Que pasaría si un día despiertas y estás en el pasado una nueva oportunidad, una nueva vida.
Podrá la princesa Diana cambiar el destino de todo un reino.
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Aliado
Luisa cuidó durante toda la noche al duque, ya que le dio fiebre.
-Rayos!! Ni se le ocurra morirse, no tengo tiempo de cabar un hoyo
-Tu... Eres insoportable, llévame al palacio, un médico de verdad debe verme.
-Insinúa que no lo cuido bien, no estaría así de ser un caballero honorable.
Luisa solo lo ayuda a llegar al baño, por la fiebre tan alta debe darle un baño para que su temperatura baje.
El joven duque pierde la noción del tiempo durante tres días, ella lo baña lo limpia, le da su medicina.
Para Andrew todo es un sueño, solo delira y ve a una mujer a su lado, si despierta ella le da medicamento, pero no logra verla bien, solo la silueta de su cuerpo.
-Eres rubia, me gustan las rubias.
-Jaja a usted le gusta cualquier mujer, se de su fama joven Duque.
-me siento débil.
-Debe comer, poco a poco.
El vuelve a dormir, una mañana el está somnoliento, abre poco a poco los ojos, se sienta en la cama y ve el vendaje en su abdomen, escucha voces afuera, como puede se levanta y logra llegar a la ventana
-Pero que carajos!!

-Son una vergüenza, así piensan defender a su reina, tres vueltas al lago, ahora!
-Si señora!
El duque ve como una mujer con pantalones le da órdenes a caballeros del palacio.
Ella solo tira la espalda y va hacia la cabaña, dónde están es un campo de entrenamiento que hace mucho que no se usa, ahi son mandados los caballeros para sus pruebas, solo los más capaces son asignados al palacio, no hay distinción, caballeros nobles y plebeyos son tratados igual.
-Vaya ya despertó por fin, los hombres de Terán son débiles
-Mira preciosa...
-Capitan... Soy capitán, así me dirá.
-Que? He tolerado tus groserías, yo soy...
-Nadie no es nadie, presume de ser el heredero, si su padre se entera de esto, que pasaría?
- me estás amenazando? Sabes que puedo mandarte al calabozo.
-Intentelo, mi Emperatriz está aquí ella es la única que podría hacer eso.
-Tu...

-Le recomiendo que se calme, aquí tiene un recado de la Reina, su boda es en tres días, lo quiere ahí, la coronación será el mismo día.
El le quita la carta y se sienta en el sillón, la lee, prácticamente es una advertencia, la reina tiene en su poder los pagarés de su puño y letra, el debe hacer su juramento o todas las pruebas serán enviadas a su padre
-Jum! Me tiene en sus manos.
-Usted decide, si quiere seguir presumiendo de su posición.
-Quiero ir al palacio a hablar con ella.
-No será posible, sigue débil, regrese a la cama, mientras tome té, le llevaré su almuerzo.
-Quien trae la comida?
-Nadie, yo cocino...
-Enserio?
-Si, ahora regrese.
-No aquí estoy bien, me duele la espalda al estar acostado.
El toma su te y unas galletas, las cuales saben bien, el té también, la joven sale y el se relaja un poco, es mujer es extraña, observa la cabaña, pero no tiene nada en particular, camina un poco, al llegar a la ventana posterior solo observa a la joven con una gallina en la mano.
-Ja, ahora dirá que también mata a los animales.
Más fue su sorpresa cuando de un solo golpe con el hacha ella mata a la gallina, ella ya tenía el agua caliente y frente a sus ojos asombrados ella misma limpia y destaza al animal.
-Haak!!
Al terminar ella entra con una bandeja donde trae al pollo y unas verduras
-En serio cocinas, no puedo creerlo.
-Sigue aquí? Si sigue mejor le tocará picar las verduras.
-Yo? **Eso como se hace**
Ella pone todo en una pequeña cocina

