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Más Allá Del Acuerdo

Más Allá Del Acuerdo

Status: Terminada
Genre:Romance / Yaoi / CEO / Completas / Omegaverse / Embarazo no planeado / Pareja destinada
Popularitas:10.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Unknown

Junsu, un sigma que oculta su verdadera naturaleza, con el peso de los prejuicios en su vida, sobreviendo en un mundo que lo rechaza. Junsu se ve envuelto en un falso acuerdo amoroso con Hyunmin, su jefe, un alfa. Lo que comienza como una farsa para salvar las apariencias y un futuro impuesto, pronto se transforma en una conexión genuina que ninguno de los dos esperaba.

Advertencia de non-con

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Reencuentro

Desperté con una sensación de mareo, mi cabeza pesaba como si estuviera llena de plomo. A medida que abría los ojos, el techo blanco y liso que se extendía sobre mí era lo primero que vi. Todo estaba borroso al principio, pero conforme mi visión se aclaraba, me di cuenta de que no estaba en mi habitación, ni en ningún lugar familiar. El espacio era demasiado amplio, la cama demasiado cómoda y la decoración demasiado sofisticada.

Intenté moverme, pero un tirón en mi brazo me lo impidió. Miré hacia abajo y vi una intravenosa conectada a mi muñeca. Sentí una punzada de pánico. No sabía dónde demonios estaba. Con un esfuerzo, me incorporé, mi cuerpo adolorido recordándome de inmediato lo que había pasado la noche anterior. El ataque, Jaeyoung, sus feromonas. Mi corazón comenzó a latir desbocado, y me asaltó una mezcla de miedo y vergüenza.

Me quité con torpeza la aguja del suero, sintiendo un ardor agudo en mi brazo, y me levanté de la cama con cuidado, aunque mis piernas temblaban al sostener mi peso. Observé la habitación a mi alrededor: paredes minimalistas, una paleta de colores neutros y muebles de diseño. No había duda, estaba en un lugar caro, muy caro.

Caminé hacia la puerta, mis pasos resonando levemente en el silencio absoluto de la habitación. Al abrir la puerta, el pasillo que me recibió era igual de elegante, con luces cálidas que iluminaban el espacio de manera sutil. Mi mente iba a mil por hora, me preguntaba cómo había llegado aquí, quién me había traído.

Avancé, tambaleándome un poco mientras me apoyaba en la pared para mantenerme en pie. El pasillo se abrió a un salón principal amplio, con ventanales que ofrecían una vista espectacular de la ciudad, pero lo que me dejó sin aliento no fue la vista, sino el lugar. Conocía este lugar.

Estaba en el penthouse de Hyunmin.

Sentí una oleada de alivio y terror al mismo tiempo. Miré a mi alrededor, buscando señales de que Hyunmin estuviera allí, pero el lugar estaba vacío. El silencio era profundo, como si hubiera estado solo por horas.

-¿Cómo… cómo llegué aquí?- Susurré, aunque no había nadie para escucharme.

El lugar era demasiado impecable, demasiado tranquilo, lo que solo aumentaba mi ansiedad. Avancé hacia el centro del salón, observando los detalles del lugar, la mesa de cristal pulido, las sillas de cuero, las estanterías llenas de libros cuidadosamente ordenados, como si apenas se usaran.

El ataque de la noche anterior volvió a mí como una ráfaga de dolorosa claridad. Recordé las risas de Jaeyoung, el caos de las feromonas que casi me ahogaban, cómo había caído al suelo, vencido por el peso de todo, y ahora estaba en el departamento de Hyunmin, preguntándome cómo, si él me había encontrado o había sido otra persona.

Caminé hacia los ventanales, observando las luces de la ciudad que se extendían debajo de mí como un mar brillante. Mi cabeza seguía dándome vueltas, y la preocupación se apoderaba de mí.

Me pregunté en silencio por qué me había traído aquí. A pesar de la lujosa calma que ofrecía el lugar, sentí una opresión en el pecho. No había escapatoria, no aquí. Este era el lugar que simbolizaba todo lo que había intentado dejar atrás, todo lo que había evitado.

Decidí caminar más allá, buscar alguna señal de que no estaba solo, aunque una parte de mí temía encontrar a Hyunmin de frente.

