Mi nombre es Hanna y esta es mi historia.
En mi vida todo lo que creí que era real nunca lo fue, por eso sé con seguridad que la frase de "no hay peor ciego que el que no quiere ver "no encaja conmigo....yo realmente quería poder ver; el dolor y el sentimiento de tristeza en mi corazón no desaparecía y la verdad aun persiste por eso la soledad fue y seguirá siendo mi mejor compañera de vida ¿porque?.
-Porque ya no logro confiar en nadie hasta perdí las ganas de conocer y amar a alguien.....perderlo todo porque otras personas así lo decidieron....ja! ¡que ridículo!
-Es insoportable; pero¿qué podía hacer? si mi alma estaba encerrada en una oscuridad profunda sin poder ver ni un poco de luz infiltrarse.
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Adolescencia: Último año colegial
-Empezaba el último año en el colegio y estaba feliz, aunque todo era rutinario para mi desde que Amelia no estaba y desde que terminé mi noviazgo con Alex.
-La relación con mis compañeros era regular y nada especial solo me hablaban por temas de tarea y estudio. A mediado de año supe que Amelia volvía, me puse feliz, pero cuando regreso casi no nos veíamos porque tuvo que entrar en otro curso y al turno tarde.
-Los días pasaban y cada vez que alguien se me acercaba por algún motivo que desconocía en ese entonces permanecían a mi lado por un lapso de tres meses luego de la nada simplemente se alejaban y dejaban de hablarme como si yo les hubiera hecho algo malo.
-Un día quise contarle a mi madre lo que me pasaba y aproveché que estábamos solas en casa para hacerlo.
Hanna- Mamá necesito contarte algo, ¿puedes escucharme un momento?
Sol- Sí!, dime
-Empecé a contarle todo lo que me había estado pasando y le pregunté que debía hacer o que pensaba ella de lo que le conté.
-En eso, recibí una respuesta difícil de recibir sobre todo cuando es tu madre la que lo dice.
Sol- Qué quieres que te diga? La verdad es que no sé, como solo hablaste boludeces
Sami- Mamá ya llegué!! ¡No sabes lo difícil que estuvo la clase de matemáticas hoy!
Sol- Porque?, contame hija, ¿pero le entendiste?...
-Me dolió escuchar que para ella lo que a mí me pasara solo eran boludeces y las cosas de mi hermana eran más importantes. Desde ese día no volví a molestar a mi madre con mis cosas por más difíciles que se me pusieran.
-Pasaron los meses y por fin solo faltaba dos meses para que terminara el colegio también cómo todos los años empezaban los preparativos para los egresados de último año y las horas libres por la ausencia de los profesores los cuales no iban más que para ayudar a los alumnos que no aprobaban los exámenes.
-Un día cuando no tenía clases en la segunda hora, decidí ir al patio a caminar mientras comía un chocolate y de repente se me acercó un chico que se había infiltrado al colegio su nombre era Teo.
Teo- Hola!, disculpa que te moleste, pero me podrías decir si hoy van a tener algún acto?
Hanna- No, es mañana
Teo- Mi nombre es Teo y él es mi primo Maxi venimos de otro colegio
Hanna- Ya me había dado cuenta, yo soy Hanna un gusto conocerlos
Teo- De verdad te diste cuenta? Porque no estoy con mi uniforme
Hanna- Sí!
Maxi- Ja, ja! ¡Pero yo sí lo tengo primo!
Teo- No lo conozco!
Hanna- Ja, ja eres muy gracioso
Teo- No tienes clases ahora?
Hanna- No, estoy en hora libre
Maxi- En qué año estás?
Hanna- Último año y ¿ustedes?
Teo- También, pero hoy decidimos escaparnos de clases y visitar este colegio
Hanna- No tendrán problemas por escaparse?
Maxi- Sí, pero si no lo sigo se perderá al volver
Teo- Eso no es verdad!
Hanna- Quieren que les muestre el colegio?
Teo- Bueno así de paso encuentro el kiosco para comprar algo, tengo hambre
Maxi- Acabas de comerte un sándwich en el camino!
Teo- Igual tengo hambre!
Hanna- De acuerdo vamos los acompañaré a comprar
Teo- Gracias
-Les mostré el colegio y nos quedamos hablando por un rato, me sentía cómoda con ellos, pero quien empezó a ir con un poco más de frecuencia era Teo y cada vez que iba directamente se dirigía a mi curso para verme.
- El haber tenido la oportunidad de conocerlo fue increíble, siempre buscaba sacarme una sonrisa y hacerme sentir bien nos hicimos amigos en poco tiempo, pero solo podíamos vernos en mi colegio cuando se escapaba del suyo.
-La última vez que lo vi recuerdo que salí temprano de clases y todos mis compañeros estaban en la plaza central conversando cuando él apareció. Me vio y grito mi nombre, me acerqué para saber que necesitaba y me pidió caminar por el lugar.
-Empezó a hablarme como siempre y quería saber como estaba, de pronto vi una mirada diferente en su rostro mientras sonreía, sabía que algo pasaba, terminamos de dar la vuelta y se despidió dándome un beso en la mejilla. Después de eso no volví a saber de él.