La Princesa Guerrera Incomparable

Se levantaron los dos sin mirarse en lo absoluto.

—¡Isabel!—gritó una voz masculina aguda.

—¡mi hija! ¿Dónde estás?—gritó una voz cálida de mujer.

Isabella al escuchar las voces le comenzó a doler la cabeza recordar algunos sucesos—esas voces suenan igual que en su memoria, ¡debe ser mis padres!—pensó con sorpresa rápidamente salió de la cueva gritando—¡mamá! ¡Papá! Estoy aquí.

Las dos figuras de traje noble al escuchar la voz se miraron con alegría más al ver a Isabella salir corrieron para luego abrazarla con fuerza.

La mujer hermosa se alejó sosteniendo las mejillas de Isabella con ternura—¿dónde te habías metido? ¿Sabes lo preocupados que estábamos? No vuelvas a huir lejos—murmuro con tristeza.

—¡mi pequeña Isabel! Papá puede traerte todo lo que quieras pero no huyas—habló sosteniendo sus hombros.

—¡esto es lo que se siente que se preocupen por ti! Cuando estaba en mi mundo moderno mis padres nunca me criaron como a una hija si no una máquina que puede matar y crear dinero incluso mi abuelo era igual ¿esto es real? He sido una mujer que nunca pone emociones solo que ahora realmente deseo llorar—pensó Isabella aguantando las lágrimas al ver las sonrisas de sus nuevos padres.

—¿dime qué pasó con tu ropa? Está toda mojada, ven vamos, debes darte un baño después podemos tomar chocolate caliente para que no te de un resfriado—hablo la madre de Isabella con una sonrisa.

El padre de Isabella sonrió sosteniendo su manita, los tres estaban a punto de irse.

—¡esperen!—hablo Isabella soltando sus manos para salir corriendo.

Isabella llegó hasta la cueva al ver al principe Malik que estaba muy pálido se acercó lentamente.

—¡sus heridas! El medicamento parece no haber funcionado, debería dejarlo morir a este principe mandón pero me salvó la vida antes no puedo ser así sería muy mala reputación para mí la reina cazadora del mundo moderno—pensó Isabella levantando la barbilla con orgullo.

El principe Malik quien está sentando sobre la piedra vio a Isabella acercarse—¿qué va a hacer? ¿A caso va a besarme? ¡No imposible! Tengo una máscara además es menor que yo—pensó perdiéndose entre sus pensamientos hasta que sintió la pequeña manita de Isabella tocar su pecho descubierto—¡tú! ¿qué está haciendo?—hablo haciendo un movimiento rápido para sostener la muñeca de Isabella con fuerza.

—Trato de sentir tu temperatura, te ves tan patético que siento que morirás ¿qué pasa si la familia imperial quiere matarme por qué he matado al principe moonsun?—hablo con burla mientras usa su otra mano para tocar su pecho tratando de sentir con determinación su calor.

Esta acción hizo que rostro del principe Malik se volvieron como la tinta pero al recordar las palabras que tiene que ver con sus padres dio un suspiro largo.

Este suspiro dejó consternada a Isabella que no pudo evitar mirarlo bajando su mano de su pecho.

—¿qué sucede?—preguntó con curiosidad.

El principe Malik bajo la mirada observando con atención las mejillas rosadas de Isabella para luego mirar sus ojos—¡no tienes que preocuparte por eso!, no te matarán, en cambio, creo que te lo agradecerán.

—¿Qué está tratando de decir? ¿cómo sería eso posible? Tú.....

—¡hay que irnos!—lo dijo interrumpiendo las palabras de Isabella mientras se levantaba.

—¡este principe!—murmuro Isabella apretando los puños fuerza dándole una mirada de ira.

Los dos salieron de la cueva al mismo tiempo.

Los padres de Isabella al ver al principe Malik se sorprendieron.

—¡saludos a su alteza el primer príncipe!—Saludaron ambos haciendo una reverencia.

—¡pueden levantarse!—dijo el príncipe Malik con indiferencia.

El padre de Isabella se acercó al principe Malik mirándolo con seriedad—¡su alteza! Creí que iría a mi mansión no ha ido desde ayer—lo dijo de forma tan respetuosa.

—tenía algo importante que hacer, iria después de terminar con ese asunto solo que no esperaba pasar un momento de vida o muerte de nuevo—lo dijo mostrando una expresión de frialdad.

