A pesar de sus reservas iniciales, la conexión emocional y la química entre Nick Evans y Dayanne Wilson, es tan poderosa que los lleva a experimentar un deseo incontrolable de estar juntos. Esta sensación de atracción abrumadora los impulsa a explorar sus sentimientos y a desafiar sus creencias previas sobre el amor. Pero la situación entre ambos, se complicará por las propias inseguridades de Dayanne relacionadas con la intimidad, lo cual le impide entregarse por completo, aún cuando siente un deseo irrefrenable por Nick. A pesar de la intensa atracción que ambos experimentan, Dayanne lucha internamente contra sus propios temores y barreras emocionales que le impiden abrirse completamente a Nick y a la posibilidad de una relación significativa. Esta dicotomía entre el deseo abrumador y las inseguridades personales de Dayanne crea una tensión emocional que será crucial para el desarrollo de su historia juntos.
Los invito a leer esta hermosa historia de amor y superación ¡Disfrutenla!
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CAPÍTULO XXI POR ELLA
Nick dejó de cuestionarse, y se fue tras ella, no sin antes pedirle a la secretaria que para el siguiente día a primera hora quería en su escritorio la desincorporación del imbécil que provocó el dilema en el que se encontraba tanto él como Dayanne.
Al bajar al estacionamiento, vio a Dayanne salir del mismo, esta vez manejando un auto “Que atrevida” pensó al verla maniobrar con un brazo enyesado… y elevando los ojos al cielo, subió a su propio auto y la siguió, así tuviera que abordarla en su propia casa, no la dejaría sola, le pondría su hombro a la orden para que desahogue ese dolor que vio en su ojos y percibió en su voz.
Dayanne que se negó a llegar a su casa, y encerrarse sola a lamentarse por la misma tontería nuevamente, se detuvo a mitad de camino en un bar que en otras ocasiones también a visitado por un trago, y un momento de esparcimiento para despejar los malos pensamientos de su mente y el estrés de una semana de trabajo…
. – Hoy es un día de esos – Se dijo, estacionando y bajando con su bolso. Cerca hacia lo mismo Nick, prometiéndose menos que nunca dejarla sola al ver el lugar donde se detenía y lo que considero era probablemente, su intención de embriagarse. Al entrar al bar, se fijó que estaba casi lleno, y por unos segundos, le costó ubicarla. Estaba en una de las mesas más lejanas, separada de la gente que a su alrededor se encontraba disfrutando con amigos de un viernes en la tarde. “No te interesa hacer vida social, pero te metes a un bar, ay Dayanne”
Nick se acercó y la vio dándole vueltas a su vaso, parecía no haber tomado ni un sorbo…
. – ¿Por qué tan sola? – Preguntó con naturalidad, elevando un poco el tono de voz debido al sonido de música que se escuchaba… Ella levantó la mirada al escuchar la pregunta y volteó los ojos al reconocerlo, volviendo la atención a su vaso, lo que le provocó una sonrisa traviesa a Nick “También me da gusto verte” pensó con sarcasmo al ver su gesto de desacuerdo por su presencia…
. – ¡Porque no estoy interesada en tener compañía, y todos lo saben! – Le dijo insinuándole que se marchara…
. – Menos yo aparentemente – Aceptó con ironía…
. – Así parece… - Coincidió, y acercó el vaso a su boca para tomar por primera vez desde que se lo habían entregado. Entonces Nick hizo señas a un camarero para que se acercara…
. – Lo mismo que está tomando la dama por favor – Pidió y Dayanne volvió a resoplar, pues con eso le dijo que no pretendía irse.
. - ¿Acaso no tiene nada que hacer? – Le preguntó…
. – Si… - Ella lo miró como invitándolo a hacerlo – Estar aquí contigo…
. - ¿Por qué? – Preguntó curiosa mientras tomaba otro sorbo.
. – Porque así lo DESEO… - Respondió dándole énfasis a la última palabra…
. – No debería perder su tiempo… - Esta vez no lo miró.
. – Dudo que lo haría… - Dijo tan seguro como se sentía.
. – Como usted mismo escuchó esta tarde, no soy una mujer que pueda complacerlo, así que le sugiero que no pierda su tiempo y voltee a otro lado… - Volvió a tomar su whisky.
. - ¿Por qué a la defensiva conmigo? Yo no te estoy juzgando Dayanne, quiero mirarte a ti, y no creo una palabra de lo que ese hombre dijo – Le aseguró - Y desde ya le digo, que todo lo repetido suena a excusa… - Le dijo haciendo referencia especialmente a quien inició ese rumor. Dayanne analizó sus palabras mientras él recibía el trago que le entregaba el chico.
. – Algo habrá de cierto para que él lo haya dicho y especialmente, se haya ido ¿No cree? – Contestó con resentimiento.
. – No, y si existe algo ¡Dudo que seas tú! – Aseguró nuevamente confiado de lo que su intuición masculina le decía.