El joven duque en la mesa pica las verduras, para él es la primera vez haciendo eso, ella pone una olla con agua y pone el pollo, lo ve con cara de desagrado ante el desastre que está haciendo con las verduras.
-Debí suponer que jamás ha hecho esto, déjelo yo lo hago.
-Perdón, nunca he entrado a la cocina.
-Se nota, por qué no va a darse un baño.
-Está bien.
-Su ropa está en el armario, lo trajeron del palacio, hay jabón y toallas ahí, también instrumentos para que se rasure.
Él hasta entonces se dio cuenta de que era un desastre, la pijama que traía, la barba y el cabello, algo que su ego no podía soportar, se puso aún más rojo cuando se dio cuenta de algo.
-Quien me ha bañado y cambiado.
-Yo, acaso ve a alguien más aquí
-Como es posible, que no eres soltera.
-Eso que tiene que ver, soy doctora, inicie como enfermera, hacer eso en los pacientes es normal, si le soy sincera he visto mejores cuerpos.
-Pero que? -Él se da la vuelta molesto-
-Ja, ja, ja, se enojó
Ella solo hace la comida y se cambia, el joven duque solo está en el baño recortando su barba, ve su herida y esta bastante bien
-Duque, puedo pasar?
-Como?
-Debo limpiar la herida.
-Ha? Si, si pasa.
Ella entra, el toma asiento en una pequeña banca en el baño, ella prepara todo y procede a limpiar y secar con cuidado, sus ambos no son suaves aún así el no siente dolor, ella es una mujer que jamas habria imaginado que existiera
-Desde cuando eres médico.
-Empece desde niña a hacer curaciones, mi padre tiene su territorio cerca de las minas de Thaslis, ahí luego hay heridos y fui voluntaria en el hospital, así aprendí.
-Eres una noble.
-Mis padres, yo no, yo soy solo una doctora.
-que título tiene tu padre?
-Es Márquez, tengo un hermano mayor y una hermana, ambos casados.
-Y tu.
-Tengo cara de querer me casar.
-Cuantos años tienes?
-25
-Queeee?
-Por que se sorprende.
-No parece, te ves más joven.
-Usted tiene 22 años no, listo! Termine! La comida está lista debe comer para así regresar al palacio.
-Sabran que estuve aquí, solo contigo, no te importa.
-Joven duque, no soy de aquí, no me importa que digan de mí, he crecido entre caballeros, mineros y presos, cree que la nobleza me asusta, su deber es ser leal a la reina, a ella le debe la vida.
-Lo sé, mi juramento será para ella, creo que ahora ya tiene a los cuatro ducados de su lado, con eso tendrá un respaldo mayor que su difunto padre.
-Vaya, al menos lo entiende, solo puedo decirle que los planes de ella son mayor de lo que imagina, usted debe confiar, para que su reino prospere.
-Capitan, usted que hará?
-Me quedaré un tiempo, mi maestra es la marquesa Bennett, ella está con la Emperatriz en el palacio, tengo la misión de entrenar a la guardia real, después regresaré.
-No piensa casarse, todas las mujeres quieren eso.
-Jaja, no, yo soy libre, soy la tercera hija, no soy la heredera y mi padre tiene lo suficiente como para querer casarme con alguien rico.
-La nobleza de Thaslis es diferente, aquí estaría casada desde los 15 años con su edad aquí es...
-vieja?
-No, no quise ser grosero.
-Termine de comer duque, iré a ver a los caballeros, ellos también ya deberían de haber terminado, descanse, le traerán su ropa para que se cambie el día de la boda irá directamente al templo
-Esta bien.
-Ha por cierto, conteste la carta de la Reina, espera su respuesta.
-Lo haré.
La joven sale y el se queda terminando de comer, aquella comida sabe bien, normalmente la comida de los enfermos es insípida, en cambio ella cocina bien.
El contesta la carta, Diana al recibirla solo sonríe de lado.
-Amor, que dice
-El duque no se murió, dice que hará su juramento junto con los otros tres ducados
-Eso es perfecto, Luisa lo ha cuidado bien, le daremos un regalo.
-Si, mira que aguantar a ese arrogante
-Si estuviera bien lo pondría a entrenar.
-Si hace eso se va a desmayar.
-Crees?
-Si, el entrenamiento de la marquesa Bennett es muy duro, mi madre fue la primera en entrenar con ella, a mi me entreno ella, asi que no me imagino como sera la marquesa.
-Me gustaría verlo sufrir.