Mi Gordita Bella

Dante 

Me encontraba ya despierto cuando la alarma junto a mi cama comenzó a sonar avisando de que ya eran las 7:30am,con algo de pereza me levanto de la cama y tomo una muda de ropa para luego dirigirme al baño.Tomo una ducha de unos 20 minutos y luego salgo para arreglarme,la idea era ir al café algunos minutos después de que su turno comezón para así devolverle su teléfono y poder darle los buenos días,quizás y con mucha suerte me ganaría un beso como recompensa.

Salgo de la casa rumbo a la cafetería,solo tenía 15 minutos de viaje hasta el Starbucks así que no tardaría en llegara allí.

Una vez allí estacionó el auto y veo a las personas que entran por un café,la mañana estaba hermosa no hacía mucho frío ni tampoco mucho calor,el ambiente era perfecto,sonríe pensando que podría quedarme a desayunar aquí para verla por más tiempo, y luego ir rápido al trabajo para no llegar tarde. 

Cruzo la puerta del Starbucks para encontrarme con su encantadora sonrisa al otro lado del mostrador,a su lado estaba su compañera Alexa quien era la enamorada de mi mejor amigos,y atendiendo las mesas se encontraba aquella chica que había estado la primera vez que vine,aunque ni siquiera había cruzado palabra con ella,o por lo menos eso era hasta ahora que la chica se había acercado a mi con una sonrisa gigante en el rostro,le devolví la sonrisa algo incómodo por su forma de mirarme.

Quería tomarla de brazo y moverla a un lado para poder caminar hasta la barra y ver a Melina,pero aquello habria sido algo irrespetuoso así que simplemente me quedo con la gana.

-Bienvenido-saludo sin quitar su sonrisa-Deseas una mesa o prefieres la barra?-pregunto apresuradas cambiando su sonrisa "amable" por una más coqueta.

-Ire a la barra-conteste quitando mi brazo cuando ví su intención de tomarme y llevarme hacia alguna de las mesas vacías.

Al parecer eso no fue suficiente para que me dejara ir a ver a la chica que estaba al otro lado de la barra,ya que tomo se puso delante de mi y sonrió coqueta nuevamente.

-Ten este es mi número por si quieres salir luego del trabajo-espeto guiñándome un ojo de manera coqueta.

-Gracias pero ya tengo una cita para esta tarde y es un chica preciosa-conteste está vez dejando de lado mis modales y pasando a por su lado ignorarndo lo que estaba por decir.

Seguí mi camino hasta la barra donde ahora Melina se encuentraba preparando un café para la chica que estaba delante de mi en la corta fila.

-Que lo disfruté-dijo con una sonrisa a la chica antes de que se fuese.

Y ahí estaba ella,con su cabello corto y esos ojos marrones,con una sonrisa en sus lindos labios que había tenido suerte de probar la noche anterior,está chica lograba que me vuelva a comportar como un adolescente en sus días de secundaria con su primer amor.

-Buenos días Dante-saludo mirándome.

-Buenos días, preciosa-le devolví en saludo con una sonrisa en mi rostro.

-Lamento haberte hecho venir hasta aquí tan temprano-se disculpo.

-No es ninguna molestia,además de pasada tomare un café y comeré algo-conteste.

-Oh está bien,entonces pide lo que quieras la casa a invitar-sonrio mirándome.

Negue con un movimiento de cabeza,no podría hacerlo,eso significaría que lo descontarían de su sueldo.

-No Melina-hable.

-Claro que si,viniste hasta aquí para traerme el teléfono y anoche me llevaste a casa,es lo mínimo que puedo hacer por ti-dijo.

-No hace falta-.

-Pues entonces te prepare un café amargo y un trozo de tarta de chocolate-dijo y se acercó un poco a mi por encima de la barra-Para llevar o para consumir aquí?-pregunto.

Sonríe,habria acortado la distancia entre ambos si no fuese por qué estamos en su trabajo y no sabía cómo ella reaccionaria.

-Para consumir aquí,linda-conteste dejando un rápido beso en su mejilla.

Sus mejillas no tardaron en subir su tono rojizo haciéndola verla aún más tierna.

-Esta bien,quieres que lo lleve a tu mesa?-pregunto aún sonrojada.

-Lo tomaré en la barra-conteste.

Ella solo asintió y preparo lo que había dicho,yo me senté a una corta distancia mirandola hacer su trabajo.Una vez termino se acercó a mi con el café y un plato con un trozo de tarta de chocolate.

-Aqui tienes-dijo dejándolo delante de mi.

-Gracias-conteste tomando un sorvo se café,saque el teléfono que se encontraba en el bolsillo del saco y se lo extendí-Aqui está tu teléfono,hermosa-.

-Encerio gracias por traerlo-dijo y luego dejo un beso en mi mejilla-Eres increíble-dijo antes de alejarse a atender a otros clientes,dejándome allí sentado con una sonrisa boba pintada en el rostro,una sonrisa que seguramente no se boraria de mi rostro en todo el día.