Un repentino divorcio deja a Genoveva con el corazón destrozado y con la responsabilidad de la crianza de sus ocho hijos, que tienen entre 2 y 9 años de edad.
La vida la pondrá de rodillas, pero ella hará hasta lo imposible, para sacar a sus hijos adelante. Aunque no se sienta del todo orgullosa de sus acciones.
¿Podrá seguir adelante con su vida? ¿Volverá a creer en el amor?
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CAPÍTULO 19
__ Gracias por confiar en mí, amor. Pero solo tienen clases ustedes tres. _ dijo Genoveva señalando a los tres grandes y los otros pequeños hicieron un gesto de alegría.
__ SI, SI TENEMOS VACACIONES _ gritó el pequeño Esteban y Genoveva les sonrió.
__ Si mis pequeños. Tendremos una semana llena de aventuras _ le respondió ella con un nudo en la garganta. Se sentía ansiosa y nerviosa, debía llamar al abogado para ver que había ocurrido con el pago de las colegiaturas.
Genoveva regresó a su casa, entró y puso a sus pequeños a realizar algunas actividades, para que no se atrasaran. Mientras tanto comenzó a marcarle al abogado. Pero la llamada le caía directamente al buzón, también intentó llamar a Santiago y le ocurrió lo mismo.
Ella entró en su estado de cuenta y revisó su saldo, sacando las cuentas, calculó que podía pagar el resto de las colegiaturas, pero se quedaría sin ahorros, solo faltaba una semana para recibir el siguiente depósito, por lo tanto, decidió esperar un poco más.
Genoveva se sentía inútil ella no podía buscar un trabajo, porque su sueldo no le alcanzaría para pagar una niñera para ellos, aparte de que no se atrevía a dejar a sus hijos solos con una extraña. Así que lamentablemente dependía de Santiago y de su compromiso con ellos.
La mañana transcurrió muy rápido y ella estaba ansiosa por ver a su pequeño genio y enterarse de los resultados. A ella le hubiese encantado estar ahí con él, pero con lo inquieto que eran sus hermanos solo lo podría más nervioso. Además de que los trillizos menores no podían entrar al colegio, por el tema de la morosidad.
Pero Genoveva estaba tranquila, porque sabia que su hijo entendía claramente lo que estaba ocurriendo
Genoveva estacionó su camioneta y ahí estaba su pequeño esperándola con un trofeo enorme en las manos. Máximo al ver la camioneta acercarse, sostuvo el trofeo sobre su cabeza y todos sus hermanos comenzaron a aplaudir dentro del auto.
Ella corrió hacia su pequeño y lo levantó en sus brazos, para girar con él y llenarle el rostro de besos.
__ Vamos amor, te invitare a comer para celebrar
__ No mami, vamos a casa y me preparas una rica lasaña, sabes que es mi preferida
Genoveva entendió perfectamente lo que pensó su hijo y una vez más sus ojos se llenaron de lágrimas.
__ Claro que si mi amor y también les haré un pastel de chocolate con fresas
Todos los niños comenzaron a aplaudir y a reírse por la felicidad de escuchar esa deliciosa noticia.
Ellos sonreían inocentes de lo que estaba pasando.
Días después. En Alemania…
Santiago se encontraba sentado en la clínica, tenía muchos días sin hablar con sus hijos y eso lo llenaba de angustia. El teléfono de su ex. le salía siempre apagado, él se tranquilizaba porque recibía reportes de ella por medio de su abogado.
📱__ Ellos están muy bien. Señor Santibáñez no se preocupe. Me estoy ocupando de la contratación de la nueva niñera. Pero la señora Genoveva no ha aceptado ninguna de las que le he enviado. Para que esté tranquilo, revise el archivo que le envié _ le dijo el abogado
__ Ok, pero por favor vaya a mi casa y dígale a Genoveva que necesito hablar con ella, que revise su correo electrónico o me avisa cuando usted esté ahí, para yo marcarle a su celular. Pero necesito hablar con mis pequeños, ellos deben estar molestos conmigo. _ le dijo Santiago, realmente preocupado
Santiago abrió el archivo y vio el reportaje del periódico estudiantil, donde salía su hijo con el trofeo en las manos
“El pequeño genio Santibáñez se alzó con el primer lugar del Decathlon intercolegial de este año.”
Santiago miró la foto y besó la imágen de su hijo. Él estaba más que molesto con Genoveva, ¿Cómo era posible que ella, no le permitiera hablar con sus pequeños? Ella se había portado muy madura al respecto y había mantenido a sus pequeños al margen de sus problemas y justo ahora que él más necesitaba su apoyo con sus hijos, ella tomaba esta actitud tan egoísta.
Aunque si de algo él estaba seguro, es que ellos estaban a salvo y bien cuidados con su madre. Al contrario de su pequeña Emperatriz que había nacido enferma y Camila se negaba a quedarse con ella, para él poder viajar a saber de sus otros pequeños.
Mientras tanto Genoveva seguía igual de preocupada. Afortunadamente había recibido su depósito y pagó la deuda pendiente en la escuela. Todos los pequeños comenzaron a clases con toda normalidad, pero Genoveva sabía que no podía cubrir ella sola las seis colegiaturas, si lo hacía solo le alcanzaría para comer y nada para ahorrar. Pero ella aún tenía las esperanzas de que Santiago llegara a su rescate. Ella comenzaba a preocuparse por él. Esta no era una actitud propia de su ex, ella sentía que algo le había pasado.
Genoveva comenzó a ver casas mucho mas pequeñas, tal vez si vendía la casa y compraba una más sencilla, podía emprender algún negocio que pudiese aportar algún beneficio económico, pero no quería tomar una decisión apresurada.
Ella se vistió muy elegante y subió a sus dos niños a la Van. se estacionó hasta un elegante edificio y subió al ascensor para hablar con un viejo amigo.
Genoveva entró a paso seguro y sonrió al ver a Gianfranco parado ahí dando órdenes como siempre. Tal vez él podía encontrarle algunas fotos o alguna pasarela. Ella había recuperado su figura y seguía siendo joven y hermosa o tal vez, su amigo la pondría en contacto, con algún diseñador que quiera comprarle algunos de sus diseños.
__ vaya, vaya la vida de rica te ha sentado muy bien _ le dijo el hombre, pero ella notó cierto rastro de reproche en su voz
__ Hola Franki
__ Gianfranco para ti, soy Franki solo para mis amigos y tu créeme que estas muy lejos de estar en esa lista. _ le dijo el hombre mirándola con rencor
Genoveva se sorprendió por ese trato tan hostil y entendió que no conseguiría nada de aquel hombre, que alguna vez fue su amigo y que ella no tenia ni idea de porqué su amigo la trataba así. Pero si de algo estaba clara, es que él se alegraría y se burlaría de su situación actual.
Así que se giró sobre sus talones y con sus dos pequeños tomados uno de cada mano, regresó por donde vino. Pero de pronto escuchó que la llamaban
__ Geno, Geno