Tras la traición de su padre y la ruptura de su familia, Rose se muda a la ciudad buscando un nuevo comienzo.
En el exclusivo colegio Goldline, todo podría ir bien… si no fuera por Malory, su prima, que la odia y está dispuesta a convertir su vida en un infierno.
Pero Rose no es tan frágil como parece.
Hay algo en ella que despierta cuando está en peligro… algo que no se detendrá ante nada.
NovelToon tiene autorización de Aileen D. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Entre Panes y Miradas
A la mañana siguiente
—Buenos días, hija... ¿Dormiste bien? —preguntó la madre de Rose, asomándose a la sala.
—Buenos días. Sí, ¿y tú? —respondió Rose, aún adormilada.
—Bien... aunque todavía estoy cansada —dijo, dejándose caer en el sofá—. Ayer no me contaste cómo te fue en la escuela.
Rose se quedó pensativa unos segundos antes de contestar:
—Bien, los profesores son muy buenos y la escuela es preciosa.
—¿Hiciste amigos? —preguntó con curiosidad.
—Hum... sí, conocí a mucha gente.
—¡Qué bien! Me alegro, hija —respondió con una sonrisa, pero al mirar el reloj, abrió los ojos al ver la hora—. ¡Es tardísimo! Me voy a arreglar —exclamó antes de salir corriendo.
¿Será buena idea contarle lo que pasó ayer? ¿Y cómo es que mi prima cambió tanto? La cabeza de Rose hervía de pensamientos.
......................
...—Mira, Rosie —una niña le tendía una flor entre las manos....
...—¡Wow! Está preciosa —sonrió Rose....
...—Ten, es para ti —dijo la niña, ofreciéndosela....
...—Gracias, prima —Rose la tomó y se la colocó en el cabello....
...—De nada —contestó la niña, abrazándola....
...Rose correspondió al abrazo con cariño....
......................
"Quisiera que todo volviera a ser tan bonito como antes", pensó.
---
Más tarde
—Ya me voy, hija —avisó su madre, agarrando sus cosas antes de salir a toda prisa.
—Sí, cuídate... —murmuró Rose, pero la puerta ya se había cerrado.
Se preparó para la escuela y decidió salir temprano para pasar por la panadería.
---
En la panadería
—Buenos días —saludó Rose con una sonrisa.
—Buenos días. ¿Qué te voy a dar? —preguntó el panadero, un chico alto y joven.
—Deme un beso, por favor —pidió Rose.
—Claro, ¿dónde te lo doy? —respondió él, con una sonrisa coqueta.
—Me refiero al pan —aclaró ella, sintiéndose incómoda.
En ese momento entró un chico con el uniforme de su escuela.
—Buenos días —saludó él.
—Buenos días —respondió Rose.
—Buenos días, ¿qué le doy? —preguntó el panadero.
—Dos moños, por favor.
—Enseguida —dijo, envolviendo un pan—. Aquí tienes, hermosa —añadió, entregándole el suyo a Rose.
—Gracias, ¿cuánto es? —preguntó ella.
—Un beso.
Rose lo miró confundida—. ¿Disculpa?
—Un beso y el pan es tuyo.
—No haré eso —replicó, molesta.
—Es solo un beso.
—Eres un desvergonzado, te dijo que no —intervino el chico recién llegado. Tomó la mano de Rose y la sacó de ahí—. Vámonos.
—¡Hey! ¡El pan! —gritó el panadero, furioso.
—¡Corre! —dijo el chico, y ambos se echaron a correr hasta la escuela.
---
—¡Eso fue divertido! —rió él, recuperando el aliento.
—Te agradezco —respondió Rose.
—No tienes nada que agradecer. Soy Liam.
—Rose.
—Un gusto.
—Igualmente.
—¿Eres nueva?
—Sí, de primer año.
—Rose... ¡Claro! Tú eres la chica de la que todos hablan.
—¿En serio?
—Sí. Dicen que eres muy bella. Y con todo respeto, lo eres —sonrió.
Rose se sonrojó intensamente.
Al verla así, Liam soltó una pequeña risa—. Fue un gusto, Rose. Nos vemos.
—Adiós.
Rose se quedó parada, perdida en sus pensamientos, hasta que escuchó una voz a lo lejos.
—¡Rose! —gritó una chica.
—Hola, Cintia —saludó ella, sonriendo.
—¡¿Estabas hablando con Liam?!
—Sí, ¿por qué?
—¡Aaaaah!
—¿Qué pasa? —preguntó, preocupada.
—¡¿Cómo que qué pasa?! Es de los chicos más guapos de la escuela. ¡Todas quieren con él!
—Ay, qué cosas dices...
—No habla con chicas porque lo acosan todo el tiempo. ¡Pero estaba hablando contigo y hasta te sonrió!
—Eso es horrible.
—¡Pero te habló! Capaz y terminan siendo novios.
—Jajaja, eres muy graciosa, Cin —rió Rose, caminando.
—¡Espera, Rose! —corrió tras ella.
---
En el salón
—Buenos días, chicos —saludó la maestra Marisol al entrar.
—Buenos días —contestaron todos.
—¿Ya les comentaron sobre la presidencia escolar?
—No, profesora —respondió una alumna.
—Pueden postularse para presidente, sin importar el grado ni género. Lo importante son las propuestas. Formarán equipos de cinco, con un representante; pueden ser de diferentes grados. Si quieren postularse, pasen a dirección a registrar su grupo. Tienen esta clase para organizarse.
El aula se llenó de murmullos y planes.
—Rosie, deberías postularte. Eres muy popular, seguro ganarías —dijo Cintia.
—No es solo ser popular. Necesito buenas propuestas y un equipo completo —respondió Rose.
—Hola, Rose. ¿Te vas a postular? —preguntó Agustín.
—Sí.
—¿Puedo unirme a tu equipo?
—Claro.
—¿Cómo haces para juntarte con puros chicos guapos? Pásame el instructivo —susurró Cintia, sin apartar la vista de Agustín.
—¿Tengo algo? —preguntó él, entre risas.
—Toda mi atención —respondió ella, coqueta.
—Este... —Agustín no supo qué decir.
—¿Buscamos más gente para el equipo? —propuso Rose, rompiendo la tensión.
—Sí, claro —aceptó él.
—¿Y si le decimos a Liam? —preguntó Cintia.
—Seguro ya tiene equipo —dijo Rose.
—No perdemos nada con intentarlo —y sin esperar respuesta, tomó la mano de Rose y la sacó del salón.
—¡Esperen! —Agustín fue tras ellas.
-
-
-
-
Lyn 🥀