Un Amor Para Recordar

Por la mañana ya estaba lista para irme al colegio cuando llamo él, rector de la escuela para decir que hoy no había clases porque estaban remodelando los salones así que cuando salí a desayunar mi mamá me dio la buena noticia me gire sobre mis pies y regrese a mi habitación a seguir durmiendo un poco más y al parecer mi mamá no le dio importancia por qué no vino tras de mí y en verdad lo agradecí

Verónica: ya es suficiente señorita en la cocina te dejé el desayuno

Edelis: pero no hay colegio hoy

Verónica: de igual manera tienes que levantarte, ya te deje una hora más en la cama

Cómo ya me había duchado solo me cambié el uniforme por ropa de estar en casa algo cómodo un short corto y una playera y las pantuflas, ya que no pensé en salir de casa sería innecesario ponerme tenis o sandalias, después de desayunar me puse a ayudar con los oficios de la casa, como nunca sentí el tiempo corto y en menos de nada ya mi padre había regresado para almorzar

Felipe: así que estás de floja hoy

Edelis: ya era algo merecido

Felipe: no llevas ni una semana desde que iniciaron las clases

Verónica: ja, ja, ja no conoces a tu hija por ella no estudiará

Edelis: exagera mamá

Verónica: si claro

Luego de hablar un rato más mi papá se fue de nuevo a su trabajo y yo me puse a hacer mis tareas, había pasado alrededor de una hora cuando tocaron el timbre de la casa mi mamá salió a ver quién era

Verónica: tienes visita

Pensé que eran mis amigas así que me emocioné mucho, ya que tal vez iríamos por un helado y dar un paseo al parque así que salí lo más pronto posible de mi habitación, pero no eran ellas, sino él

Alejandro: hola

No le respondí el saludo, ya que yo no sabía si estaba enojada o feliz de verlo se veía más guapo de lo normal traía un jean negro y una playera del mismo color y su cabello desordenado

Verónica: te están hablando, no seas grosera

Edelis: que te trae por aquí

Le pregunté

Alejandro: como hoy no hubo clases vine a ver si podíamos dar un paseo

Edelis: y que te hace pensar que yo tengo tiempo o que me dan permiso para salir

Verónica: claro que sí es más yo te doy permiso puedes ir

Alejandro: le agradezco mucho, señora

Verónica: no me digas así me haces sentir vieja por ahora me puede decir Verónica tal vez con el tiempo me puedas decir

No sé que le dijo por qué se lo Susurro en el oído, desde cuándo mi mamá se toma tanta confianza con las personas que no conoce pensé

Él asintió cosa que me hizo hacer una mueca de desagrado

Verónica: ves a ponerte unos zapatos, no irás a salir en pantuflas

Edelis: voy

Verónica: mientras ella se alista te invito algo de tomar

Alejandro: se lo agradezco

Ellos se fueron hacia la cocina mientras yo me fui a mi habitación a ponerme unos zapatos pero al mirarme en el espejo decidí cambiarme de ropa y después de estar lista salí él ya estaba esperando en la salida

Edelis: nos vamos, bueno si aún quieres salir si no por mí está bien

Alejandro: claro que sí vamos

Él salió en dirección donde había dejado el auto parqueado

Edelis: prefiero ir caminando y que sea cerca de aquí

Alejandro: está bien

Después de caminar un par de minutos llegamos a una heladería entramos y pedimos, él una ensalada de frutas al igual que yo pero con dos bolas de helado

Edelis: ahora sí dirás por qué has venido

Alejandro: quería hablar contigo sin que tus amigas estén al pendiente

Edelis: y de que

Alejandro: de nosotros

Edelis: nosotros

Alejandro: si así es, últimamente me estoy sintiendo extraño cuando estoy cerca de ti has despertado mi interés hacia ti

Me quedé sin palabras al escuchar esa confección y lo peor es que yo me sentía igual que el ,confundida no sabía de qué se trataba la nueva emoción que él despertaba en mi tal vez mariana tenía razón y él me gusta o tal vez me enferma su presencia por qué no lo soporto