Atrapado En Una Novela Cliché

Era obvio que la bestia tenía intenciones contra Eran pero ni siquiera logró acercarse, Ezri tomo su espada y le cortó la cabeza de una sola vez. Este era un monstruo sumamente poderoso y fuerte poderoso, pero Ezri era más fuerte así que antes de que el brillante rubí desapareciera el lo tomó, nunca había visto uno pero olia familiar.

-¡Ezri! -Eran corrió hacia el cuando esté empezó a desvanecerse y de pronto estaban de regreso en el palacio frente al emperador y toda la corté real que acostumbraban quedarse en el lugar bebiendo y comiendo hasta altas horas de la madrugada.

-¡El gran duque! -los murmullos llenaron el lugar ante la imagen de Ezri y Eran junto a una bestia enorme.

-¡¿Que hacés aquí?! -el emperador gritó con enfadó-. ¡¿Cómo osas traer está bestia al palacio imperial?!.

-No lo traje -Ezri puso a sus espaldas a Eran de forma protectora-. Estábamos en la posada descansando y nos atacó, tenía esto en el brillando en el, se lo quite y aparecimos aquí -mostro la brillante joya que irradio una luz en dirección a uno de los consejeros.

Los gemidos de sorpresa y asombro llenaron el lugar ya que la luz era un claro acto de propiedad, el consejero miro nervioso al emperador que se puso de pie y lo mato frente a todos con su espada.

-Era el consejero favorito del emperador -alguien dijo, el murmullo se regó como pólvora al igual que los demás que le siguieron pero Eran unió algunos puntos.

La bestia en realidad era un demonio invocado con sangre y la joya era la realización del pacto de sangre que se hacía para traerlo, lo que era aterrador si lo pensabas.

-Me disculpó por el inconveniente, no se debe permitir este tipo de aberraciónes -se justifico, el emperador sintió la presión de los miembros de la corté y otros nobles presentes-. El gran duque y su esposa están invitados a quedarse.

-Agradezco al emperador pero...iré a mi casa y partire de nuevo en la mañana, si el emperador tiene a bien podría prestarme un carruaje o un caballo y lo enviaré de vuelta mañana -Ezri rechazó la invitación lo que era mal visto porque este era el emperador y su palabra era ley indiscutible.

-No, no tengo nada disponible -no pudo evitar sentirse menospreciado.

-Comprendo, cargaré a mi esposa, eso no es un problema -se dió la vuelta, tomo de la mano a Eran que vestía un camisón y empezó a caminar a la salida pero un rayo de luz del cielo cayó sobre el emperador que se desmayo. En el gran salón que era la corte la gran mayoría estuvo de acuerdo en que dios estaba castigando al emperador. Ezri no se acercó sino que entre el alboroto se marcho, su casa en la ciudad imperial estaba a media hora en carruaje por lo que le llevaría bastante tiempo llegar a pie.

-¿Los llevo? -un noble preguntó desde su carruaje.

-No es necesario -a Ezri noble gusto la forma en la que el hombre miro a Eran.

-Lo siento, marque...lo siento, no sé cuál es su título ahora.

-Marquesa está bien -el hombre la miró-. No me recuerda?.

-No, lo siento.

-Suban por favor -invito ya que la gente empezaba a salir del palacio como ratas.

-Si -Ezri ayudo a su esposa y luego subió el, era un carruaje pequeño por lo que era incómodo.

-¿Cómo pudo la marquesa olvidarme? -el noble era joven y atractivo-. ¿Cómo olvidas a tu compañero de juegos de la infancia? ¿No recuerda que todos decían que nos casaríamos porque estábamos juntos todo el día?.

-Yo...-Eran intento recordar quién era este tipo en la novela pero no lograba dar con su identidad.

-Lloraste mucho cuando me fuí y... lamento no haberte escrito -lo informal que era estaba enfadando a Ezri.

-Lo siento, es que he estado ocupada con mi boda y esas cosas -tomo la mano de Ezri-. Veo que ya conoces a mi esposo, el gran duque.

-¿Quien no conocería al gran duque en esta ciudad? -lo miró de una forma que la palabra "villano" fue bastante clara-. El hombre del que el emperador está celoso, hay cientos de rumores y con lo sucedido hoy seguramente habrán muchos más.

-¿Rumores? -Eran lo miró con ojos inocentes, era algo que parecía funcionar en todas las historias que leía.

-Si, dicen que dios le está dando la espalda al emperador, otros dicen que se enamoró de la marquesa y como no la podía tener ni como concubina la quería al menos como nuera.

-No es verdad.

-Bueno, así son los rumores, también se dice que va a extender más su lucha contra cualquier usuario de magia y endurecerá las penas contra quién transgreda las reglas -sonrio hacia Eran-. SE dice que está asustado de una profecía.

-¿Cuál profecía?.

-No lo se, algo sobre una bestia mágica que lo va a derrocar, a matado a muchos bastardos de la familia real porque se dice que es uno de ellos.

-Mmmh -Eran miró a Ezri, era bastante obvio que este era esa bestia-. ¿Sería demasiado si te pido que mates a este hombre? -Le susurro al oído, si este era el villano era mejor quitarlo del camino de una vez.

-Lo que quieras -le sonrío, de todas maneras iba a matarlo por lo que lo tomo del cuello y lo apretó con fuerza, el carruaje paro de inmediato y se deshizo en pedazos-. Al parecer era un usuario de magia -observo que solo había ropa en el lugar del tipo que debía guiar los caballos, caballos que también se habían desvanecido.

-¿Porque es tan común la magia?.

-Todos tienen algo de magia, así que lo que él emperador hace es ilógico, si sigue así tendrá que matar a la mayoría de la población.

-¿El emperador fue quien te envió esa cosa?.

-Si, por eso mato al consejero, el emperador es muy inteligente por lo que no usaría su sangre para un pacto, aún así ...es peligroso meterse con los demonios -lo cargo porque estaban a medio camino de la casa, Eran no se negó.

-¿Eres tu... -se refería a la bestia de la que ese tipo habló.

-Es posible, pero es posible que sea su propio hijo también porque se supone que esto es una herencia real, haré las investigaciones pertinentes no te preocupes -olio si cabello y cerró los ojos levantandolo más, temía que Eran notará que estaba excitado aun cuando esté le había dicho que los hombres no eran lo suyo