Mientras observaba la ciudad por el ventanal, escuché el sonido de una puerta abriéndose detrás de mí. Me congelé. Giré lentamente, y allí estaba Hyunmin, saliendo de lo que parecía ser su oficina. Su presencia llenó el espacio de inmediato. Era imposible no sentirse intimidado por él, su porte siempre tan firme, tan seguro.

-¿Cómo te sientes?- Preguntó con esa voz calmada que siempre usaba, como si nada fuera demasiado grave.

Mi corazón comenzó a latir con fuerza al verlo. Quería responder, pero las palabras no salían. Solo recordaba fragmentos confusos de lo que había pasado. El miedo y la confusión me embargaban.

-¿Qué… qué pasó?- Pregunté, sintiendo el terror en mi voz. No sabía qué había sucedido después de que todo se volvió oscuro. Solo recordaba el caos, las feromonas, y después nada.

Hyunmin caminó hacia mí, sus pasos resonando con una seguridad que contrastaba completamente con mi propio estado de ánimo. Me observó por un momento antes de hablar.

-Minseok lo detuvo.- Dijo con tranquilidad. -Antes de que esos idiotas pudieran hacer algo más. Me llamó de inmediato.-

Sentí cómo el alivio me invadía, mis piernas temblaron un poco al escuchar eso. No había pasado lo peor. Cerré los ojos un momento, agradecido por Minseok, por la intervención. Todo podría haber sido mucho peor.

-Lo siento.- Murmuré, avergonzado. -No quería molestarte con esto.-

No sabía por qué me disculpaba, pero la culpa me inundaba. Había sido una carga para él otra vez, y esa idea me pesaba como una losa en el pecho.

Hyunmin soltó una pequeña risa, una que no esperaba, y sus palabras me sorprendieron.

-Está bien.- Respondió, acercándose un poco más. -En realidad, quería una excusa para verte de nuevo.-

Sentí un calor intenso subirme al rostro. Mi piel se sonrojó de inmediato, y bajé la mirada, sin saber cómo responder a eso. No podía creer que Hyunmin realmente dijera eso. Mi corazón latía más rápido con cada segundo que pasaba, y me sentía vulnerable, confundido.

Fue en ese momento cuando algo me golpeó de repente: un aroma, las feromonas, las de él. Era como si una nube sutil me envolviera, pero no era amenazante, era Hyunmin.

Mis ojos se abrieron un poco más mientras me daba cuenta de lo que estaba pasando. Volví a mirarlo, inseguro, sin poder ocultar mi sorpresa. Hyunmin notó mi reacción de inmediato, y una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, casi burlona, como si hubiera estado esperando este momento.

-¿Apenas lo notas?- Dijo, su tono juguetón y al mismo tiempo serio. Dio un paso más cerca. -Todo tu cuerpo está cubierto de mis feromonas, Junsu.-

Mis pensamientos se detuvieron por completo. No sabía cómo responder a eso, y me preguntaba qué significaba, qué había hecho mientras yo estaba inconsciente. No podía procesarlo todo de inmediato, y mi mente se inundaba de preguntas, pero ninguna llegaba a formar una frase coherente.

-¿Qué…?- Murmuré, sin poder completar la pregunta.

Hyunmin, entendiendo mi confusión, se cruzó de brazos y aclaró con más seriedad.

-Era porque estabas cubierto de las feromonas de ese otro alfa. Tu cuerpo reaccionaba de una forma que no podía ignorar. Tuve que limpiarlas.-

Mis ojos se abrieron aún más al entender lo que implicaba. Hyunmin había usado sus feromonas para cubrir las de Jaeyoung, para neutralizarlas. De alguna manera, el pensamiento me aliviaba, pero al mismo tiempo, me dejaba una sensación extraña en el pecho. Estaba rodeado por las feromonas de Hyunmin, y ahora mi cuerpo las reconocía, las sentía profundamente.

No sabía qué decir. Mi mente era un torbellino de emociones y sensaciones.

-Justo iba a verte a la habitación, pero no esperaba que despertaras tan rápido.- Dijo Hyunmin, mientras se recostaba contra el marco de la puerta, mirándome con una mezcla de alivio y preocupación. -Parece que los medicamentos te hicieron bien… y mis feromonas te calmaron.-

Al escuchar eso, sentí cómo el rubor invadía mi rostro nuevamente. Todo había comenzado por sus feromonas, por esa atracción involuntaria, y ahora eran lo único que parecía mantenerme estable. Era irónico. Lo que antes había sido la causa de mi ansiedad y nerviosismo, ahora se había convertido en la única cosa que calmaba mi cuerpo descontrolado.

