Grettel es una mujer pobre, que se enamora de un hombre rico, al que conoció desde niños.
Ese amor desencadena una serie de maltratos, odio y situaciones en las que de pronto te obligan a decir, ¡ella o yo, tienes qué decidir!
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Embarazada
Ándale, vamos al antro, ahí vas a conocer otras chicas. Te aseguro que hay muchas mujeres muy hermosas.
Ninguna me interesa más que mi Grettel pero me ha engañado. No tengo ganas de ir a ningún lado, ve tú si quieres.
Ándale, Axel, siquiera por esta vez vamos, si no te gusta te prometo que ya no te invitaré más.
Está bien, te acompañaré solo para que no digas que no soy tu amigo, pero desde ahorita te advierto que no voy a ver a ninguna mujer.
No te preocupes, no vas a hacer nada que no quieras, David se veía muy convincente.
Pero en realidad ya tenía un plan trazado, en cuanto llegaran al antro una amiga de él lo abordaría y trataría de hacerlo feliz.
Claro, sin que pensara Axel que estaban de acuerdo.
Varias horas después, Axel y David entraban al antro la Concordia. Un restaurante-cantina muy famoso por esos lugares.
Ahí se servía una comida muy rica y además había infinidad de chavas que atendían a los clientes. A estas chicas se les llamaba hostes.
Dicho sea de paso, la mayoría de los clientes eran hombres, por no decir todos.
El lugar estaba en un 90% aceptable. Pero eso sí, la atención era de primera, los clientes por lo regular abarrotaban el lugar y asistían todos los días por la buena atención que les daban.
Iban entrando cuando dos chicas se acercaron a ellos.
Axel inmediatamente se apartó de la otra chica no quería saber nada de mujeres, su amor por Grettel era más fuerte que todo en el mundo.
¿Qué te pasa muchacho?, no te voy a hacer nada. Solo te haré compañía.
No es nada personal, simplemente no quiero compañía, ¿podrías alejarte, por favor?, Axel, aunque fue muy educado se vio un poco grosero.
Eres un estúpido, cualquier hombre estaría gustoso de que yo lo acompañara, le dijo Gloria, muy enojada.
Pues, ¿qué esperas que no te vas con cualquiera de ellos?
La chica muy enojada tomó una copa de un mesero que iba pasando y se la aventó en la cara a Axel.
El amigo de Axel solo lo observaba sin atinar a decir nada.
Axel no dijo nada, conservó la calma no era del tipo de los que maltrataban a las mujeres.
Lo único que hizo fue levantarse y salir de ese lugar acompañado de David.
Espérate Axel, tienes que reconocer que fuiste muy grosero con la muchacha.
Ya te dije no me interesa ninguna vieja. Si quieres, puedes quedarte, yo me regreso a mi departamento.
Nombre, espérate, yo me voy contigo, ¡qué bárbaro eres!
Axel, por más que se esforzaba no lograba olvidar a Grettel ni un instante.
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Por otra parte, Grettel solo pensaba en Axel...
Romina yo no entiendo por qué Axel no me escribe, estoy esperando una carta suya, pero nada, ¿se habrá olvidado de mí?
Amiga, tal vez sea muy duro para ti, pero debes entender que el correo hoy en día está muy lento. Tal vez te hayan confiscado las cartas antes de mandarlas. Espérate en los próximos días tal vez te llegue una.
Oye Romina, ¿tú crees que la mamá de Axel reciba las cartas y no me las haga llegar?
Eso parece ser una probabilidad, aunque no creo que la señora Josefina haga tal cosa.
Esa señora con tal de alejarme de Axel es capaz de hacer cualquier cosa.
Tal vez pero confiamos en que no sea así.
Estoy desesperada Romina, ¿y qué tal si ya se olvidó de mí?
Tranquila, Grettel, un amor como el de ustedes no se puede pasar por alto. Estoy segura de que algo debe de haber pasado para que no te lleguen las cartas.
