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De Sirvienta A Reina

De Sirvienta A Reina

Status: Terminada
Genre:Venganza de la protagonista / El Ascenso de la Reina / Brujas / Reencarnación / Mujer poderosa / Harén Inverso / Completas
Popularitas:92.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Libi 2

Lissa Rosette una joven doctora del siglo XXI cae en coma después de salvar a una niña de ser atropella por un camión. Sin saberlo queda atrapa en una de las mejores novelas de harén inverso y erotismo escrita por su autora favorita. Ahora Lissa es Eyra una extra que muere cuando el príncipe heredero del reino de Eldoria se aburre de ella, al fijar sus ojos en la dulce protagonista. Pero ahora Lissa siendo Eyra cambiará su destino, se vengara del príncipe que jugo con ella como si fuera un objeto y de la protagonista que no le importo arruinar las vidas de las demás para su lograr sus objetivos. Todo esto antes de que la maldición que posee el cuerpo de Eyra la mate. ¿Lograra Lissa cumplir sus objetivos?

NovelToon tiene autorización de Libi 2 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 12

Los jardines de la Academia Real de Cryovent eran un oasis helado de silencio y simetría. Rodeados por muros de cristal encantado que mantenían la temperatura estable, allí florecían especies raras que solo sobrevivían en climas extremos. Eyra solía comer en ese lugar, alejada de los ojos curiosos y las conversaciones vacías. Era su refugio, su espacio para pensar.

Aquella tarde, se encontraba sentada en una banca de piedra, con un libro abierto sobre plantas raras y sus propiedades. El sol pálido se filtraba entre los vitrales, y el aire olía a menta silvestre y tierra húmeda.

De pronto, sin previo aviso, alguien le quitó el libro de las manos.

Eyra echó la cabeza hacia atrás con fastidio, solo para encontrarse con la sonrisa traviesa de Oliver Greenwood.

—¿No tienes nada mejor que hacer que robar el oxígeno de los demás con tu molesta presencia? —dijo, sin molestarse en disimular su tono.

Oliver sonrió con coquetería, inclinándose apenas.

—Si quisiera robar tu oxígeno, lo habría hecho directamente de tus labios… no estando al lado de ti.

Eyra giró los ojos con fastidio, pero en el fondo, estaba sorprendida. En la novela, Oliver era el más calmado del cuarteto amoroso. El más aburrido. El que siempre decía lo correcto. Pero este Oliver… este era distinto. Este sabía jugar.

Oliver la vio tan pensativa que no pudo evitar provocarla más.

—No tienes que imaginarte la escena del beso —susurró, acercándose aún más a su rostro—. Puedo demostrártelo. Es mucho más interesante.

Eyra lo miró de reojo, y con una sonrisa burlona, respondió con la misma coquetería:

—¿Y si no me interesa?

—Entonces me esforzaré más —dijo él, sonriendo de lado.

El pelirrojo se sentó a su lado y le devolvió el libro con un gesto sincero.

—Perdón por lo de antes. No fue mi intención arruinar tu muestra.

Eyra soltó un suspiro, tomando el libro.

—Te perdonaré… si me haces un favor.

Oliver la miró con curiosidad, arqueando una ceja.

—¿Y por qué tendría que hacerte un favor para ganarme tu perdón? Tú fuiste la que me tiró al suelo y me dislocó el orgullo.

Se recostó en el respaldo de la banca, sonriendo aún más al ver la expresión de enfado de Eyra. Sin duda, lo que más le gustaba… era molestarla.

Eyra se puso de pie, dispuesta a irse, pero Oliver la tomó de la mano con suavidad y la hizo sentarse de nuevo. Levantó las manos en señal de rendición y le extendió la mano con una media sonrisa.

—¿Qué tal si empezamos de nuevo? Un gusto. Soy Oliver Greenwood.

Eyra lo miró con curiosidad. Luego, sonrió y estrechó su mano.

—Está bien. Empecemos de nuevo, Oliver Greenwood.

Mientras sus manos se tocaban, Eyra no pudo evitar pensar en lo útil que sería tener al joven heredero de su lado. Su personalidad era distinta a la del Oliver de la novela. Más aguda. Más impredecible. Y eso… le gustaba.