-Lo siento…- Murmuré, evitando su mirada.

Había tantas preguntas rondando mi cabeza.

-¿Por qué…?- Titubeé un poco antes de continuar. -¿Por qué dijiste que querías una excusa para verme?-

Hyunmin se apartó del marco y dio un par de pasos hacia mí. Su rostro, siempre tan controlado, mostraba una expresión que no había visto antes, algo que parecía sinceridad mezclada con arrepentimiento.

-Quería disculparme.- Dijo con un tono bajo, casi como si admitiera algo que le costaba. -Siento haber manejado todo mal.-

Lo miré, completamente perplejo.

-¿Disculparte…?- Repetí en voz baja, sin entender del todo. Mi mente estaba tratando de alcanzar lo que me estaba diciendo.

-Me sentí avergonzado y culpable por lo que sucedió en mi rut, y por lo que te hice pasar.- Continuó, sin apartar su mirada de la mía. -Pensé que por eso ya no querías verme.-

-¡No, no es eso!- Exclamé rápidamente, sacudiendo la cabeza, tratando de explicarme. -Yo… Yo pensé que… me había aprovechado de ti… que yo…-

Antes de que pudiera terminar la frase, Hyunmin me interrumpió con firmeza.

-Soy consciente de toda tu situación médica, Junsu.- Dijo, su tono más suave pero inquebrantable. -Sé lo que te ha estado pasando, vi los cortes.-

Sentí que el aire se escapaba de mis pulmones de golpe. Mis manos, casi automáticamente, se movieron para cubrir mis muñecas, recordando que no llevaba nada que las tapara. La vergüenza me consumió por completo en ese momento, y no pude evitar desviar la mirada. Sabía que había sido descuidado, que no me había cubierto bien, pero nunca pensé que Hyunmin vería las cicatrices.

-Yo…- No encontraba palabras. Mi voz era un susurro apenas audible mientras trataba de procesar lo que acababa de decirme. No solo sabía sobre mi cuerpo, sino también sobre mis cicatrices. Algo que había intentado ocultar por tanto tiempo.

Hyunmin dio un paso más cerca, mirándome con esa mezcla de seriedad y algo más. Algo que no lograba identificar.

-No tienes que esconderte de mí, Junsu.-

Sus palabras me golpearon profundamente. No era una orden, no era una exigencia. Era casi una súplica, una oferta de refugio. Pero me resultaba tan difícil. Había pasado tanto tiempo escondiéndome, protegiéndome detrás de esta fachada de beta que me había olvidado de lo que era sentirme expuesto de verdad.

-Entonces… ya sabes que no soy un beta… ni un omega, sino un sigma, ¿verdad?- Murmuré bajando la mirada al suelo.

Hyunmin asintió lentamente, su rostro inmutable, pero no indiferente. Mi pecho se apretó por la ansiedad, y un torrente de emociones me invadió al saber que él estaba completamente al tanto. Había mantenido esa mentira tanto tiempo, la había cultivado y protegido con todo lo que tenía, y ya no quedaba nada de ella.

-Lo siento mucho…- Dije en un susurro. -Solo quería protegerme.-

Me esperaba alguna respuesta fría o distante, pero Hyunmin sonrió, algo que no veía a menudo en él. Era una sonrisa leve, casi comprensiva.

-Lo entiendo.- Dijo suavemente.

A pesar de sus palabras, no podía evitar sentirme inquieto. Mi corazón latía con fuerza, como si estuviera en un estado constante de alerta. No era tan fácil deshacerse de años de miedo y precaución, especialmente con alguien como Hyunmin.

-Sé que tu descontrol hormonal fue desencadenado por la exposición a mis feromonas.- Dijo de pronto, su tono volviéndose un poco más clínico. -Y sé que podrían controlarse si fueras marcado por un alfa.-

Sentí cómo el calor subía por mi rostro. Marcarme era  simple, pero que llevaba consigo implicaciones mucho más profundas de lo que parecía. No era solo un procedimiento médico. Era un compromiso, un lazo que conectaba a dos personas, y la idea de ser marcado por alguien, me hizo sentir cohibido y tremendamente avergonzado.

-No puedo…- Comencé a decir, pero él continuó.

