Amanda joven mexicana que sale de su pais a Estados Unidos como indocumentada, vende su virginidad y sale embarazada, su bebe cambiara su vida para siempre
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capitulo 8: Mi mayor tristeza.
El tiempo pasó, mi amistad con Lupe siguió adelante, me enamore de la costura y confección de ropa, señora Rosa me enseñó a coser y a hacer patrones... Ella estudió diseño, y es una excelente modista, aunque no cose profesionalmente, si lo hace por encargos.
Después de la escuela iba a su casa a seguir aprendiendo. Hacia la ropa de mis hermanitos comencé con piezas sencillas como pijamas y cortinas para la habitación de mi abuelo.
Ahora ya coso cualquier prenda, pero me encanta hacer vestidos, ya estoy creando mis propios diseños, Estoy pronta a cumplir 18 años, ya estamos terminando el último año.
Lupita se va a ir al D.F a estudiar administración de empresas, ya que al ser hija única debe de hacerse cargo del negocio de su padre, Yo sueño con estudiar diseño de moda, pero no cuento con los recursos para ir a la universidad.
He reunido por un tiempo, ya que le hago la ropa a varias de mis compañeras de clases y algunas de mis vecinas.
La señora Rosa dice que tengo mucho talento.
Quiero ser independiente, y mudarme con mi abuelo de este infierno que es mi hogar, mi madre me trata horrible, su actitud me enferma, ya no la soporto mas.
Mucho de lo que gano se va en los medicamentos y las consultas para el bienestar de mi abuelo. Ya ha sufrido dos infartos, y tengo mucho miedo de perderlo.
Lupita me convenció de estudiar diseño gráfico de manera on line, me inscribí y la carrera dura 3 años pero el último año debo hacerlo de forma presencial.
Nos recibimos en la preparatoria, tuve muchos encargos de vestidos para la fiesta de graduación cosa que me genero muchos ingresos, mi vestido lo hice a última hora pero me quedo precioso.
El dinero que recibí del pago de los vestidos, lo utilice para comprarme una computadora portátil y hacerle un estudio a mi abuelo con un Holter.
Solo mi abuelo fue conmigo a mi graduación, mi madre no quiso acompañarme, aunque le dije que le haría su vestido, decidí no rogarle.
Mi niña estás hermosa, dijo mi abue con lágrimas en los ojos al verme.
Tú también está muy guapo abuelo. No llores mi viejito adorado.
El acto de graduación fue maravilloso, fui la escogida para dar las palabras de agradecimiento y pedido de los títulos, ya que fui el mejor promedio de la preparatoria.
Mi amiga Lupita y sus padres no fueron conmigo, puesto que ese día fue el acto de grado de Lupe en el colegio privado al que asistía.
Después del acto, fuimos al salón de usos múltiples de la preparatoria para el brindis y una cena de celebración.
Me fui temprano para ir a celebrar con mi amiga, que ya somos bachilleres. Fuimos a una disco, donde bailamos toda la noche. Fueron momentos muy bonitos, pero mi felicidad poco iba a durar.
Darío salió de prisión, mi hogar era el infierno en la tierra, vivía con miedo, el desgraciado ese me miraba de forma lasciva, incluso se atrevió a espiarme mientras me bañaba, mi madre lo defendía y decía que yo era una ofrecida.
Mi madre me golpeaba contantemente, y me obligaba a darle dinero, o de lo contrario Darío le haría daño a mi abuelito.
Trabajaba incansablemente para darle dinero, para mi cumpleaños número 18 la señora Rosa me regalo mi propia máquina de cocer. No celebre ese cumpleaños porque mi amiga ya se había ido a la capital y estaba bastante deprimida.
Comencé a estudiar por internet, se me hacía un poco complicado, porque tenía mucha costura, pero me esforzaba con obtener buenas calificaciones, el papa de Lupita me pago el primer año, como regalo de cumpleaños, esa era una preocupación menos, y una motivación para salir adelante y no defraudar al Señor Raúl.
6 meses después.
Todo marchaba normalmente, parecía que estaba en calma, o eso pensaba yo, pero la realidad es que estaba en el ojo del huracán, y lo peor se avecinaba a mi vida.
Un fatídico día llego, mi madre tuvo que salir a llevar a mis hermanos al colegio, me quede en casa con Darío, mi abuelo dormía pues el cardiólogo le cambio el tratamiento, y las nuevas pastillas le daban mucho sueño baje a prepararle el desayuno a mi abue.
Al entrar en la cocina vi a Dario algo sospechoso, no le di importancia solo lo ignore.
Vi que salió como asomarse, algo en mí me decía huye, pero sentí temor por mi abuelito.
Fui a mi habitación a buscar mi teléfono para llamar a la señora Rosa, para avisarle que no podía entregar un pedido, para que lo viniera a buscar y lo entregara ella.
Iba saliendo de mí recámara cuando Darío me lo impidió me tapo la boca y me arrastro a dentro, luche con todas mis fuerzas, pero él es mas grande y fuerte, me domino y me lanzo a la cama, grite todo lo que pude, lo patié y rasguñe en el rostro, y me dio una fuerte bofetada rompiendo mi labio, el sabor a sangre estaba en mi boca, lágrimas corrían por mis mejillas sabía que nadie me ayudaría, porque mi abuelo estaba profundamente dormido por los calmantes, este es mi fin pensé cuando coloco un cuchillo en mi cuello.
Quédate quieta perra, colabora a té haré mucho daño, y mataré a tu adorado abuelito.
Por favor no lo hagas, suéltame lloraba.
Cállate no sabes las ganas que te tengo, estás deliciosa, me besaba y yo quería morirme del asco que sentía, rompió mi blusa y comenzó a manosear mis senos.
Suéltala maldito asqueroso. Escuche a mi abuelo gritar antes de darte con una botella de vidrio por la cabeza. Darío calló a un lado y yo corrí a los brazos de mi abuelo, tome una toalla y nos fuimos al hogar de la señora Rosa quien estaba consternada con la maldad de ese bastardo.
Mi abuelo se culpaba, y comenzó a sentirse mal.
Abuelo que tienes, abuelito no que pasa.
Mi niña cuídate, busca tu camino te amo.
Cerro sus ojos, mi abuelito murió en mis brazos, el único ser que siempre me amo, se fue para siempre.