Una Nueva Versión De Mi

La hora del parto llegó Isabella fue llevada al hospital, Mauricio estaba más desesperado que la misma Isabella la felicidad llenaba el ambiente, todos estaban platicando del nuevo integrante de la familia sin imaginarse del peligro que los acechaba.

Isabella sentía mucho dolor lo raro es que ese dolor era pasajero y pronto sería cambiado por mucha felicidad, la felicidad de ver por primera vez a su bebé.

Doctor: puja Isabella ya viene tu bebé.

Isabella: siento que no voy a poder.

Mauricio: tranquila pequeña si puedes eres la mujer más fuerte que conozco.

Doctor: ya casi Isabella un esfuerzo más y todo terminará.

En la sala de parto se escuchó un fuerte llanto que lleno de felicidad el corazón de sus papás

Doctor: felicitaciones a los nuevos padres han tenido una hermosa princesa, es niña.

Isabella y Mauricio se miraban con amor esperando que las enfermeras le entregaran a su pequeña hija.

Isabella solo pudo verla por unos segundos antes de que se la llevarán para asear. Mientras ella era trasladada a un cuarto privado.

Enfermera:Dónde están los papás de esta princesa? Mamá tiene que darle de comer felicidades tienes una niña muy fuerte y sana y los pulmones que tiene son de envidiar.

Isabella: hola pequeña soy tu mamá y aquel gruñón es tu papá. Te amamos con nuestras vidas y siempre estaremos para ti.

Mauricio: mi princesa papá te ama te cuidaré tú y tu mamá son lo más valioso que tengo en esta vida. Gracias amor por este maravilloso regalo.

Entraron los orgullosos abuelos y la tía consentidora con una gran cantidad de regalos, Isabella los miro con asombro y pensó que apenas acaba de nacer y ya la están consintiendo de más.

Isabella: no creen que todo eso es demasiado?

Maria: para mi nieta nada es demasiado y esto es solo una muestra en la casa tenemos muchas más cosas.

Mauricio: ja ja ja y lo que yo le tengo es mucho más, así que pequeña Ise acepta que seremos muy consentidores con mi princesa.

Isabella: o sea que yo seré la mala de la historia.

Todos se echaron a reír a más no poder, llegó la enfermera y les pidió bajar la vos que el ruido se escuchó en todo el hospital.

Isabella: Mauricio por favor no digas nada te conozco y sé que eres capaz de hacer cerrar el hospital por esto.

Mauricio: no te preocupes hoy no haré nada, si lo cierran hoy tendré que sacarlas de aquí y no puedo arriesgarlas.

Isabella: no, ni hoy ni nunca harás algo.

La enfermera se quedó inmóvil ante aquella discusión ofreció una disculpa y se retiró.

La hora de visita se terminó y la feliz familia quedo sola, Mauricio no quiso separarse de ellas ni un segundo.

Mauricio: estoy demasiado feliz está pequeña princesa es lo más bello que jamás haya visto.

Isabella: no puedo expresar todo el amor que siento por ella, es demasiado no puedo dejar de verla.

Mauricio: pero tienes que descansar, duerme un rato que yo las cuido.

Isabella: lo intentaré, pero algo me tiene incómoda siento como si algo malo fuera a pasar.

Los tres días que Isabella debía permanecer en el hospital ya habían pasado, Mauricio se dirigió a hacer el papeleo para el alta de Isabella y la bebé a la que llamaron Diana.

Isabella se quedó sola mientras Mauricio hacia los trámites, los guardias fueron atraídos hacia una pelea que se presentó en el pasillo y está distracción fue suficiente para que Gustavo entrara y se llevará a la pequeña Diana.

Gustavo: hola querida hija, vine a conocer a mi nieta o acaso no pensabas presentarle a su abuelo.

Isabella: que haces aquí por favor vete.

Gustavo: sigues siendo la misma tonta de siempre, vengo por mi nieta y me la voy a llevar

Isabella: tendrás que meterme porque es la única forma en que puedas llevártela

Gustavo: será un placer querida hija. Sabes que hace poco vi a tu querida madre ella siempre pensó que tú estabas bueno ya sabes en el más allá. Antes de acabar contigo te daré el placer de saber quién es ella.

Isabella: que estás diciendo, ella está aquí en este país?

Gustavo: si, tan inteligente que te crees y ni cuenta te diste que la estúpida de Marcela no es otra que tu madre, su verdadero nombre es Aurora.

Luego de decirle la verdad Gustavo le disparó a Isabella dejándola tirada en el suelo los guardias escucharon el disparo y entraron corriendo pero ya era tarde Isabella se encontraba en charco de sangre y Gustavo cerca de la cuna de Diana, cuando esté se da cuenta que no está solo optó por escapar dejando a la pequeña en su cuna, los guardias trataron de alcanzarlo mientras los doctores trabajaban para salvar la vida de Isabella, cuando Mauricio llega al piso se encuentra con todo el alboroto cayó al suelo al ver la habitación de su amada llena de sangre y ni ella y su hija estaban cerca.

Mauricio: que paso aquí, donde está mi familia.

La enfermera encargada no sabía cómo decirle lo ocurrido estaba demasiado nerviosa y tenía pena por este hombre que está a punto de perder a su esposa.

Enfermera: señor Ferrer un hombre entro al cuarto de su esposa ella fue herida en estos momentos está en cirugía su hija está en los cuneros los guardias están en ese lugar protegiéndola.

Mauricio: en qué momento paso todo esto solo salí a hacer una llamada y para pedir el alta y do de estaban esos inútiles que deje a cargo. ¿Como está ella, como está mi esposa?

Enfermera: no puedo darle esa información.

Mauricio: me importa una mierda su reglamento, quiero saber ahora mismo como está mi esposa.

Enfermera: lo siento señor no lo sé el doctor está con ella en este momento.

Mauricio quedó destrozado no sabía lo que pasaba con Isabella si le pasa algo a ella. como se lo explicaría a su hija, no, no no ella tiene que estar bien mejor que yo muera y no ella era los pensamientos de él.

Llega la familia de Mauricio todos están consternados por lo ocurrido nadie se atrevía a hablar con Mauricio, ya que este parecía el mismo demonio, su enojo era muy fuerte y quería matar a ese hombre.

Pasaron varias horas y aún no había noticias de Isabella la importancia que sentían era tan grande que sus corazones dolían.

Después de Cinco horas salió el doctor con cara de cansancio.

Familiares de la señora Isabella de Ferrer...