-Una solución temporal sería, irónicamente, que siguieras expuesto a mis feromonas.- Dijo, como si fuera la cosa más lógica del mundo. -Solo lo suficiente para controlarlas.-

Lo miré, sin saber qué decir. La idea de estar expuesto constantemente a sus feromonas me incomodaba. No porque no confiara en él, sino porque sabía lo que significaba para mí. Sabía que significaba acercarme más de lo que ya me había permitido, y no estaba seguro de estar listo para eso.

-Eso sería… raro, ¿no?- Balbuceé, buscando excusas. -Si alguien se enterara de que tú… de que tú estás marcando a un sigma on tu aroma…-

Hyunmin se encogió de hombros, casi desinteresado.

-No me importa.- Respondió sin titubear. -Es lo que te ofrezco por haberte causado problemas.-

Mis ojos se agrandaron ante su respuesta. No esperaba esa falta de preocupación, esa indiferencia hacia lo que otros pudieran pensar, pero aún así, no podía simplemente aceptar su oferta, aunque en parte deseaba que fuera tan fácil.

-No puedo aceptar eso.- Dije finalmente, negando con la cabeza. -No quiero que esto sea como… la relación falsa que teníamos.-

Hyunmin guardó silencio por un momento, observándome detenidamente. Su mirada era firme, pero no intimidante. Parecía estar considerando mis palabras, sopesando algo dentro de sí.

-Esto no tiene que ser falso.- Dijo finalmente, su voz calmada pero cargada de significado. -No tienes que ver esto como un acuerdo, Junsu, Solo como una solución, si así lo prefieres, pero tampoco tienes que aceptar nada que no quieras.-

El silencio entre nosotros se alargó, y en ese instante supe que no había una respuesta fácil para esto. Hyunmin estaba ofreciéndome una salida, una forma de lidiar con mi inestabilidad, pero para mí, aceptar su ayuda significaba abrir una puerta que había mantenido cerrada, y no estaba seguro de estar listo para cruzar ese umbral.

-Junsu, no estoy diciendo que sea la única solución permanente.- Dijo Hyunmin, su tono moderado, pero claro. -Solo hasta que encontremos algo médico que funcione. Ahora que has sido expuesto a las feromonas de otro alfa, tu cuerpo está más inestable. Necesitas algo que te estabilice, al menos temporalmente.-

Su mirada permanecía firme, y aunque sus palabras eran tranquilas, el peso de lo que decía se sentía sobre mis hombros. No quería depender de nadie, menos de Hyunmin. Había trabajado duro para encontrar una independencia que me mantuviera lejos de esta complicada maraña de emociones y expectativas. Pero ahora, con todo lo que había pasado, no sabía cómo responder.

-No quiero depender de ti.- Confesé, mi voz más baja de lo que pretendía.  Había un temor profundo dentro de mí. Depender de él significaba ponerme en una posición vulnerable.

Hyunmin suspiró, cruzándose de brazos y mirándome con una mezcla de paciencia y determinación.

-Si no quieres hacer eso, entonces hagamos un trato. Volvamos a ser una pareja falsa, tal como lo hicimos antes.- Dio un paso hacia mí, sin dejarme escapar de su mirada. -Sé que no quieres seguir con esa farsa, pero podría facilitar muchas cosas. Solo hasta que todo esto se calme.-

Sacudí la cabeza, sintiendo que mi corazón latía más rápido con cada palabra.

-No sé, Hyunmin… No quiero dejar mi trabajo en el bar. Me gusta lo que hago ahí, y no quiero seguir en esa mentira. No quiero que se convierta en mi realidad de nuevo.-

-No tienes que dejar tu trabajo.- Respondió con calma, pero con una ligera firmeza. -Podemos encontrar una manera de hacer ambas cosas, y no sería solo una farsa. Sería más práctico que sentimental esta vez.-

Quería decirle que no, que no quería seguir con esto, pero había algo en su tono, algo en su mirada que me hacía dudar. La verdad era que mi vida ya era un caos, y por más que quería mantenerme a flote, era cada vez más difícil. Lo que me hacía detenerme era el miedo a lo que significaba volver a esa farsa con Hyunmin. Estaba cansado de mentir, de esconderme.

-No quiero volver a esa mentira…- Repetí, intentando aferrarme a mi decisión, pero mi voz temblaba un poco.

Hyunmin se inclinó un poco hacia mí, su mirada más intensa, pero no amenazante.

