Me Convertí En El Príncipe Heredero

— ¿Ir a donde?

Oculté rápidamente el papel que había escrito en mi bolsillo, si alguien supiera lo que va a suceder en un futuro, probablemente me creerán un loco. Volteé a ver al dueño de la voz y solo vi a un niño aún más pequeño, sosteniendo un cuento en sus brazos. Tendría unos 4 años y tenía los mismos ojos celestes que yo pero su cabello era castaño, ¿Quizá él ..?

— ¿Richi?. —Murmuré, si estaba en lo correcto, era Richard, mi hermano menor y mi futuro asesino.— ¿Que haces aquí solo? ¿Por qué nadie está contigo?.

— Nana dijo "lee aquí y no molestes", ¿Qué es? yo no sé leer.

Me puse dos dedos sobre la nariz y respiré profundo. Sé muy bien que él es mi futuro asesino pero dejar a un niño de 4 años solo, con una chismenea a fuego vivo e irte, rompe toda moral, ética y todo manual de valores de mi mundo. Me senté en el suelo y lo llamé. Cuando se sentó sobre mi, abrí el cuento. Por muy extraño que parezca y aunque no conocía esta letra, podía leerla, supongo que eso se guardó de manera automática en el cerebro de Lancelot.

Leí el cuento que tenía en mis manos, era sobre un guerrero que sale victorioso de una guerra, que ironía.

Sin embargo, no lo terminé porque mi hermano pequeño se quedó dormido en mis brazos. Tenía que admitirlo, se veía tierno. Ahora que lo pensaba mejor, supongo que debo agradecer que sea yo quien esté aquí, no quiero imaginar si hubiera venido algún desquiciado o demente a enterarse que su asesino es apenas un niño, quizá no hubiera mostrado una pizca de misericordia.

En cualquier caso, seguí observando su pequeño rostro.

La única manera de evitar mi muerte, es llevarme bien con él. Es un método pacifico y tranquilo, así no perderé la cabeza y podrás ser el Rey como quisiste. Antes de darme cuenta, estaba riendo para mi mismo.

Con el tiempo, las criadas vinieron y se llevaron a mi hermano a su habitación, les mencioné sobre la Nana que se fue y lo dejó solo. No tuve pelos en la lengua en decirles que la despidieran inmediatamente, que cualquier caso de que los regañaran por mi decisión, les dije que yo iba a tomar la responsabilidad.

Casi me sentí como un principe de verdad al dar órdenes pero recordar que mi muerte es la primera línea del capitulo uno, me regresó a la realidad.

— Mejor iré a esas famosas clases.

Me sentaron en un escritorio y me dieron clases de economía, finanzas, matemáticas, historia y eso no es todo, debía leer otros 30 libros más para el día siguiente. Estaba llorando por dentro, nunca creí que volvería a estudiar, pensé que había salido de ese infierno cuando me gradué. De todas maneras, debía hacer un esfuerzo, el viejo Lancelot era un completo flojo pero yo no, podré haber sido un vicioso de los videojuegos pero siempre fui responsable.

"Un vicioso responsable"

Me quedé en la biblioteca leyendo y tomaba apuntes de los aspectos más importantes, por ejemplo, si yo subía al trono, sería el 16to Rey del Imperio Landcaster. También, observé un mapa de como era el mundo aquí.

Incluso si no sabía nada de la novela, estudiar me daba algunas pautas, sin mencionar que deberé hacer algunas negociaciones, así que las clases eran de mucha ayuda. Sin embargo, no debo perder de vista el objetivo y por más que me esfuerce, debo renunciar el titulo en un futuro con alguna excusa.

Todavía no sé que excusa usaré pero por ahora me limitaré a estudiar. Cuando renuncie al título, podré irme de viaje a donde quisiera.

Pasaron unos días en los que continuaba con las clases y lo único que hacía en mis tiempos libres, era leer. En esta época no había televisores, mucho menos videojuegos o internet, por lo que leer era lo único que me hacía distraer. Al principio mi mente divagaba ya que no me acostumbraba pero ahora que lo hago a menudo, ya me es difícil soltar un libro.

Además, tenía un horario pesado para ser un niño de 8 años. No siempre eran clases con libros, también me daban clases de baile, manejo de espadas y hasta clases de música con un piano y violín.

Todo sea por mi viaje de aventuras pokemón.