Charlotte que fue engañada por el hombre que juraba amarla, vuelve en el pasado para cambiar su pasado y proteger a su esposo, a quien ella mato con sus propias manos tras haber sido manipulada.
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capitulo 1- Traicionada
Charlotte Stone, la primera hija del marqués, desde niña ha estado enamorada del segundo príncipe heredero; Sin embargo, a sus 15 años fue comprometido con primer príncipe, el hermano mayor del segundo príncipe, desde un principio nunca quiso este compromiso, Pero rechazar un matrimonio hecho especialmente por los emperadores no tenía rechazar aquel compromiso y su padre tampoco le daba crédito de hacerlo, no podía rechazar aquel compromiso bajo ningún concepto sin importar sus sentimientos.
Después de debutar en la sociedad, al cumplir la mayoría de edad, ocurrió lo que muchas veces estuvo rezando que no pasará. Se casó con el primer príncipe, aquel compromiso que ella siempre rechazaba.
A pesar de convertirse en la princesa heredera del país, es algo que nunca le gustó a Charlotte porque eso también le hacía recordar que tuvo que dejar a su amor atrás y casarse con alguien que ni siquiera amaba.
Durante los siguientes años de compromiso, Charlotte estuvo evitando a su esposo y los rumores de que la emperatriz odiaba al emperador no se hicieron esperar.
Sin embargo, todo cambió cuando nuevamente se encontró con el segundo príncipe que había estado fuera, ahí Charlotte volvió a tener esperanzas de estar con el hombre que amaba y aquella noche se dejó llevar tanto que al día siguiente terminó en la cama del hermano de su esposo aquel hombre que siempre había amado.
Las cosas no terminaron aquí porque con el tiempo las cosas fueron muy lejos y en unos meses después.
El segundo príncipe y ella ya eran amantes. Amante que nadie sabía que tenía. ¿Quién se imaginaría que la emperatriz estaba en un amorío? Pues nadie.
Durante esos meses con “el amor de su vida” Charlotte sentía que su vida estaba volviendo a tener sentido. Esos meses habían sido una felicidad para ella, a pesar de saber que lo que estaba haciendo estaba mal, es algo que no pudo evitar y deseo que continuará por siempre.
Un año después el emperador se había enfermado, una enfermedad extraña que ningún médico pudo identificar y unos días después falleció dejando a la emperatriz sola devastada, según el pueblo; Sin embargo, jamás imaginaron que aquella obra fuera creada por la misma emperatriz que había hecho todo solo para estar con su “amor”
Charlotte había seguido de pie a letra todas las indicaciones de Edwin el segundo príncipe; Pero ahora no entendía por qué este la estaba apuntando con una espada en la sala de trono enfrente de todos los presentes acusándola de haber matado al emperador, algo que claramente no es mentira, Pero no entiende ¿por qué él le hace esto? Cuando ella solo siguió sus órdenes. Él le había dicho.
“Era la única manera de poder estar juntos”
Sí, él le había hecho saber que la única manera de estar juntos es matar a su esposo y ella lo hizo sin siquiera dudarlo. Lo había creído como una estúpida y ahora aquí está siendo señalada por él acusándola de un crimen que los dos cometieron juntos
— Esa mujer que ha matado a mi hermano merece la pena de muerte. — Eran las siguientes palabras de Edwin. — Hemos encontrado el resto del veneno en su alcoba.
Charlotte quedó paralizada sin ninguna reacción, mientras que lágrimas brotaban en su mejilla. Lo estaba entendiendo. Desde un principio todo fue un estúpido plan; desde el principio a fin ella solo había sido utilizada para matar al emperador y, como ya lo había logrado, él no le necesitaba.
Desde un principio él se había acercado con ese propósito, todo ese tiempo le había mentido.
— Eres un maldito bastardo. — Susurró entre lágrimas al intentar acercarse, los guardias la detuvieron bruscamente, haciéndola ponerse de rodillas.
— No solo has matado al emperador, sino que ahora intentas atacarme. — Dice el príncipe con una sonrisa acercándose. — Antes de morir, mereces sufrir por el crimen que has cometido, emperatriz.
Charlotte aprieta los dientes con furia, no puede creer que haya sido tan tonta y haber creído firmemente en ese hombre que no dudó en apuñalarla por la espalda.
Fue encarcelada sin importar lo que decía, ya nadie la creía, ni siquiera su propio padre. Ese bastardo había conseguido que todo saliera tal como lo había planeado; ella había perdido todo.
Después de haber sido encerrada en el calabozo durante el día, había sido torturada múltiples veces por los guardias órdenes que vinieron de parte de Edwin, quien subió al trono de inmediato.
No hubo día donde maldecía aquel hombre, todos esos días de maltrato y tortura estaban acabando con ella poco a poco, ni siquiera podía mantenerse despierta, estaba en leche de muerte.
Esta era su calma por haber matado a su esposo y se arrepentía de ello, pero de nada servía el arrepentimiento.
Durante la noche recibió una visita. Una visita que no deseaba era Edwin, quien le recalcaban en la cara lo tonta que había sido ella.
— ¿De veras creíste que iba a sentir algo por ti? — Se burló riendo. — Tú nunca fuiste algo para mí desde principio a fin, no fuiste nada más que, un arma que quise utilizar para deshacerme de mi hermano y vaya, hiciste el trabajo bastante bien tal como te lo dije. — Esas palabras eran las que necesitaba oír para abrir los ojos. — Tu hermana, Eloise, siempre ha sido quien he amado. — Una mujer entre las sombras se acerca al príncipe, que por supuesto ahora era emperador, resultaba ser su adorable hermana mayor o, mejor dicho, hermanastra, a quien ella siempre había visto como familia.
Desde el principio, ella solo había sido una marioneta manejada por ambos.
— Son unos malditos. — Intentó levantarse, pero las heridas en su hombro la dejaron sin poder moverse. — Juro que te mataré, Edwin. — Pronuncia con odio mirando a aquel hombre que alguna vez pensó que la amaba arrastrando sus uñas al suelo.
— ¿Matarme? Inténtalo si puedes. — Le arrojó un veneno. — Es lo mejor que puedo hacer después de que hiciste todo el trabajo por mí, ¿no? — Dicho eso, el príncipe, que ahora se había convertido en el emperador, se retira junto a su futura esposa, dejando a Charlotte agonizando en el suelo con el veneno enfrente.
La mujer miró el veneno enfrente suyo y lo tomó. Era el karma, todo esto, era su castigo por todo el mar que había hecho. Después de todo, está en esa situación por haber creído en alguien que no debería haber creído.
«Pero si tengo otra oportunidad, lo juro… juro que te mataré, Edwin, haré que te revuelve en la miseria junto con esa maldita de Eloise». Tomó el veneno, cerrando sus ojos lentamente
«Perdóname Killian»