Ya No Soy Una Extra

Durante el viaje Isabella iba ensimismada, Drake la había dejado fuera de sí. Ella estaba segura, él era ese mismo Drake, por lo que evitaría a toda costa, estar cerca de su presencia. Ethan la mira, y acerca su caballo al de ella.

- ¿Preocupada?- le dice burlonamente- Tranquila, te daré ventaja para que puedas avanzar algo- Isabella al escucharlo reacciona y lo mira con una ceja levantada.

- En tus sueños, si quieres, la ventaja la doy yo- le dice a modo de reto Isabella- te daré una hora si quieres.

- Vaya confianza, pero el desierto tiene secretos, mocosa, y dudo que una niña mimada como tú pueda con ellos.

- Qué poco sabes de mí, troglodita acosador- le dice arrimando un poco su caballo al de él- cuando te alcance, dejaré que veas una parte de mí poder- y le guiña un ojo mientras lo adelanta en su caballo.

La fauna y flora del lugar va cambiando a medida que se aproximaban al desierto de Baboow; el aire se comenzaba a sentir más seco y a penas se veían árboles. Finalmente, llegan a un punto en donde se veía el inicio de los kilómetros y kilómetros de arena fina. Luna los esperaba ya en el lugar, les hace una seña con la mano y los chicos detienen sus caballos para luego de amarrarlos, bajarse. La morena les sonreía y su expresión se veía emocionada.

- Chicos y chica- le guiña un ojo a Isabella- aquí inicia su primera prueba. No queda nada más que decir, así que se colocan por allá y daré la arrancada.

Luna apuntaba a una señal de meta, todos van hasta ahí, y esperan a que la profesora avisara. La morena se coloca a su lado y con sus dedos chifla anunciado el inicio. Isabella le da una última mirada a su querida institutriz y ella le sonríe.

A diferencia de otros, Isabella, Ethan y Drake no salen al instante, cada uno se toma su tiempo, como si conocieran algún secreto que otros no. Drake le da una última sonrisa maliciosa a la chica y toma un camino diferente al resto, se dirige a una zona rocosa elevada, con magia de aire, se impulsa para llegar más rápido, Isabella pone cara de desagrado y mira a otra parte.

Ethan había visto todo, y arruga su entrecejo, había podido ver el disgusto en la cara de la chica. Se acerca a ella y le pregunta:

- ¿Qué se supone que fue eso?- Isabella gira su rostro hacia él.

- Alguien que no se cansa de molestar, parece que estoy rodeada de ellos últimamente.

La pelirroja se aleja con enojo, no quería decirle eso al emperador, pues él realmente la fastidiaba de una forma diferente al efecto que causaba Drake en ella. Se detiene y vuelve a girarse a donde él estaba:

- Perdona- Ethan había sentido un poco de dolor con lo que ella había insinuado, pero al ver el rostro realmente apenado de Isabella se acerca.

- Está bien, mocosa, mejor sigamos. ¿Quieres la ventaja ahora?

- Gracias- le dice ella sintiéndose mejor- Creo que tienes razón, mejor me concentro.

Ambos comienzan a andar, pero la chica se detiene un momento y mueve sus manos por su ropa, la cual cambia a algo más cómodo para andar por el desierto, una túnica larga blanca, con un pañuelo en su cuello para taparse el rostro cuando fuera necesario y una capa. Ethan la ve y se impresiona. El emperador no se queda atrás, ante los ojos de Isabella se desabrocha su camisa dejando a la vista su torso; la chica podía ver el abdomen ya marcado y los músculos trabajados del albino.

- Te dejaría ver más, pero creo que todavía no es el momento- le dice él con mucha seguridad, pero para su sorpresa Isabella lo mira de arriba a abajo y le guiña un ojo.

- Tienes razón, creo que todavía no es el momento- se ríe y mira para la zona baja del chico.

- ¡Oye, tú, mocosa! ¿Qué crees que estás mirando?- dice él tapándose esa parte. Isabella solo se ríe y se encoje de hombros.

