron reunidos, grito: Familia, oficialmente ¡Tengo Novia! -Dijo levantando nuestras manos entrelazadas. Los primeros en saltar fueron sus hermanos quienes nos abrazaron y comenzaron a saltar. Luego nuestros padres quienes nos abrazaron a cada uno por separado y luego el Tito Brandon quien aún no decía nada, dijo: Y es que ¿todavía no lo eran? Felipe, estabas quedado... Pero más te vale no te demores lo mismo para pedirle que sea tu esposa.

Lo miré y me sonrojé. Siento toda la presión de la sangre en mi cara, y todos los demás comenzaron a reír. Con calma señor Brandon... Dijo papá. Ningún señor Brandon. No se haga dar un bastonazo Oliver. Ya le dije que en la familia no nos tratamos así. Nos comenzamos a reír mientras papá alzaba las manos en son de paz. Estuvimos hasta la media noche todos juntos, luego, los 3 niños (que no son tan niños) debían ir a la cama porque tenían clase en un par de horas.

Lo más cómico es que Nathalie se retiro a regañadientes diciendo como si fuese la primera vez que nos acostamos tarde y nos levantamos temprano... Natalia la miro y le pregunto... ¿algo que decir señorita? A lo que la astuta niña negó con la cabeza y salió corriendo en dirección a las escaleras. Nos quedamos riendo por esas pequeñas cosas y finalmente a la 1 de la mañana, nos retiramos a nuestras habitaciones. Felipe como el caballero que es, me llevó hasta mi habitación y ésta vez si me dió un señor beso. De esos de los que había escuchado yo que te dejan aturdida... Bueno, de esos. Hasta mañana mi novia bonita... Descansa y sueña conmigo.

Salió casi corriendo de allí y cerré la puerta con un tantito de desánimo por la forma en la que se fue, pero ya mañana le pregunto porque se puso así. Me duche y en el momento de la ducha, recordé el beso y mi cuerpo ardía. Yo sé que eso significa que necesito tocarme para que me pueda calmar. Termino y ya acostada en la cama y pensando en Felipe, el beso, verlo sin camiseta y todo eso, me toqué y esta vez la explosión fue mucho más grande e intensa de lo que alguna vez pudo haber sido.

Terminé, y aún con mi cabeza en ese hombre tan hermoso que ahora llamo mi novio, me quedé dormida.