. – Debería pensarlo mejor… - Le sugirió para hacerle entender que el problema si era ella… - ¡No puede asegurar lo que no sabe!
. – No hay nada que pensar, y no insistas, no me harás cambiar de opinión… - Dijo con firmeza levantando su vaso frente a ella como un modo de ratificar que no se detendría, ella sería para él. Nick terminó pidiéndole una botella al camarero…
. – Si tiene muchas ganas, búsquese a alguien más que le ayude – Nick sonrió y le sirvió otro trago - ¿Acaso piensa embriagarme? – Le preguntó con el ceño fruncido…
. – No pretendo aprovecharme de ti si eso te preocupa… – Respondió por su estado de alerta - Lo haré con su consentimiento sentenció, y su sonrisa traviesa y seductora, provocaron que Dayanne apartara la mirada de él, que siempre la intimidaba… - Entiende algo… - Le dijo de pronto obligándola a mirarlo - Yo no quiero estar contigo solo porque tengo ganas de satisfacer un impulso físico… - Ambos se sostenían la mirada mientras él hablaba con una pasión conmovedora, Nick quería hacerle entender, que deseaba conectar con ella en todos los niveles, no solo en lo físico sino también en lo emocional y mental – ¡Quiero estar contigo, porque te deseo a ti para mí!
Dayanne sintió un escalofríos recorrer su cuerpo, ante la sinceridad y profundidad de sus palabras. Se sintió halagada que un hombre como él, a quien no le apartaban la mirada las mujeres que pasaban a su lado y estaban a su alrededor, se fijara justo en ella, pero nuevamente sus complejos se adueñaron de su mente y el miedo a decepcionarlo la invadió…
. – Aun así, no puedo complacerlo… – Tomó un largo trago para disipar el nudo que cada vez se hacía más intenso en su garganta - Físicamente fracasaría…
. – No lo creo – Le dijo recordando su beso apasionado cuando la estuvo cuidando – Pero en todo caso, no todo gira en torno al sexo, créame hay aspectos más importantes que eso – Dayanne sonrió con sarcasmo al escucharlo…
. - ¿Me va a decir ahora que la intimidad no es prioridad? ¡y más para un hombre como usted! – La burla en el tono de voz de Dayanne, hicieron que Nick la mirara fijamente… Notaba cuan lastimada estaba, por eso que para él le hicieron creer.
. - Si me amaras y fuese un hombre impotente ¿Me dejarías? – Le preguntó Nick buscando conocer realmente su punto de vista honesto, y no el cargado de rencor por el rechazo sufrido. Dayanne lo miró, y recordó el poco valor y empatía que su ex pareja le mostró al ser consciente de su insuficiencia sexual.
Después de su desastroso matrimonio, ella entendió que para algunas personas (como su ex) el sexo era crucial para mantener una conexión emocional sólida, mientras que otras pueden tal vez priorizar otros aspectos de la relación, como la comunicación, la confianza, la complicidad, y la compatibilidad emocional. La cuestión es que ante su fracaso, ella no sabía cómo ser sincera con respecto a ello, ya que sus necesidades y deseos sexuales nunca han sido satisfechos, probablemente si hubiese tenido una vida sexual satisfactoria, entonces sería hipócrita pensar que tan importante es o no el sexo en una relación.
. – No lo sé… - Dijo con sinceridad, y Nick sonrió…
. – Yo no te dejaría, si me lo preguntas… – Ella lo miró con recelo – Y no soy impotente, y me encanta el sexo para dejarlo claro también – Sonrió malicioso ante el rubor que le produjo en las mejillas de Dayanne por sus palabras – Pero he aprendido a valorar otros aspectos.
Y eso era porque también ha tenido que vivir desencantos, especialmente por las prioridades que algunas mujeres a su alrededor le dieron más a su dinero o al sexo que a él como ser humano. Y sus valores y creencias siempre fueron diferentes.
. – Cualquiera que lo escuche, no pensaría que está hablando Nick Evans, el playboy que tiene cuanta mujer desea… - Le dijo Dayanne haciendo eco de lo que se leía o escuchaba de él…
. – Jajaja, ¿Me has investigado? – Ante esa posibilidad se emocionó, más cuando ella bebió su trago para ocultar que así había sido - No crea todo lo que escucha o lee en redes…
. – Su reputación lo precede… - Comentó
. – Yo no me dejo llevar de apariencias o de lo que otros dicen, y puedo demostrarte que no todo es así – Tomó su mano y ella lo miró haciéndolo ser demasiado consciente de ella - Me refiero a todo, incluyéndote a ti y a mí…
Nick seguía preguntándose, como era posible que una mujer que decía no poder complacer a un hombre, tuviera el poder de excitar y emocionar de ese modo a uno que se creyó inmune a los encantos femeninos, y solo con mirarlo, ella tenía un fuerte poder sobre él… Y estaba convencido que su problema era más psicológico que físico, y se lo quería demostrar, más que nada para liberarla de esa carga que la limitaba como mujer.