-Junsu, si no lo haces por ti, hazlo por tu madre. Sus palabras fueron como un golpe inesperado, haciéndome perder el aliento por un segundo. -Necesitas más dinero para cubrir sus tratamientos, incluso podrías internarla en un lugar mejor. Sé que te preocupa cómo pagarlo todo. Esto podría asegurarte que no tengas que preocuparte por un buen tiempo.-

Mi cuerpo se tensó. Él sabía sobre mi madre, sabía lo difícil que era para mí enfrentar esa situación, y estaba usando esa carta. Me sentí atrapado entre el peso de mis responsabilidades y mi deseo de independencia, pero, al mismo tiempo, tenía razón. Mi madre era mi prioridad, y no podía permitir que ella sufriera por mi orgullo.

-Hyunmin…- Empecé, pero no sabía cómo continuar. Era una batalla dentro de mí.

-No tienes que decidir ahora.- Dijo suavemente. -Piensa en ello. No tienes que hacerlo solo por ti, Junsu. A veces, depender de alguien no es una debilidad.-

Lo miré a los ojos, y algo en su expresión me hizo sentir que, aunque esto fuera solo una solución temporal, no era completamente falso para él, pero eso solo lo hacía más complicado para mí.

Miré a Hyunmin, todavía confundido por todo lo que estaba sucediendo. Su propuesta no dejaba de dar vueltas en mi cabeza, y por más que intentara resistirme, sabía que había lógica en lo que decía, pero había algo que aún no tenía claro, algo que me inquietaba

-¿Cómo se supone que vamos a hacer que todo esto sea… práctico?- Pregunté,  tratando de mantenerme firme, aunque mi voz temblaba un poco. No quería mostrar lo nervioso que estaba, pero sabía que Hyunmin lo notaría de todos modos. -¿Cómo vamos a explicar que volvimos a estar juntos después de supuestamente haber terminado?-

Hyunmin me miró con una media sonrisa, esa que siempre usaba cuando tenía algo planeado. Se acercó, cruzando los brazos mientras se apoyaba contra el respaldo de una silla cercana.

-Es más sencillo de lo que piensas.- Empezó a decir. -Todo el mundo ya sabe que “terminamos”, y la prensa dejó de seguirme tan de cerca, pero si volvemos a aparecer juntos, pueden asumir que decidimos darnos otra oportunidad, que las cosas se enfriaron y que ahora intentamos de nuevo.-

-¿Y cómo se supone que vamos a vender eso?- Pregunté, sin poder evitar sonar escéptico.

-Es fácil, Junsu. Nadie espera que sea perfecto. Solo tenemos que aparecer en eventos, hacer que nos vean juntos. No tenemos que exagerar, solo mostrar que estamos en buenos términos y que decidimos intentarlo de nuevo.-  Hyunmin me miraba fijamente, como si estuviera trazando el plan en su mente mientras hablaba. -De hecho, si mantenemos todo en bajo perfil, podría parecer más genuino.-

Lo escuchaba, y aunque su plan tenía sentido, algo en mí seguía dudando, pero la verdad era que mi situación era complicada, y esta solución me ofrecía una salida, no solo para mí, sino también para mi madre, y aunque no lo quisiera admitir del todo, aún sentía cosas por Hyunmin. Quería ayudarlo, aunque sabía que esas emociones no eran correspondidas de la misma manera.

-¿Y qué ha pasado desde que “terminamos”?- Pregunté, intentando cambiar un poco el enfoque. -¿Qué te ha pasado?-

Hyunmin desvió la mirada por un momento, como si estuviera recordando algo incómodo. Luego, me miró de nuevo y habló.

-Después de que nos "separamos", las cosas en la empresa se volvieron más complicadas. Mi padre ha estado presionando con más fuerza para que me case, y cada día es más difícil evitar ese tema.- Su voz era más grave de lo habitual, como si llevara semanas soportando el peso de esa presión. -Los accionistas también están inquietos, y mantener las apariencias es crucial para que no comiencen a hacer preguntas.-

-Lo siento…- Murmuré, sintiendo una punzada de pena por él. Sabía que, aunque Hyunmin era fuerte y capaz, la presión constante de su familia y el mundo empresarial era abrumador. Quería ayudarlo, aunque sabía que esa ayuda venía con un costo personal para mí.

Hyunmin sonrió ligeramente, pero era una sonrisa cansada.