Esa misma tarde, ambos se encontraban en medio de los bosques helados, buscando las muestras de la planta que debían reponer en el invernadero. Eyra revisaba la imagen de la especie en cuestión y la información sobre su hábitat: la planta crecía en las cuevas de Nivaria, un sistema subterráneo de túneles cristalinos donde la magia elemental se filtraba por las paredes como luz líquida.

La pelinaranja se giró para mirar al pelirrojo que caminaba a su lado. Desde que salieron al bosque, Oliver no había parado de molestarla. Así que, sin pensarlo demasiado, le lanzó un pequeño hechizo que lo dejó mudo temporalmente.

Oliver la miró con indignación, y Eyra solo sonrió con burla.

—No te quejes por esto —dijo, divertida—. ¡Ay! Qué tonta de mi parte… olvidé que no puedes hablar para quejarte.

El pelirrojo se cruzó de brazos, indignado, y caminó delante de ella, adelantándose con aire ofendido. Eyra estalló en una carcajada que hizo que Oliver se detuviera y la mirara con más enojo. Sin duda, le encantaba molestarla… pero no le gustaba que Eyra le devolviera las bromas.

Ambos siguieron caminando hasta que llegaron a las cuevas. Al adentrarse, Oliver sacó de su bolsa un pequeño cristal que brillaba en la oscuridad, permitiéndoles ver el camino sin tropezar. Al llegar al centro de la cueva, encontraron un río subterráneo de aguas cristalinas. A su alrededor crecían plantas raras y otras más comunes, todas vibrando con energía mágica.

Eyra observó el lugar con atención y le indicó a Oliver que ella buscaría cerca de las orillas del río, mientras él exploraba el otro extremo de las cuevas, que por dentro eran como un gran laberinto.

Oliver asintió, luego se señaló los labios. Eyra entendió lo que quería y negó con la cabeza, divertida.

—No te hace falta hablar para buscar una planta. Hasta donde sé, uno observa con los ojos, no con la boca.

Oliver hizo señas de protesta, y Eyra se encogió de hombros.

—Ya vete. Vamos, chu chu, fuera.

Oliver rodó los ojos y se adentró en el área que Eyra le había señalado. El pelirrojo llegó a una zona completamente oscura, donde solo brillaban algunas zonas de las paredes. Se acercó con cuidado y tocó la superficie. Sonrió al reconocer lo que había encontrado: la raíz de una Selva Nocturna, una planta extremadamente rara que producía un elixir plateado capaz de potenciar cualquier remedio o poción.

Sacó un frasco de su bolsa y, con una pequeña daga, hizo un corte en la raíz. El líquido comenzó a fluir, y Oliver lo recolectó con precisión.

Mientras tanto, Eyra había encontrado la planta que buscaban. Recogió varias muestras, junto con otras especies raras que podrían ser útiles en el futuro.

De pronto, las cuevas comenzaron a sacudirse como si un terremoto las atravesara. Un rugido resonó por todo el sistema subterráneo. Eyra se levantó, alerta, buscando el origen del sonido.

Oliver apareció corriendo, con el rostro pálido y los ojos abiertos de par en par. Detrás de él, una criatura mágica emergía de las sombras: una enorme serpiente de hielo.

Eyra soltó un suspiro. Por supuesto que el pelirrojo le traería problemas.

Desenvainó la espada que llevaba en la cintura, la envolvió en su poder mágico, y corrió hacia la criatura. Con un salto impresionante, clavó la hoja en el centro de la cabeza de la serpiente, liberando una descarga eléctrica que la mató al instante.

La criatura cayó al suelo, y Eyra se sacudió con elegancia el polvo de su vestido. Oliver la observaba embobado.

—¿Es tan difícil que no me des problemas? —se quejó Eyra, acercándose con cara de querer matarlo.

Oliver, aún alterado, empujó a Eyra sin querer, recibiendo él mismo un golpe de hielo que lo estrelló contra una de las paredes de la cueva. Eyra se levantó rápidamente y vio cómo más serpientes aparecían.

Corrió hacia Oliver y revisó su estado. Su pierna derecha estaba herida. Eyra suspiró, deshizo el hechizo que lo mantenía mudo, rompió parte de la falda de su vestido y le hizo un torniquete.

Ambos estaban rodeados. Eyra empuñó su espada de nuevo. No había opción: tenía que pelear.

