Una Chica Ruda Reencarna en una Nerd Tímida

Key chocó con alguien. De repente, la actividad de Key y los demás se detuvo y miraron a la persona con la que Key había chocado. "Lo siento..." Dijo Key con voz neutra.

"Hm..." Murmuró.

Key y los demás continuaron su camino sin prestar atención a la persona con la que había chocado. Hasta que la voz de esa persona llegó a sus oídos. "Key..." Dijo con voz grave.

Key detuvo sus pasos y miró a esa persona. "¿Hm?" Levantó una ceja con expresión interrogante.

Esa persona miró a Key fijamente. Hasta que una voz captó su atención.

"¿No eres tú la que dijo ser la hermana menor de Daren el mes pasado?" Preguntó uno de los hombres allí. Sí, la persona con la que Key había chocado era Daren. Allí también estaban Dara y sus dos amigas, así como Daren y sus dos amigos.

"Sí. ¿No eres tú la chica nerd a la que empujaron aquella vez?" Intervino uno de los amigos de Daren.

"¿Quiénes son? No los conozco," dijo Key fríamente. "No hay nada de qué hablar. Me voy," continuó, tan neutra como pudo.

"Maldita bastarda desagradecida," dijo Dara con cinismo.

"¿Quién es ella?" Preguntó sorprendida una amiga de Dara.

"La bastarda de mi sirvienta," respondió Daren con voz neutra.

"Solo te llamé, no es que quisiera hablar contigo. Solo quiero decirte que no traigas aquí tus costumbres baratas. Qué vergüenza con los universitarios, abrazándose en la calle y todo. Aunque seas una bastarda y tu padre un cabrón..." Dijo Daren agarrando la mano de Key.

¿Podía Key sentirse herida?

"¿Qué quieres decir hablando así de nuestra amiga?" Natan empujó a Daren.

"No tienes por qué empujar a mi amigo tampoco. ¿Me estás retando?" El amigo de Daren dio un paso adelante y miró a Natan fijamente.

¡Pum!

"¡Keyla!" Gritó Dara al ver a Key golpear bruscamente la cara de Daren. Su mirada era penetrante en ese momento.

Key cerró los ojos que le ardían. "Si soy barata, eso no tiene nada que ver contigo. Si soy una bastarda, tampoco es asunto tuyo. Recuerda esto... ¡TÚ NO ERES NADIE PARA MÍ!" Gritó Key, su voz resonando. Se fue, dejando atrás a Natan y los demás.

Daren miró a Key con expresión neutra. Recuerdos de hace unos meses flotaron en su mente.

..

"Hermano... hermana Dara, hermano Daren..." Una chica con gafas gruesas corría felizmente hacia quienes llamaba. Llevaba una camisa rosa brillante y una falda azul, sus confiables zapatos negros y calcetines caídos. Su cabello estaba suelto pero muy enredado.

Aquellos a quienes llamó miraron a la chica con asco. Era una niña muy diferente a los demás, tonta, nerd y hacía que cualquiera se avergonzara de considerarla su hermana. "¿Quién eres?" Preguntó Daren.

La chica miró a Daren con inocencia. "So-soy Key, tu hermana menor. Qui-quiero que me lleves, hermano, me quitaron todo el dinero los de último año," explicó nerviosamente.

"¿Esta es tu hermana, Dar?" Preguntó un chico llamado Sam.

"Vaya, tu hermana es muy peculiar," comentó otro amigo de Daren llamado Han.

¿Peculiar?

"No. Es la bastarda de mi sirvienta," respondió Daren con voz neutra.

"No... soy hija de papá, no una bastarda," aclaró Key, sin aceptarlo.

"No inventes cosas," espetó Daren. Abrió la puerta del coche para Dara, su adorada hermana menor.

"Hermano. Quiero que me lleves, por favor. Nuestra casa está lejos si voy caminando," dijo Key esperanzada.

Daren empujó bruscamente el cuerpo de Key, haciéndola caer sobre el asfalto. El asfalto estaba muy caliente porque ese día hacía mucho calor, lo que hizo que las palmas de las manos de Key ardieran, además había pequeñas gravillas que le hirieron las palmas. "No te hagas la conocida. Lárgate. No me importa, incluso si te mueres, no me importa," le gritó mientras pateaba bruscamente la cintura de Key.