La madre de Isabella miro con lástima al príncipe malik—¡vamos todos de vuelta a la mansión! Podemos hablar mejor ahí—dijo con una sonrisa.

El principe Malik asintió como respuesta.

Los cuatro llegaron a la mansión siendo saludados por los guardias de maneras respetuosa

—¡vaya! Todo es increíble aunque no es nada fuera de lo común, yo he vivido en riquezas—pensó Isabella.

Todos los sirvientes se sorprendieron al ver a Isabella es como si hubieran visto a un fantasma.

—¿qué les sucede? ¿Hay algo en mi rostro?—pensó nuevamente, Isabella se detuvo mirando a su madre con seriedad—¡mama! ¿Puedes llevarme a mi habitación? ¡Quiero tomar un baño! No recuerdo donde es—hablo.

Los sirvientes al escucharla hablar volvieron a sorprenderse.

Las miradas que observaron a Isabella provoco que se sintiera tan incómoda.

—¡mi señora!—gritó un hombre corriendo por el largo pasillo.

—¡mamá! ¿quién es él?—preguntó.

—¿qué sucede cedric?—preguntó la madre de Isabella.

El hombre llamado cedric lleva una armadura mientras que su apariencia es algo común pero encantadora en estos momentos está jadeando por aire tratando de hablar su mirada termino en Isabella con una expresión llena de sorpresa—¡mi señora! ¿Cómo es posible que la pequeña señorita pueda hablar?—hablo casi gritando.

—Shhh, baja la voz—hablo la madre de Isabella.

—¡lo siento mi señora!

El padre de Isabella al escuchar la conversación se acercó tocando el hombro de cedric—hay que ir a otro lugar para hablar, su alteza puede acompañarlos también si lo deseas—hablo mirando al principe Malik.

—¡Está bien! Hay que ir rápido mis heridas aún no se curan del todo—lo dijo el principe Malik con impaciencia.

Los cuatro que estaban por irse fueron detenidos por la voz de Isabella.

—¡mamá! ¡Papá! ¿Puedo ir con ustedes?—preguntó con seriedad.

La madre de Isabella se acercó tocando la cabeza de Isabella—Mamá y papá tiene algo importante que discutir, la sirvienta te llevará a tu habitación.

Una sirvienta avanzó sin mostrar emoción solo hizo una reverencia.

—¡Lo entiendo!

Isabella siguió a la sirvienta de vuelta a su habitación al llegar a la habitación la sirvienta solo se despido cerrando la puerta.

—¡este lugar se ve bien!—hablo Isabella tocando la cama.

Isabella se sentó pensando por unos segundos solo que al recordar lo que dijo el hombre llamado cedric se levantó.

—¡no tengo que descubrir que es lo que quiso decir además estos recuerdos están borrosos aunque no puedo ir así me descubrirán, cierto aún tengo parte de mi poder sobrenatural—murmuro levantando la palma.

Un poder blanco apareció usando el poder su cuerpo se volvió invencible.

—¡mucho mejor!—pensó saliendo de la habitación.

Isabella recorrió todos los pasillos sin poder encontrar donde estan hasta que decido salir de la mansión llegó hasta un gran árbol de flores blancas saltando con agilidad el árbol en ese momento noto que una de las ramas está sobre una habitación.

—¡son ellos!—murmuro mirando las siluetas.

Como un ágil gato montes llegó a la rama.

—¡tengo suerte de que esté abierta—pensó entrando sigilosamente a la habitación.

En la habitación los cuatro están sentados sin decir nada hasta que cedric no aguanto más.

—¡mi señor y señora! ¿qué está pasando? ¿cómo es que la señorita puede hablar? O pensar—dijo cedric con sorpresa.

—¿qué quieres decir con eso?—preguntó el principe Malik quien no estaba interesado pero al escuchar sobre Isabella su interés se mostró.

Los padres de Isabella se miraron para luego asentir.

—la razón por la que Isabella no podía hablar o siquiera actuar es porque nunca ha tenido una alma en su cuerpo—hablo el padre de Isabella con seriedad.

—¿qué?—pensó Isabella sintiendo incredulidad que retrocedió sin poder creerlo.

—¿quién está ahí?—hablo el principe Malik con frialdad.

Isabella miro a el principe malik con sorpresa sin esperar que la descubriera.