Camila Prescott llega a Stanford con una beca y un plan meticuloso para su futuro en Literatura Inglesa. Pero su mundo ordenado se ve sacudido al tener que compartir suite con tres desconocidos, especialmente con Luke Weston, un estudiante de segundo año de espíritu libre que encarna todo lo que ella evita. Luke, a su vez, encuentra en Camila algo que nunca buscó: una conexión que desafía su visión cínica del amor. Sin embargo, su atracción desata fuerzas que amenazan con separarlos.
¿Podrá este "desastre perfecto" transformar sus vidas, o los secretos y obstáculos que los rodean destruirán su naciente amor antes de que tenga oportunidad de florecer?
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#2
Se llego el día más esperadoo por mi, me voy a Stanford, me llevará Dan hasta allá, eso me hacía feliz, pero a la vez me asustaba, con ayuda de mi padre y Dan bajamos todas mis cosas, aunque eran pocos cajas, y maletas, estaba feliz por qué me habían otorgado una habitación individual, para mí sola y eso me hacía feliz ya que no estoy acostumbrada a compartir mi espacio, odio que toquen mis cosas, el desorden y sobre todo que invadan mi espacio personal.
—Estamos listos —me decía Dan sacándome de mis pensamientos.
—Si, bueno es hora —les dije a mis padres, ellos me abrazaron y me despido de ellos, limpie algunas lágrimas que se me habían escapado, subí al auto con Dan y el arranco directo a mi nuevo hogar por 4 años.
iba viendo por la ventanilla todo a nuestro alrededor, la carretera, su naturaleza, todo era hermoso, suspiré y sonreí, esto es nuevo para mí, lejos de casa, de mi familia, y de Dan, sentí su mano sobre mi espalda, la acaricio y me gire hacia el, le sonreí y el me devolvió la sonrisa.
—No dejaras que otro se meta entre los nuestro —pregunto sin dejar de ver la carretera.
—No, pero tú también debes asegurarme que ninguna otra se metera a tu cama —el sonrió y negó —eso incluye a Andy —solte de golpe y el frunció el ceño.
—¿Andy? —pregunto curioso, o al menos fingia no saber de que hablaba.
—Sabemos que ella encantada de dejar que te metas entre sus piernas, no confío en ella y lo sabes Dan.
—Deja la paranoia, Andy es solo una amiga, jamás podría verla de otra manera, mi corazón solo es tuyo, no abra otra, eso incluye a Andy —me decía con una calma que me resultaba falsa, algo en mi no podía confiar en Andy, ni tampoco creer de todo sus palabras, y se que el tampoco me creía del todo, pero bueno decidimos seguir, e intentar que funcione, que podría pasar, eso solo lo veremos con él paso de los días y semanas alejados.
—Esta bien —respondi, y después prendí la radio y dejé que la música llenará el silencio incómodo entre nosotros dos, seguí viendo el hermoso paisaje el resto del camino, iba tan perdida en mis pensamientos que no me di cuenta que ya habíamos llegado a la residencia, dónde viviría todo el pregrado, bajamos y entre primero hasta donde estaba una chica detrás de un escritorio con cara de cansancio, al verme sonrió o al menos intentó hacerlo. —Buenas Tardes, soy Camila Prescott —le dije y ella asintio, tecleo mi nombre en su computador, alzó una ceja, y eso parecía mala señal.
—Se te había otorgado una habitación individual —asenti y ella volvió su vista a la pantalla, la vi hacer una llamada y después de minutos volvió conmigo —en el sistema hubo un error, tu habitación ya se la dieron a otra chica, pero tenemos disponible la habitación de la suite —me dijo ella con algo de pena.
—¿Suite? —pregunte —entra en la beca —ella asintió.
—Si, son 4 habitaciones, una pequeña cocina, el salón, y un pequeño balcón —explicaba ella
—Las habitación son....
—Cada estudiante tiene su propia habitación, su propio espacio, lo único que compartirían en si, es el salón, y cocina —suspire y asentí, ella parecía más relajada.
—Esta bien, pero será toda la carrera —pregunte curiosa
—En cuánto una habitación este disponible se te hará saber, y podrás cambiarte a ella, si aún lo deseas —ahora yo era la que se sentía aliviada con la esperanza de que tal vez no por mucho compartiria con 3 personas más, le comenté a Dan y no parecía feliz, ya que al parecer es mixta la suite, y compartiré con dos de segundo año, al final logré hacerlo entender que no tengo por qué hablarles, yo solo vine aquí a estudiar y buscar un trabajo por las tardes, aunque no estaba convencido del todo, termino cediendo, subimos la cajas y maletas, al entrar estaba el comedor, de un lado dos puertas y una era la pequeña lavandería, estaban las primeras dos habitaciones, le seguía el pasillo que llevaba a la pequeña cocina, con lo necesario, seguían las otras dos habitaciones y en medio estaba el salón, y al fondo el balcón, al parecer era la primera, explore cada puerta y rincón del lugar, tenía un dilema, si elegía una de las habitaciones del fondo, estaba la sala y podrían reunirse ahi, mis compañeros de habitación, pero si elegía una del inicio oiria cada que entran y salen, lo único bueno era que cada una tenía su propio baño, al final elegí la que estaba del lado derecho de la entrada, tenía su closet con puerta, su baño completo, una cama matrimonial con sus dos mesitas de noche a los lados, un escritorio al final y dos ventanas, era perfecta para ser mi santuario, mi refugio, mi espacio privado, Dan dejo todo en un lado y salimos a comer antes de que el volviera a casa.
—Ya es noche, de verdad tienes que irte —le dije al ver que el tiempo se nos fue a los dos.
—Si, dudo que permitan que me quede —me dijo el.
—Si te dejan, suelen dejar quedarse por máximo 3 noches a algún visitante —respondi, al recordar las reglas sobre de las residencias, después de convencerlo volvimos a la residencia, la chica de la recepción se lo confirmo y le entrego un tipo gafete de visitante, subimos a la habitación y al parecer aún no a llegado nadie más.
—Anda vamos a ayudarte a desempacar algunas cosas —me decía el y yo asentí —si me iré mañana, al menos podré ayudarte avanzar a desempacar —entre risas y bromas tontas desempacamos casi todo, acomodamos la ropa en el closet y metí al baño mis cosas personales e íntimas, al final Dan fue a una cafetería que busco en internet, que abría las 24 horas en esta temporada que estaba por entrar, fue por unas malteadas, y compro unas bolsas de café para mí, ya sabía que yo si no tomo café por las mañanas me desquició.
Ya era de madrugada y nos metimos a la cama, quedándonos dormidos a los minutos, el viaje fue largo, y el desempacar y todo eso nos había agotado.
Pero entre mi sueño, un grito perturbo mi paz, me levanté sobresaltada y mire a Dan quien me veía con una ceja alzada mientras tallaba sus ojos, suspiré resignada, ya que los gritos se seguían oyendo y parecía que no acabarían, al salir me encontré con dos tipos, uno me miró con desdén y el otro me analizó y sonrió, sus ojos azules me miraban con intensidad y me sentía desnuda ante su mirada y me incómodo, se acercó a mi y sonrió nuevamente.
—Soy Luke Weston.