La vida de Valeria da un giro inesperado cuando descubre la infidelidad de su novio, Alex. Desolada y herida, decide marcharse sin decir una palabra, buscando refugio en la casa de su amiga. Alex, al darse cuenta de su ausencia, se embarca en una búsqueda frenética para encontrarla, convencido de que puede reparar su relación. Sin embargo, su mejor amiga, Claudia, está decidida a proteger a Valeria del dolor que su ex le ha causado y se niega a revelar su paradero.
A medida que Alex se enfrenta a obstáculos y a la interferencia de su amante, Valeria comienza a redescubrirse y a sanar. Pero cuando el amor verdadero está en juego, las decisiones del pasado pueden amenazar el futuro.
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Capitulo 11: El dilema del amor
**Valeria se encontraba sentada en el balcón de la casa de Claudia,** observando el cielo despejado mientras el sol comenzaba a ponerse. Los colores cálidos del atardecer contrastaban con el frío que sentía por dentro. **Había pasado días intentando tomar una decisión, pero la respuesta seguía escapándosele.** ¿Debería darle otra oportunidad a Alex? ¿Podía realmente cambiar, o sería un error volver a confiar en él?
—*El amor no debería ser tan complicado,* —pensó en voz alta, mientras jugaba con su taza de té—. *¿O sí?*
**El dilema la consumía.** Por un lado, estaba el amor profundo que alguna vez compartió con Alex, las promesas que se hicieron, los planes de futuro. **Pero por otro lado estaba la traición,** la sensación de haber sido reemplazada, de que todo lo que construyeron juntos se había desmoronado con un solo mensaje.
**Claudia se sentó a su lado, notando el ceño fruncido de su amiga.**
—*¿En qué piensas?* —le preguntó suavemente.
—*En si las personas realmente cambian,* —respondió Valeria sin apartar la vista del horizonte—. *Alex me pide otra oportunidad, pero ¿cómo puedo estar segura de que no volverá a hacerme lo mismo?*
**Claudia suspiró y dejó pasar unos segundos antes de hablar.** Sabía que Valeria estaba luchando internamente, y no quería influir demasiado en su decisión.
—*Creo que las personas pueden cambiar si realmente lo desean,* —dijo al fin—, *pero no siempre lo hacen. Cambiar implica esfuerzo, reconocer errores, y no todos están dispuestos a hacerlo. La pregunta es: ¿crees que Alex lo haría? ¿Y tú, Valeria? ¿Puedes perdonar y seguir adelante?*
**Valeria se quedó en silencio,** las palabras de Claudia resonaban en su mente. **La verdad era que no estaba segura.** Quería creer que Alex podía cambiar, que realmente estaba arrepentido, pero el miedo a volver a sufrir la frenaba.
—*No lo sé,* —admitió finalmente—. *Tengo miedo de perdonarlo y que todo termine igual o peor. Pero también me aterra la idea de seguir adelante sin él. Es como si estuviera atrapada entre dos caminos y ninguno parece el correcto.*
**Claudia la observó con empatía.**
—*A veces, seguir adelante es la mejor opción, aunque duela. Y otras veces, luchar por alguien también lo es. No hay una respuesta fácil en esto, Vale. Solo tú puedes decidir si prefieres arriesgarte de nuevo o empezar de cero.*
**Valeria dejó escapar un suspiro largo, sintiendo el peso de esa decisión sobre sus hombros.** El dilema del amor era más complicado de lo que imaginaba, y sabía que no podía quedarse en ese limbo para siempre. **Tendría que elegir, tarde o temprano.**
—*Tienes razón,* —murmuró, abrazándose a sí misma—. *Es hora de decidir qué es lo que realmente quiero.*
**Valeria se levantó del balcón y entró en la sala, sintiendo el peso de sus pensamientos en cada paso.** Los recuerdos con Alex seguían viniendo a su mente como una corriente incesante, desde las primeras risas, los días de complicidad, hasta el momento exacto en que todo se quebró. **¿Cómo era posible que alguien que te amaba pudiera hacerte tanto daño?** Esa pregunta no dejaba de rondarle la cabeza.
**Claudia la siguió con la mirada, sabiendo que su amiga necesitaba tiempo.** A pesar de su consejo, también sabía que el corazón de Valeria estaba atrapado entre el perdón y la libertad. **Había visto a muchas amigas pasar por situaciones similares, pero nunca dejaba de ser doloroso ver a alguien tan cercano enfrentar esa lucha interna.**
**Esa noche, mientras se acurrucaba en el sofá con una manta, Valeria encendió su teléfono y se encontró con un mensaje sin leer de Alex.** No lo había bloqueado aún, aunque parte de ella había querido hacerlo. **El mensaje era breve, casi desesperado:**
*"Lo siento. Te extraño. Hablamos, por favor."*
**Valeria apretó los labios, sintiendo un nudo en la garganta.** Alex no era un hombre de muchas palabras, pero esas pocas palabras la afectaron más de lo que quería admitir. **¿Era suficiente el arrepentimiento? ¿Realmente merecía otra oportunidad, o solo estaba cayendo en el ciclo del perdón sin cambios?**
—*¿Y si no cambia nunca?* —murmuró para sí misma, mirando el mensaje.
**Claudia apareció en la sala con una taza de té, notando el brillo en los ojos de Valeria al ver el teléfono.** Sabía que el mensaje de Alex había llegado en el peor momento posible: justo cuando Valeria intentaba encontrar fuerzas para avanzar sin él.
—*¿Te escribió?* —preguntó suavemente, sentándose a su lado.
**Valeria asintió, sin saber qué decir.** Las emociones eran confusas, como una tormenta de sentimientos que no la dejaba pensar con claridad. Sabía que cualquier decisión que tomara cambiaría su vida, pero ahora, más que nunca, no sabía si estaba dispuesta a arriesgar su corazón de nuevo.
—*No tienes que responderle si no estás lista,* —dijo Claudia con calma—. *Tómate tu tiempo. No dejes que la culpa o la nostalgia te empujen a hacer algo que aún no tienes claro.*
**Valeria asintió, apagando el teléfono sin responder.** No estaba lista, no aún. **Tenía que pensar en sí misma, en lo que realmente quería para su futuro,** y no solo en lo que Alex quería o necesitaba. Esa era la verdadera batalla.
**Mientras la noche avanzaba, Valeria se dio cuenta de que, aunque el amor era complicado, su propia felicidad debía estar primero.** Pero aún quedaba una pregunta que la mantenía despierta: **¿Estaba dispuesta a dejar ir el amor por completo o darle una última oportunidad?**