- Fuiste tú quién inició- le dice la chica.

Ethan no responde nada más y saca de su mochila una túnica similar a la de Isabella y una bufanda larga también, se coloca todo y se deja la capa puesta. Le hace señas para seguir caminando y avanzan un rato más.

- Parece que seremos compañeros de viaje, al menos de momento- le dice Ethan.

- Sí, creo que es más seguro, Luna no dijo lo de ayudarse en vano, la conozco muy bien, y ella no dice las cosas sin razón. Además- Isabella se detiene un momento y mira a lo lejos- parece que los problemas comienzan a aparecer.

Ethan mira en esa dirección y ve a tres de los concursantes siendo perseguidos por unas extrañas criaturas. La forma era como de lagartos o dragones sin alas, sus escamas gruesas los ayudaban a protegerse del sol, pero Isabella sabía que debían tener cuidado.

- Son sandracs, o dragones de arena- Isabella detiene con su mano a Ethan- espera.

El chico atiende su petición y se da cuenta de lo que Isabella quería decirle. Frente a ellos, a unos metros de distancia, ve varios abultamientos en la arena, no eran dunas comunes.

- Yo también conozco el desierto, mocosa, puedo reconocer a un grupo de sandracs cuando lo veo.

Isabella asiente, y piensa en qué hacer, pues esos seres tenían una extraña habilidad; podían moverse por debajo de la superficie de la arena, como si nadaran en ella. Mira a su lado y ve a los otros estudiantes correr hacia un oasis, y ella iba a hacer lo mismo, pero ahora es Ethan quien la detiene y niega con la cabeza mientras le habla bajo:

- Mira con más atención el oasis.

Isabella concentra su visión en lo que le decía el emperador y entonces se percata de lo que quería que ella notara. Lo que para algunos podía parecer una vía de escape, ese "oasis", era una trampa para los ignorantes.

- Oasicarnes, son plantas gigantes, que aparentan ser oasis, atraen a sus presas mediante ilusiones mágicas, esos seres que ves alrededor, son ficticios, creaciones de la propia planta- le cuenta Ethan a Isabella- Los seres sedientos y cansados se acercan, solo para descubrir demasiado tarde que han caído en su trampa.

Isabella y el emperador miran a los chicos que corrían desesperados tratando de escapar de las garras de las sandracs; llegan a donde estaba la oasicarnes, e intentan subirse al árbol que ocupaba el centro. De pronto, las raíces se mueven hacia donde estaban los tres jóvenes y los envuelve. Los animales que los perseguían, se detienen bruscamente al ver a dónde se dirigían sus presas y regresan.

- Ahora, si no logran salir de las enredaderas, la planta absorberá su esencia vital y su mana.

Ethan habla fríamente y observa como dejan de moverse; pero de entre las sombras, unas figuras se mueven a tiempo para salvar a los chicos. Las sombras de Luna cortan las raíces y sostienen a los chicos, para después de trasladarlos a una zona segura. Luna se materializa frente a ellos y usando un pergamino, teletransporta a todos.

Isabella salta hacía atrás al igual que Ethan y un sandrac sale de la arena frente a ellos. La chica levanta una pared de arena usando sus manos y le hace señas al emperador para que corriera, pero éste niega:

- ¿Quieres saber el secreto del desierto?- le dice desafiante- es muy fácil- Ethan salta sobre el muro de arena mientras le dice en el aire- Debes dominar a éstas bestias.

Ethan queda frente a uno de los sandracs y le guiña un ojo a Isabella. La chica no entendía, pero cuando ve al emperador sacar una especie de cuerda y saltar sobre el animal, lo entiende todo, sonríe y se lanza sobre otro ser e invoca una soga también.

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Hola 👋 chic@s:

¿Qué les pareció el desierto de Baboow y sus criaturas? Todavía les guardo otras sorpresas 😏 sobre el desierto, así que tendrán que esperar al próximo capítulo.

Por acá dejaré que inicie la fila para golpear a Drake, puede anotarse quien guste. 🙂🔪

Mua Mua 😚 ❤️