Hace años, Ilán le mintió a su exmarido, Damon, diciéndole que el bebé que había dado a luz había muerto. Lo hizo por la profunda decepción que sentía hacia él, quien lo había abandonado en el momento más vulnerable, cuando estaba a punto de dar a luz.
Ahora, Ilán se ve obligado a enfrentarse nuevamente a Damon, ya que su hijo/a necesita desesperadamente un donante de médula ósea.
¿Cómo reaccionará Damon al descubrir que su hijo/a sigue vivo y está gravemente enfermo debido a la enfermedad que padece?
—Cásate conmigo otra vez, Ilán —dijo Damon, su voz impregnada de autoridad, mientras las feromonas alfa llenaban la habitación, abrumando a Ilán con una mezcla de tensión y deseo reprimido.
—Acepto... —respondió Ilán, conteniendo la respuesta instintiva de su cuerpo al poder que emanaba Damon—, pero después de que quede embarazado y dé a luz, nos separaremos.
El aire cargado de feromonas hizo que la atmósfera se volviera insoportable, incrementando la tensión entre ambos...
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7
Tal como lo había decidido el día anterior, finalmente Ilán reunió el valor para ir a ver a Damon, acompañado por Hesti, su mejor amigo, quien por casualidad trabajaba en la misma oficina que el alfa que alguna vez fue su pareja.
Aunque Ilán no estaba listo emocionalmente para enfrentarse al hombre que tanto odiaba, sabía que no tenía otra opción si quería salvar a su hijo, Gio.
—¿Ilán, estás bien? —preguntó Hesti con preocupación al ver que su amigo no decía nada, con las manos entrelazadas y las feromonas de ansiedad empapando el ambiente.
Hesti podía sentir claramente la tensión creciente en Ilán. Sabía que estaba a punto de enfrentarse a Damon, su ex, y ahora se encontraban en el lobby del edificio donde Damon trabajaba.
—Estoy bien —mintió Ilán, aunque su cuerpo traicionaba esas palabras. Sentía la rabia regresar lentamente, una ira enterrada durante años, provocada por el simple hecho de imaginarse encontrándose cara a cara con Damon de nuevo. Un alfa que había sido el centro de su mundo, lleno de risas y lágrimas, pero que ahora solo evocaba recuerdos amargos.
No podía evitar preguntarse cómo lucía Damon ahora. ¿Seguiría siendo tan atractivo y dominante como antes? ¿O incluso más irresistible? Y lo más doloroso, ¿con quién estaría ahora? ¿Sería alguna de las muchas parejas que había tenido en el pasado, o alguien nuevo? Damon siempre había tenido facilidad para pasar de una pareja a otra, y todo en su intento de olvidar a su verdadero amor: Ven.
Ven Graham, un omega que había sido el amigo más cercano de Damon, el alfa que Ilán alguna vez amó. Damon había estado perdidamente enamorado de Ven, pero él eligió a otro hombre, lo que dejó a Damon destrozado, incapaz de lidiar con el dolor de su rechazo. Para compensar su corazón roto, Damon buscaba consuelo en los brazos de otros, uno tras otro.
Ilán recordó que, al principio de su relación, cuando todavía no amaba a Damon, no le molestaba en absoluto que él se involucrara con otros en su presencia. Era indiferente. Pero a medida que el tiempo pasó y el amor empezó a crecer dentro de él, Ilán se dio cuenta de que el comportamiento de Damon le dolía profundamente. Llegó a fingir enfermedades solo para captar la atención de su alfa, un esfuerzo desesperado por mantenerlo cerca.
El corazón de Ilán latía con fuerza mientras miraba a su alrededor. —¿Por qué no ha llegado todavía? —preguntó, sintiendo cómo la ansiedad y el nerviosismo se apoderaban de él. Sus feromonas de omega se descontrolaban, impregnando el aire con una mezcla de frustración y temor.
Hesti consultó su reloj, también confundido por la tardanza de Damon. No era propio de él llegar tarde, especialmente cuando el reloj ya marcaba las diez de la mañana.
—Espera un momento, quédate aquí. Voy a averiguar qué pasa —dijo Hesti, su tono preocupado pero firme, mientras se alejaba.
Hesti se dirigió al escritorio de la secretaria de Damon, una de sus compañeras de trabajo. Quería confirmar si Damon estaba en el edificio o si algo imprevisto había ocurrido. Tenía la sospecha de que tal vez Damon tenía algún compromiso fuera de la ciudad.
Y efectivamente, Hesti confirmó lo que temía. Damon había salido de la ciudad la noche anterior por trabajo y estaría fuera durante los próximos dos días. Esa era la razón por la cual no había llegado aún a la oficina.
Hesti regresó con una expresión de disculpa en el rostro. —Lo siento mucho, Ilán. Debería haberlo averiguado antes de que vinieras. Damon está fuera de la ciudad.
Ilán suspiró profundamente, luchando por no dejar que la decepción lo superara. Sacudió la cabeza con resignación. —No pasa nada —dijo, aunque su voz traicionaba el dolor de saber que la reunión se pospondría, lo que significaba un retraso en el tratamiento de Gio. Cuanto más tiempo pasara, más difícil sería salvarlo.
—Está en Bali por un par de días. Así que podrás regresar en dos días —le explicó Hesti, aunque podía sentir la preocupación en las feromonas que Ilán emitía.
—De acuerdo... —Ilán intentó mantener la compostura, pero dentro de él, la presión crecía. Su única preocupación era el bienestar de Gio, y cada día contaba.
—Nos vemos pronto entonces. Gracias, Hesti —se despidió Ilán, sintiendo que cada paso que daba hacia la salida era un eco de su desesperación creciente.
Sabía que volvería en dos días para enfrentarse a Damon, y por el bien de Gio, tendría que dejar a un lado el pasado, sus miedos, y su orgullo. Tenía que estar preparado para cualquier cosa.
....
Ilán sabía que tendría que ser fuerte y enfrentarse a los fantasmas del pasado, porque en esa batalla, no solo estaba en juego su dignidad, sino la vida de su hijo.
...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...
...Ven Graham...
...Omega...