"¡Daren!" Gritaron sus amigos. Era la primera vez que veían a Daren ser tan rudo con alguien, y menos con una chica.

Sin querer escuchar los gritos de los demás, Daren subió a su coche y dejó atrás a Key y a los otros.

Key miró el coche de Daren alejarse. Honestamente, ya no tenía dinero porque los estudiantes mayores se lo habían quitado, además no había comido nada desde la mañana, lo que la hacía sentir muy débil. Ahora, con el estómago pateado, le dolía aún más. Le dolía el trasero para caminar hasta casa.

Levantó el dorso de la mano para secarse las lágrimas. Nadie quería ayudarla, la consideraban repugnante y un virus. Realmente, su vida no había recibido ninguna justicia.

Se levantó sola del lugar donde había caído, agarrándose el estómago, y comenzó a cojear. Decidió caminar hasta casa en ese estado. Caminaba con dificultad, deteniéndose de vez en cuando para secarse el sudor. Cuando llegó a casa, su papá y su mamá la regañaron.

...

"¿Quién eres en realidad?" Murmuró Daren para sí mismo. Acababa de sentir el golpe de alguien a quien había atormentado durante tanto tiempo.

Realmente dolía, pero ¿cómo estaría la Key a la que él había tratado así en el pasado?...

Key se alejó, molesta, triste y enfadada, todo a la vez. Se detuvo cuando Natan la sujetó del brazo. "¿A dónde vas, Key? Vamos a la cafetería, para que te sientas mejor," dijo suavemente.

Key guardó silencio un momento y luego asintió. "Vale," respondió brevemente y siguió a Natan y los demás.

En realidad, había miles de preguntas en la mente de Natan y los demás sobre Key. Pero preguntarían más tarde; en ese momento, Key todavía estaba alterada, y no querían convertirse en el saco de boxeo de la ira de la chica que tenían delante.

"¿Qué quieres pedir, Key?" Preguntó Danil cuando estaban en la cafetería.

"Quiero un lontong con gulai opor y un nasi goreng (arroz frito). De beber, zumo de lima, ¿vale?" pidió Key.

"¡Caray! Comes mucho para lo delgada que estás," comentó Danil sorprendido.

"¿Tienes lombrices, Key? Comes mucho pero estás flaca," dijo Natan.

"A ver. ¿Tienes la barriga hinchada? Si es así, parece que de verdad tienes lombrices," añadió Reval.

Key se encogió de hombros con indiferencia. Ya había olvidado su problema. Perezosa para pensar en cosas sin importancia. Muy, muy perezosa. "Natan todavía me está invitando, ¿verdad? Así que hay que aprovechar mientras se pueda." Key subió y bajó las cejas mientras reía.

"Joder. Desde luego," Natan negó con la cabeza, molesto.

"Por eso. Cuida tus palabras," replicó Key.

"Señor, señorita. ¿Van a pedir o no?" Preguntó el camarero. Eh, Key y los demás se habían olvidado de que había un camarero.

"Jeje. Disculpe, señorita. Sí, claro. Pedimos un lontong con opor de pollo y cuatro porciones de nasi goreng. De beber, dos zumos de naranja y dos tés con miel," respondió Danil con torpeza.

"En ese caso, con su permiso, señor, señorita," dijo el camarero educadamente y se fue.

Después de que el camarero se fue, Key y los demás sacaron sus móviles. Key abrió un PDF que contenía un libro de un activista de izquierdas que aún no había terminado de leer. Mientras tanto, los demás jugaban a juegos online.

"Key," llamó Natan con vacilación.

Key levantó la vista para mirar a Natan, alzando una ceja.

"¿Daren y Dara son de verdad tus hermanos mayores? No es mi intención ofenderte o herirte, ¿eh? Una vez dijiste que eran tus hermanos, pero te empujaron. Entonces, ¿es verdad o no?" Preguntó Natan un poco rígidamente. Era cierto, Key se hizo muy famosa durante ese incidente, más exactamente, famosa por algo malo.

Key dejó su móvil y miró a Natan. Danil y Reval, que estaban jugando, se detuvieron y miraron a Key, esperando una explicación.

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