¿Y si Rafael ya le dijo a Axel que trabajo en ese bar?
Bueno, no creo que Rafael sea capaz de hacer algo semejante. Él se ve que es buena persona, un poco manipulado por su madre, pero en el fondo estoy seguro de que es buena persona.
Pues si tú lo dices, pero conmigo se ha portado muy prepotente. A leguas se ve que me odia.
Amiga deja de tener pensamientos negativos, estoy segura que Axel te ama más que su propia vida.
Eso espero, no me siento nada bien de pensar que Axel está muy lejos de mí.
Él regresará, te lo aseguro.
Bueno, me voy a regresar a mi casa, necesito dormir me siento muy cansada.
Pero cuando Grettel se levantó un mareo inundó toda su alma y cayó al suelo.
Romina, inmediatamente la socorrió.
Grettel, ¿qué te pasa?
Romina le habló a Ulises y a doña Ana Luisa.
Por favor, ayúdeme, Grettel se desmayó, hay que llevarla al hospital.
Enseguida la llevaron al hospital.
Rato después, el doctor salió del cuarto donde estaba Grettel.
¿Cómo está Grettel, doctor?, Romina inmediatamente le preguntó.
No se preocupe, ella está bien, tiene una desnutrición leve, pero en su estado puede ser fatal.
¿En su estado?, preguntó Romina un tanto curiosa.
Ella está embarazada, tiene por lo menos seis semanas, Pero eso no es todo, ella tendrá dos hijos.
Tanto Romina como Ana Luisa y Ulises se quedaron asombrados por la noticia que les dio el médico.
Dos bebés, ¡Dios mío!, ¿y ahora que va a hacer Grettel con dos niños?
Por lo pronto no hay que decirle nada, hay que irla preparando para contarle todo, dijo Romina tratando de suavizar la situación.
Si con un bebé ya se me hacía muy pesado, pobre Grettel, ¿qué va a pasar con ella? Y luego Axel que está muy lejos de aquí.
No sé, entre todos le brindaremos apoyo, dijo Ana Luisa.
Ulises respondió: Claro que sí mamá, por lo pronto yo le daré todo el apoyo que necesita.
Grettel salió del hospital, no tenía idea de lo que estaba pasando porque a nadie le dijo nada.
Lo que sí sabía, porque el doctor le dijo, era que tenía que cuidarse mucho y alimentarse bien.
Romina estaba buscando la mejor manera para decirle a Grettel que estaba embarazada de dos hijos.
Cuando Martha se enteró puso el grito en el cielo. Ay Grettel, ya echaste a perder tu vida. Por lo menos te hubieras casado con ese idiota, ¿ahora qué vas a hacer?
Grettel no entendía de lo que le estaba hablando doña Martha.
¿De qué habla doña Martha?, no le entiendo, explíquese bien.
Romina salió en su auxilio. Grettel, tengo que decirte algo muy importante.
Dime lo que sea, pero ya.
Estás embarazada.
¡Oh!, ¿es verdad?, Dios mío, cuánta felicidad me das.
¿Es que acaso no comprendes la magnitud del problema, Grettel? ¿Cómo le vas a hacer para mantener a dos bebés?
Pues no sé, pero mientras yo viva no les faltará nada a mis hijos, haré hasta lo imposible porque mis hijos tengan una vida normal, no dejaré que nada les pase.
¿Con qué los vas a mantener?, preguntó Romina muy pesarosa.
Ese es mi problema. Tú no te preocupes, Romina estoy segura que mis hijos estarán bien.
Porque escribo eso, porque es la secunda novela novela que leo de la escritora y los buenos mueren y los malos viven.
Unas preguntas escritora, has sufrido algún trastorno, han herido tu ego, la autoestima, el orgullo ? Has amado a un hombre honesto con valores y le hiciste algo y te dejo y así has empezado a odiar los hombres con valores? Por eso todos mueren y los villanos ganan?