-No necesitas sentir pena por mí, Junsu. Estoy acostumbrado a esto.- Dio un pequeño paso hacia mí, su expresión más suave. -Pero si me ayudas de nuevo, sería un alivio para ambos. Podrías seguir trabajando en el bar y al mismo tiempo asegurar que tu madre reciba la atención que necesita. Yo... bueno, yo tendría una distracción para los que están presionándome.-

Lo miré, sintiendo ese conflicto interno. Hyunmin no estaba pidiendo mi ayuda porque me quisiera de esa manera, lo hacía porque sabía que podíamos ayudarnos mutuamente, pero aún así, la idea de estar cerca de él, incluso bajo falsas pretensiones, no me resultaba desagradable. Al contrario, una pequeña parte de mí quería aceptar, aunque solo fuera para poder verlo más, para sentirme útil.

Finalmente, asentí.

-De acuerdo.- Dije, con un suspiro. -Lo haré. Ayudaré… aunque solo sea una farsa.-

Hyunmin me miró por un momento, como si no esperara que aceptara tan fácilmente. Pero luego sonrió, una sonrisa genuina esta vez.

-Gracias, Junsu.- Su voz era suave, y pude ver un leve brillo de alivio en sus ojos. -De verdad, esto significa mucho para mí, pero antes de que pienses en volver a trabajar o hacer algo más, deberías quedarte aquí un par de días. El médico dijo que deberías descansar y que necesita monitorearte un poco más.-

-¿Quedarme aquí?- Pregunté, algo incómodo con la idea de estar bajo el mismo techo que él.

-Sí.- Respondió Hyunmin. -Es lo mejor por ahora, hasta que estés completamente recuperado. No quiero que te arriesgues a recaer o que pase algo mientras estás solo.-

Asentí lentamente, sintiendo que, por más raro que fuera todo esto, no tenía muchas opciones. Acepté quedarme, y mientras Hyunmin se alejaba un poco, me di cuenta de que, a pesar de la farsa, estar aquí no se sentía del todo mal.

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azucena
bellísima historia, gracias por compartir tan hermoso trabajo, espero seguí leyendo más historias tuyas. Muchas gracias 🙂
Yendi Jaramillo Avila
Excelente
Ale Must
ya acabó, yo necesitaba más. estoy frustrada. necesitaba seguir leyendo sobre ellos dos, Yumin y Junsu
Nana_
Ay ahora que m acuerdo, en un parte decía que al jefesito le decian alfa por su aura dominante, pero que el siempre intenta guardar sus feromonas... Algo me dice que no es alfa, tengo esa rasquiñita, pero quien sabe, capaz estoy loca
Miriam Colque Challapa
Excelente
Ale Must
necesita alejarse de las personas por todo lo que le está ocurriendo y se pone a trabajar nada más y nada menos que en un bar
Unknown: Igual se dice por qué lo hace skendnrjdnfn
total 1 replies
Evelis Hidalgo Martinez
Excelente
Meiti 🥰🇲🇽
me encanto ☺️
Meiti 🥰🇲🇽
waooo, cómo siempre se ve prometedora tu próxima obra, gracias 🫂
Nidia Mojica
Creo no falta mucho para el final.
Nidia Mojica
Que triste todo lo que paso Junsu, de alguna manera su cuerpo quiso protegerse. Es bueno que Hyunmin lo acepte con todo. Ese bebé sera muy querido.
Meiti 🥰🇲🇽
excelente obra , es hermosa 😊
Meiti 🥰🇲🇽
es excelente, me encanta 😍
Meiti 🥰🇲🇽
ooo Por dios , esto es maravilloso,
Meiti 🥰🇲🇽
siento que se complican mucho, es más sencillo si , dijeran que se aman , xq es así , se aman , pero no , siguen en su rol , de que todo es un acuerdo 🫣
Nana_: Si, pero en parte era por los problemas de ansiedad e inseguridad de nuestro niño
total 1 replies
Nidia Mojica
🥰🥰🥰
Nidia Mojica
Que giro de.la historia empiezan a ser sinceros con ellos mismos. Gtacias por el capitulo.
pablo lew
tan pronto 😭 autor como y porque fue convertido en Sigma ? sus cicatrices deben ser por el maltrato que menciona
Nidia Mojica
Excelentes capitulos.
Nidia Mojica
Que cambio tan radical para Junsu. Cuando menos el suegro ya apoya.
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