La batalla fue brutal. Eyra respiraba agitada, con el cuerpo cubierto de sangre. A sus pies yacían varias serpientes muertas, pero seguían apareciendo más. No importaba cuántas matara.

Soltó la espada. Sus ojos violáceos comenzaron a brillar con intensidad. A su alrededor, pequeñas chispas moradas se formaron. Bajo sus pies, un gran sello se activó. Las chispas se intensificaron, liberando un campo de energía cinética inestable. Una tormenta de chispas espectrales se desató, afectando todo lo que se movía en su radio.

Los movimientos de las serpientes se volvieron erráticos. Sus ataques se volvieron en su contra. En segundos, no quedaba ninguna viva.

Oliver la observaba, asombrado. Pero su asombro se convirtió en preocupación cuando vio a Eyra caer desmayada.

Cuando Eyra abrió los ojos, se encontró en los brazos de Oliver. El pelirrojo caminaba con ella, rodeado por árboles cubiertos de escarcha.

—Pensé que no despertarías nunca —dijo con preocupación—. Debo decir que el don que posees es increíble. Ya sé que no puedo molestarte mucho… o terminaré frito.

Eyra sonrió débilmente. Observó la pierna de Oliver, aún sangrando. Intentó bajarse, pero él la sujetó con más fuerza.

—Estás herido. Déjame curarte.

—Has usado demasiada energía mágica. Tu cuerpo está débil. No puedes caminar.

Eyra quiso protestar, pero Oliver la interrumpió.

—Ya hemos llegado a la academia.

El pelirrojo la llevó directamente a la enfermería. Allí, un sanador la atendió y le indicó que solo necesitaba descansar para recuperar su energía mágica. Luego curó a Oliver, quien se quejaba por el dolor.

Antes de irse, el sanador dijo que debía informar al rector sobre lo sucedido.

Oliver se acercó a Eyra, aún recostada.

—Al final, ya no solo te debo un favor… te debo la vida.

Eyra lo miró con una ceja alzada.

—Entonces tendrás que hacer lo que te pida. Sin importar lo que sea… ni las consecuencias.

Oliver sonrió con coquetería, inclinándose ligeramente.

—Lo que sea, princesa. Soy tu perro fiel de ahora en adelante.

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nelida ballesteros
hermosa 😘😍
Libi: Muchas gracias 😘 🥰
total 1 replies
Vero Ramírez
q buen trabajo
Libi: Gracias 🥰
total 1 replies
Josefa Villalta
Excelente
Angel Fonseca
Muy buena
Sabri Nahir Zapata Zini
Hermosa historia
Magdalena Escobar Aranda
maravilloso trabajo felicidades autora y espero poder seguir disfrutando de tus novelas
Libi: Gracias por tus palabras. Espero ver tus comentarios en la nueva novela El Renacer de la Extra Exiliada
total 1 replies
Magdalena Escobar Aranda
muy buena 👍
Magdalena Escobar Aranda
hasta que por fin se decidieron 😍
Magdalena Escobar Aranda
cuando llega el agua al cuello cuidado
Magdalena Escobar Aranda
si que hará Eyra😬
Magdalena Escobar Aranda
hay caray caray 😬
Magdalena Escobar Aranda
hay y ahora que pasará
Magdalena Escobar Aranda
ya es hora que los pongan en su lugar
Magdalena Escobar Aranda
le dieron probada de su propio chocolate
Stella
gracias
Magdalena Escobar Aranda
pues al ataque 😉
Cruz Mejia
La relación del ex emperador con Miranda la vi venir, esa lealtad qué ella daba debía tener una recompensa y que mejor que con un hombre al que ella reparo con dedicación y paciencia y que la ama.
Eyra tuvo su final feliz e hizo a dos hombres felices /Shy//Awkward//Awkward//Facepalm//Facepalm/
Me encanto de principio a fin.
Cruz Mejia
Buena jugada le hizo Silas a Rosalind 🤭 solo así se le quito lo tonta indecisa /Shy//Facepalm//Facepalm/
Una noche de pasión y lujuria desenfrenada para la parejita y el trío /Awkward//Awkward//Awkward//Awkward//Awkward/ años de abstinencia desbordada 🥵🥵🥵🥵🥵
Magdalena Escobar Aranda
así que regreso a su vida real Lisa
Magdalena Escobar Aranda
que pasará
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